Más de 320 intervenciones de los bomberos tras la tormenta en Madrid
Mié, 23/05/2007
Las lluvias, muy intensas pero de corta duración, que cayeron a última hora de la tarde de hoy sobre la Comunidad de Madrid obligaron a los bomberos a efectuar al menos 322 salidas, de las que 90 fueron en la capital y 232 en el resto de la región, según los datos provisionales facilitados a Efe por Emergencias Madrid y Emergencias 112 y recabados hasta las once de la noche.
Como consecuencia de la tromba de agua se derrumbaron tres de las cinco plantas de un edifico en construcción situado en el número 13 de la calle del Maestro Arbós (Arganzuela), sin que se registraran víctimas.
La lluvia también obligó a interrumpir el servicio de Metro en tres de sus líneas: la 2 estuvo 40 minutos sin servicio entre las estaciones de Santo Domingo y Quevedo; la 4, entre San Bernardo y Argüelles, permaneció una hora; y la 5 entre Acacias y Oporto desde las 21.15, informaron a Efe fuentes del metropolitano.
Las mismas fuentes añadieron que la estación de Marqués de Vadillo (línea 5) sufrió una gran inundación al reventar un colector de saneamiento exterior, que obligó a desalojar a los usuarios que se encontraban en los andenes. Allí, un trabajador de metro tuvo que ser atendido por el Samur-Protección Civil tras sufrir una caída A medianoche permanecía cerrada la estación de Marqués de Vadillo y los trenes no paraban en ella, aunque el resto de la línea funcionaba con normalidad tras restablecerse el servicio en el tramo suspendido.
Los distritos más afectados fueron Usera y Carabanchel, aunque por toda la ciudad los servicios de emergencias se tuvieron que emplear a fondo para achicar agua de garajes y sótanos y para retirar ramas desprendidas y árboles derribados de la vía pública.
En Chamberí, por ejemplo, un árbol de la calle de Viriato se tronchó y una parte calló en la calzada, y en la calle de Isaac Peral, a la altura de Julián Romea, se desplomó otro árbol e invadió dos carriles.
Numerosas balsas de agua se formaron en la vía pública y complicaron la circulación.
Así, en la M-30, en la avenida de la Ilustración, a la altura de la calle de Nueva Zelanda, el mismo tramo que se inundó hace dos días, las alcantarillas no daban a basto y se formó una enorme balsa de agua que obligó a cortar el tráfico al menos un cuarto de hora.
En el nuevo intercambiador de autobuses de Príncipe Pío el agua entró por las escaleras y por una claraboya e inundó parte del vestíbulo de entrada y de las plantas inferiores, alguna de ellas todavía en obras.
Vía Lusitana, plaza de España, Corazón de María fueron otros puntos de la capital donde el agua se acumuló formando grandes charcos.
La carretera de Extremadura (A-5) y la M-40, entre los kilómetros 21 y 26, también sufrieron problemas tras la tormenta.
En la Ciudad Universitaria se llegaron a recoger 12 litros por metro cuadrado en unos 15 minutos, y en Colmenar Viejo se registraron 16 litros en apenas diez minutos, según indicaron a Efe fuentes del Centro Meteorológico de Madrid.
Las mismas fuentes añadieron que la tormenta entró por el sur de la región y que estuvo acompañada por fuertes rachas de viento y abundante aparato eléctrico.
Por ejemplo, en la Ciudad Universitaria hubo rachas de hasta 50 kilómetros por hora y de hasta 70 kilómetros en Barajas.
Además, el Centro Meteorológico de Madrid contabilizó 400 rayos durante la tarde en la región madrileña.
La línea ferroviaria entre Madrid y Levante quedó interrumpida en las provincias de Toledo y Albacete por la inundación de las vías y afectó a una decena de trenes, informó Renfe.
El servicio de Emergencias 112 recibió 345 avisos entre las 20.00 y las 22.00, principalmente del sur de la región, en su mayoría para achicar agua de garajes y sótanos, sanear fachadas y retirar árboles y ramas de la vía pública, aunque ninguna de las intervenciones de los bomberos de la Comunidad de Madrid fue de gravedad.
