Medio Ambiente busca en el litoral un enclave para una desalinizadora

Dom, 22/07/2007

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Técnicos de la sociedad estatal ACUAMED han estado visitando en los últimos días diversos lugares del litoral de las comarcas del Baix Vinalopó y de la Vega Baja para determinar el emplazamiento de la futura desalinizadora para agua de uso agrícola que explotará la Comunidad de Riegos de Levante.

Aunque, durante la reciente firma del convenio de intenciones entre los regantes y ACUAMED, se anunció en presencia de la ministra

«La obligación de ACUAMED es buscar varias alternativas, aunque la que parece más razonable es la que dijo la ministra», declaró el Comisario de Aguas de la Cuenca del Segura, Manuel Aldeguer, quien ha estado acompañando a los técnicos de la sociedad estatal por el litoral del sur de la provincia.

Los emplazamientos que se han visitado se encuentran en la ilicitana playa de La Marina, el cabo de La Mata, al norte del cabo de Santa Pola, así como en varias localizaciones en el término municipal de Guardamar.

El litoral de este último municipio cuenta con varias ventajas como no albergar pradera de posidonia marina (presente en gran parte del litoral y que podía verse afectada seriamente por los vertidos de salmuera) y estar muy próxima al canal principal de Riegos de Levante, lo que permitiría construir una tubería paralela hasta el pantano de Crevillent en terrenos propiedad de los regantes sin necesidad de recurrir a expropiaciones que demorarían la ejecución del proyecto.

Aldeguer anunció que ACUAMED dispondrá en breve plazo de tiempo de un anteproyecto de la nueva planta desaladora que contará con una capacidad de depuración de entre 20 y 40 hectómetros cúbicos anuales, según se puso de manifiesto durante la firma del protocolo de intenciones entre las partes.

El estudio de viabilidad estará acabado en 2008, según avanzó la ministra. La inversión se situará entre los 50 y los 100 millones de euros en función de la capacidad de desalación que finalmente tenga la planta.

Las partes negocian una fórmula para rebajar el precio del metro cúbico de agua desalada que, a su costo, resulta inasumible para los regantes. Por eso, no se descarta la participación en la operación de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla.