Los regantes almerienses vuelven a comprar agua en el Guadalquivir

Lun, 09/07/2007

Europa Sur

Si el año pasado fue en los arrozales sevillanos, donde ejecutaron, y a golpe de talón, una compra masiva de tierras para adjudicarse sus derechos hídricos y llevárselos a Almería, ahora los regantes de la comarca hortofrutícola del Almanzora andan a la desesperada buscando en la cuenca del Guadalquivir agricultores que les vendan agua con la que salvar sus cultivos. Se ha cerrado ya una importante operación en Córdoba, y otra está en plena negociación en esa provincia y, de nuevo, en la de Sevilla.


En concreto, han adquirido a las dos comunidades de regantes que se nutren del embalse cordobés Bembézar los derechos anuales -esto es, sólo para este año- sobre 16 hectómetros cúbicos de agua, con un desembolso cercano a 3 millones de euros, según ha podido saber este periódico. El precio pagado, 18 céntimos por metro cúbico.


Esta operación, que es la segunda compra de recursos hídricos para la agricultura que se realiza en Andalucía -la primera fue la labrada en el arrozal-, comenzó a fraguarse allá por marzo pasado, pero se ha llevado con sumo sigilo para no agregar más polémica a la actual campaña de riegos en la cuenca del Guadalquivir, donde una gran parte de sus regantes, todos aquellos que se acogen a los pantanos de la regulación general del río, han tenido recortes en sus dotaciones debido al bajo nivel almacenado (en estos momentos, sólo el 32 por ciento).


La transacción, concebida como contrato privado entre esas dos comunidades de regantes cordobesas que venden y la sociedad Aguas del Almanzora, la que compra, goza de todas las bendiciones de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la Administración autonómica -a través de la Consejería de Agricultura y Pesca y la Agencia Andaluza del Agua- y el Ministerio de Medio Ambiente. Todas son preceptivas, al tratarse de una transferencia entre cuencas y estar Almería al margen de la CHG.


Pero en los campos del Almanzora hay más sed, ante la negativa del órgano regulador del Guadalquivir a incrementar, en un contexto de sequía como el actual, el volumen hídrico que se cede a Almería desde el pantano granadino Negratín, a través de decenas de kilómetros de tuberías -un trasvase en toda regla que lleva funcionando varios años, autorizado por el Ministerio de Medio Ambiente y no exento de polémica-. Por ello, están en conversaciones para adquirir otros 15 hectómetros cúbicos a las dos comunidades de regantes antes citadas, la también cordobesa que irriga con las aguas del embalse de Guadalmellato y la sevillana del Viar, cuyas tomas dependen del pantano Pintado, en la Sierra Norte.


¿Y por qué precisamente esas infraestructuras hidráulicas? En primer lugar, porque están adscritas a comunidades de regantes concretas, al ser las que, en su día, financiaron la construcción, y, por tanto, se consideran ajenas al sistema de regulación general del río, conformado éste por 15 embalses de usos agrarios, siendo el aporte principal de agua para la agricultura de la cuenca. Y en segundo lugar, porque son las que actualmente presentan mejor situación hídrica: Bembézar y Pintado están al 86 por ciento de su capacidad y al 76 por ciento, Guadalmellato.


Desde la comunidad de regantes del Viar reconocen la existencia de contactos con los almerienses, pero matizan que no hay acuerdo para la cesión de los derechos y es difícil que fructifique. 'Antes que dinero encima de la mesa preferimos guardar el agua para años venideros, aunque sí, seguimos hablando'.


Al margen de los 3 millones de euros ya gastados este año, Aguas del Almanzora calcula que los 15 hectómetros que aún necesita conlleva un desembolso similar. El volumen hídrico comprado será extraído del Negratín, mientras que las comunidades de regantes que venden cederán el agua al resto de la cuenca.