Como sucediera hace quince años, los regantes de la vega alta rechazan el proyecto del Ministerio de Medio Ambiente de entubar toda el agua que llega desde la cabecera del Tajo para los abastecimientos de la cuenca del Segura. Esta inversión de más de 300 millones de euros ya ha salido a información pública y supone construir 146 kilómetros de canales para transportar el agua desde el pantano del Cenajo hasta las potabilizadoras de Canales del Taibilla, por lo que ese caudal ya no bajaría por el cauce natural del río, desde Calasparra hasta Blanca. Este volumen de agua suma unos 130 hectómetros cúbicos anuales y representa más del 40% del caudal del Segura. El presidente de la Junta Central de Usuarios Regantes del Segura, Isidoro Ruiz, considera que la construccción de estas tuberías «afectará negativamente a los principales valores medioambientales asociados al río, como la fauna, la flora y el paisaje. Provocará una regresión medioambiental en la vega alta de Segura. En los años de escasas aportaciones de agua las tensiones hidrostáticas sobre el manto subálveo del río afectarán igualmente a los acuíferos al bajar drásticamente los niveles de agua por el cauce principal». Isidoro Ruiz estima, que según el proyecto, desaparecería a través de los canales más de la mitad del agua que transporta habitualmente el río entre el embalse del Cenajo y el Azud de Ojós. Apunta asimismo que el entubamiento afectará a las zonas protegidas como LIC de la vega alta y los ríos Alhárabe y Moratalla, sobre una superficie de casi 11.000 hectáreas; así como a la reserva natural de Cañaverosa y el Cañón de Almadenes. Añade el dirigente de los regantes de esta zona que la obra «también es contraria al Plan de Cuenca del Segura, que establece como prioridad la circulación de todas las aguas por los cauces naturales para favorecer sus condiciones ambientales». A juicio de Isidoro Ruiz, también se oponene al proyecto los municipios ribereños, entre ellos Calasparra y Cieza y asociaciones ecologistas, que han constituido una plataforma junto con los regantes «para evitar que siga esta obra adelante». Cree que el entubamiento va en contra de lo anunciado por el Gobierno de la nación y el Ministerio de Obras Píublicas de recuperar los cauces fluviales. «Ahora patrocinan esta conducción cerrada para secuestrar una gran parte del agua que fluye por el río», señala en referencia al Ministerio de Medio Ambiente. Compra de caudales Por otro lado, el Ministerio de Medio Ambiente autorizará dentro de unos días la operación de compra de derechos de agua a los regantes del Canal de las Aves de Aranjuez, en la provincia de Madrid. El volumen en esta ocasión será inferior a los 30 hectómetros cúbicos. Servirán como reserva estratégica para los abastecimientos de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. Esta operación de compra de derechos sobre las concesiones del Tajo es la segunda que se realiza este año, después de la anterior que formalizó el Sindicato Central de Regantes con sus colegas de Estremeras. En el anterior año hidrológico también se ejecutaron ambas operaciones, la cuales considera el Ministerio como caudales trasvasables a todos los efectos. Por otra parte, se espera una nueva visita de la ministra Cristina Narbona, probablemente a la planta desalinizadora de Valdelentisco (Cartagena), que se pondrá en funcionamiento en breves fechas.