Un estudio confirma la existencia de filtraciones en la presa de Cornalvo

Lun, 02/07/2007

Hoy

La Confederación del Guadiana redacta un proyecto para reforzar su estructura y cumplir con las normas de seguridad La entidad estima que la puesta en marcha del plan supondrá un coste presupuestado en cuatro millones y medio de euros

La Confederación Hidrográfica del Guadiana ya ha terminado el primer estudio geofísico y estructural que se ha realizado a la presa de Cornalvo, cuya principal conclusión es la necesidad de abordar un plan de refuerzo de la estructura y de mejora de la seguridad del embalse tras confirmar la existencia de filtraciones y otras deficiencias de seguridad en esta presa aún en activo, declarada monumento nacional en 1912 y de la que se abastecen las poblaciones de Trujillanos, Mirandilla, San Pedro de Mérida, Aljucén y El Carrascalejo.

El exhaustivo trabajo, el primero de estas características que se acomete en una presa dependiente de esta Confederación, según destacó el responsable José Martínez, fue realizado por la empresa de ingeniería Typsa.

El objetivo que perseguía este estudio era doble, explica Martínez. Por un lado, pretendía conocer la estructura real de la presa y las características de los materiales con los que fue construida en teoría hace más de 2.000 años por los romanos.

Esta pretensión resultaba un poco complicada, pues la presa actual es el resultado de diversas actuaciones y reparaciones llevadas a cabo sobre la presa original, la más importante de las cuales se llevó a cabo en la primera mitad del siglo XX, por lo que se sabía que su estructura interna sería compleja.

El otro objetivo era la evaluación cuantitativa y precisa de las condiciones de seguridad reales de la presa para plantear las actuaciones con las que mejorar sus condiciones de seguridad.

Aunque ya se sospechaba cuál podía ser el origen de las filtraciones detectadas, la realización de numerosos y profundos sondeos a lo largo del embalse ha permitido confirmar que estas fugas tienen su origen en las fisuras que se producen en el contacto de los cimientos con el lecho de pizarra de la presa.

Lecho de pizarra

Esta piedra de pizarra le da gran estabilidad a la construcción, como destaca José Manuel Balsa, uno de los responsables del estudio, pero también presenta el inconveniente de la aparición de roturas y lascas por las que se va abriendo paso el agua, restando así estabilidad y seguridad a la obra.

El análisis del material constructivo del interior del dique ha aportado datos muy interesantes sobre la estructura de la presa, y también ha confirmado que sus niveles de resistencia ante los empujes hidroestáticos no cumplen con los coeficientes de seguridad que exige la normativa española, recogida en el Reglamento Técnico de Seguridad de Presas y Embalses.

Sin embargo, José Martínez aclara que estas deficiencias no son en absoluto preocupantes, ni existen motivos para la alarma, ya que la Confederación mantiene desde hace tiempo una estrecha vigilancia sobre la zona. Además, no permite que el nivel del embalse aumente nunca más allá de la cota de los 308 metros, limitando así su capacidad de almacenamiento, que teóricamente podría alcanzar los tres hectómetros cúbicos.

Plan de mejora

Para solucionar estos problemas y adaptar las condiciones de seguridad de esta antigua presa a lo que establece la ley, la Confederación ha diseñado un proyecto de mejora y refuerzo estructural presupuestado en 4,5 millones de euros.

Este proyecto, actualmente sometido al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental, contempla la ejecución de tres medidas, principalmente. La primera de ellas, y una de las más importantes, es la construcción de una pantalla impermeable de bentonita-cemento en el interior del terraplén de la presa, que será completamente invisible y no afectará ni al paisaje ni a la contemplación de la presa.

Esta pantalla, que llegará hasta el interior del lecho de piedra en el que se cimenta la estructura de la presa, detendrá gran parte de las filtraciones y evitará que sigan erosionando el terraplén situado detrás del muro de contención.

Otra medida que reforzará la seguridad del embalse es la construcción de un conducto de desagüe de medio fondo, ya que la actual tubería que transcurre por una galería subterránea resultaría inútil en caso de que hubiera que realizar un vaciado urgente de la presa por algún accidente o catástrofe natural.

La tercera actuación contemplada en el proyecto, según explica José Martínez, es la instalación de un aliviadero en la cota 310, lo que garantizará que el embalse se pueda mantener siempre en sus niveles de seguridad por mucho que llueva en el futuro.

El plan también prevé la realización de otras actuaciones de tipo ambiental, que mejorarán el entorno, de gran valor natural y paisajístico para la zona.