Navalcarnero, Arroyomolinos, Parla, Móstoles, Villaviciosa de Odón, Loeches, Aranjuez y Madrid capital fueron algunos de los municipios más afectados, a tenor de las llamadas al teléfono de Emergencias 112.
Como consecuencia de la tromba de agua se derrumbaron tres de las cinco plantas de un edifico en construcción situado en el número 13 de la calle del Maestro Arbós (Arganzuela), sin que se registraran víctimas.
La lluvia también obligó a interrumpir el servicio de Metro en tres de sus líneas: la 2 estuvo 40 minutos sin servicio entre las estaciones de Santo Domingo y Quevedo; la 4, entre San Bernardo y Argüelles, permaneció una hora; y la 5 entre Acacias y Oporto desde las 21.15, informaron a Efe fuentes del metropolitano.
Las mismas fuentes añadieron que la estación de Marqués de Vadillo (línea 5) sufrió una gran inundación al reventar un colector de saneamiento exterior, que obligó a desalojar a los usuarios que se encontraban en los andenes. Allí, un trabajador de metro tuvo que ser atendido por el Samur-Protección Civil tras sufrir una caída A medianoche permanecía cerrada la estación de Marqués de Vadillo y los trenes no paraban en ella, aunque el resto de la línea funcionaba con normalidad tras restablecerse el servicio en el tramo suspendido.
Los distritos más afectados fueron Usera y Carabanchel, aunque por toda la ciudad los servicios de emergencias se tuvieron que emplear a fondo para achicar agua de garajes y sótanos y para retirar ramas desprendidas y árboles derribados de la vía pública.
En Chamberí, por ejemplo, un árbol de la calle de Viriato se tronchó y una parte calló en la calzada, y en la calle de Isaac Peral, a la altura de Julián Romea, se desplomó otro árbol e invadió dos carriles.
Numerosas balsas de agua se formaron en la vía pública y complicaron la circulación.
Así, en la M-30, en la avenida de la Ilustración, a la altura de la calle de Nueva Zelanda, el mismo tramo que se inundó hace dos días, las alcantarillas no daban a basto y se formó una enorme balsa de agua que obligó a cortar el tráfico al menos un cuarto de hora.
En el nuevo intercambiador de autobuses de Príncipe Pío el agua entró por las escaleras y por una claraboya e inundó parte del vestíbulo de entrada y de las plantas inferiores, alguna de ellas todavía en obras.
Vía Lusitana, plaza de España, Corazón de María fueron otros puntos de la capital donde el agua se acumuló formando grandes charcos.
La carretera de Extremadura (A-5) y la M-40, entre los kilómetros 21 y 26, también sufrieron problemas tras la tormenta.
En la Ciudad Universitaria se llegaron a recoger 12 litros por metro cuadrado en unos 15 minutos, y en Colmenar Viejo se registraron 16 litros en apenas diez minutos, según indicaron a Efe fuentes del Centro Meteorológico de Madrid.
Las mismas fuentes añadieron que la tormenta entró por el sur de la región y que estuvo acompañada por fuertes rachas de viento y abundante aparato eléctrico.
Por ejemplo, en la Ciudad Universitaria hubo rachas de hasta 50 kilómetros por hora y de hasta 70 kilómetros en Barajas.
Además, el Centro Meteorológico de Madrid contabilizó 400 rayos durante la tarde en la región madrileña.
La línea ferroviaria entre Madrid y Levante quedó interrumpida en las provincias de Toledo y Albacete por la inundación de las vías y afectó a una decena de trenes, informó Renfe.
El servicio de Emergencias 112 recibió 345 avisos entre las 20.00 y las 22.00, principalmente del sur de la región, en su mayoría para achicar agua de garajes y sótanos, sanear fachadas y retirar árboles y ramas de la vía pública, aunque ninguna de las intervenciones de los bomberos de la Comunidad de Madrid fue de gravedad.
Navalcarnero, Arroyomolinos, Parla, Móstoles, Villaviciosa de Odón, Loeches, Aranjuez y Madrid capital fueron algunos de los municipios más afectados, a tenor de las llamadas al teléfono de Emergencias 112.