El cobre y el zinc del Ebro proceden agricultura y no de Ercros, según tesis
Mar, 17/07/2007
Los altos niveles de cobre y zinc detectados en el tramo final del río Ebro proceden, principalmente, de los productos utilizados en la agricultura, y no de las 300.000 toneladas de lodos contaminados por los vertidos de la empresa Ercros en el embalse de Flix, según una tesis doctoral.
Un estudio elaborado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Barcelona, por encargo del departamento de Medio Ambiente, indica que entre 200.000 y 300.000 toneladas de residuos tóxicos procedentes de la antigua empresa Erkimia (Ercros) se acumulan en el lecho y la orilla del río Ebro entre las localidades de Riba-roja y Flix.
La tesis, que hoy ha defendido Núria Ferré en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, lleva por título: "Niveles de metales pesados en la cuenca catalana del río Ebro. Evaluación del riesgo para la población y el ecosistema".
En esta tesis, que ha obtenido una calificación de excelente 'cum laude', Ferré ha realizado, durante dos años y medio, una diagnosis de la situación actual del tramo catalán del río Ebro y de la comarca del Priorat, mediante la evaluación del riesgo ambiental para la población y el ecosistema.
Núria Ferré ha explicado que para la evaluación del riesgo ambiental para la población se han tomado muestras de agua de consumo y suelos superficiales de las poblaciones de ribera potencialmente contaminadas con metales, y se ha calculado el riesgo potencial asociado a la ingesta y la absorción dérmica de metales del agua, así como a la ingesta, inhalación y absorción dérmica de los metales de las partículas de suelos.
El proyecto se ha basado en análisis físico-químicos y de metales (aluminio, arsénico, bario, berilio, cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, mercurio, manganeso, molibdeno, níquel, plomo, antimonio, selenio, estaño, talio, vanadio y zinc) en veinte puntos del tramo catalán del río Ebro, la mayoría situados en la zona de ribera.
También se han tomado muestras en diez puntos de la comarca del Priorat (río Siurana -afluente del Ebro- y Montsant y Cortiella -afluentes del Siurana-) y en otras zonas del Delta del Ebro, concretamente en la punta de la Banya y la bahía de Els Alfacs, ha añadido Ferré.
De los resultados obtenidos, la autora de la tesis doctoral ha destacado, sobre todo, que "el mayor riesgo" para la población no está relacionado con los lodos tóxicos de Flix, sino con "los pesticidas, plaguicidas y fertilizantes que se emplean en la agricultura, incluso en la ecológica", ha agregado .
En este sentido, los altos niveles de zinc y cobre que contienen estos productos van a parar al agua, que en algunos puntos supera la dosis de referencia recomendada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
"Aunque se rebasen estos niveles, no significa que haya un riesgo evidente para la población", ha apuntado Ferré, que ha recalcado que la tesis trabaja siempre bajo la hipótesis del "peor escenario posible".
Un estudio elaborado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Barcelona, por encargo del departamento de Medio Ambiente, indica que entre 200.000 y 300.000 toneladas de residuos tóxicos procedentes de la antigua empresa Erkimia (Ercros) se acumulan en el lecho y la orilla del río Ebro entre las localidades de Riba-roja y Flix.
La tesis, que hoy ha defendido Núria Ferré en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, lleva por título: "Niveles de metales pesados en la cuenca catalana del río Ebro. Evaluación del riesgo para la población y el ecosistema".
En esta tesis, que ha obtenido una calificación de excelente 'cum laude', Ferré ha realizado, durante dos años y medio, una diagnosis de la situación actual del tramo catalán del río Ebro y de la comarca del Priorat, mediante la evaluación del riesgo ambiental para la población y el ecosistema.
Núria Ferré ha explicado que para la evaluación del riesgo ambiental para la población se han tomado muestras de agua de consumo y suelos superficiales de las poblaciones de ribera potencialmente contaminadas con metales, y se ha calculado el riesgo potencial asociado a la ingesta y la absorción dérmica de metales del agua, así como a la ingesta, inhalación y absorción dérmica de los metales de las partículas de suelos.
El proyecto se ha basado en análisis físico-químicos y de metales (aluminio, arsénico, bario, berilio, cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, mercurio, manganeso, molibdeno, níquel, plomo, antimonio, selenio, estaño, talio, vanadio y zinc) en veinte puntos del tramo catalán del río Ebro, la mayoría situados en la zona de ribera.
También se han tomado muestras en diez puntos de la comarca del Priorat (río Siurana -afluente del Ebro- y Montsant y Cortiella -afluentes del Siurana-) y en otras zonas del Delta del Ebro, concretamente en la punta de la Banya y la bahía de Els Alfacs, ha añadido Ferré.
De los resultados obtenidos, la autora de la tesis doctoral ha destacado, sobre todo, que "el mayor riesgo" para la población no está relacionado con los lodos tóxicos de Flix, sino con "los pesticidas, plaguicidas y fertilizantes que se emplean en la agricultura, incluso en la ecológica", ha agregado .
En este sentido, los altos niveles de zinc y cobre que contienen estos productos van a parar al agua, que en algunos puntos supera la dosis de referencia recomendada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
"Aunque se rebasen estos niveles, no significa que haya un riesgo evidente para la población", ha apuntado Ferré, que ha recalcado que la tesis trabaja siempre bajo la hipótesis del "peor escenario posible".