La Generalitat de Catalunya mantiene activado el decreto de sequía en todo el territorio catalán como consecuencia de la entrada en fase de excepcionalidad 1 en la cuenca del río Llobregat, a pesar de que en las últimas semanas aumentó más de 10 hectómetros cúbicos su volumen, según informó hoy la conselleria de Medio Ambiente y Vivienda.

La activación del decreto comporta que los municipios restrinjan el riego en los parques y jardines, prohíban el uso de agua potable en fuentes, reaprovechen agua de piscinas y que reduzcan su uso en la limpieza de las calles, entre otras medidas.

En los últimos quince días, el Llobregat recibió agua de las lluvias de la primera semana de mayo, de la fusión de la nieve y las aportaciones de su afluente, el Bastareny, entre otros. A pesar de estas aportaciones, este sistema continua en fase de excepcionalidad 1.

Como consecuencia de esta situación se tomarán medidas en el territorio como la reducción en un 15% del agua para el riego agrícola o su sustitución por aguas regeneradas, la anulación de sus aplicaciones hidroeléctricas o la intensificación de los controles de los usuarios, entre otros.

AUMENTOS POCO SIGNIFICATIVOS.

La conselleria aseguró que en general los embalses y sistemas de aguas de Catalunya no aumentaron "significativamente" sus reservas de agua y en total el volumen embasado de las cuencas internas subió 21,5 hectómetros cúbicos.

Entre otros, el sistema La Muga se mantuvo estable pero por debajo de su media histórica, el Ter recibió las aportaciones más importantes en cuanto a las cuencas internas y el Foix disminuyó ligeramente su volumen.

El volumen de agua en Sau y Susqueda aumentó en 10,9 hectómetros cúbicos, mientras que el embalse de Catllar continúa en fase de excepcionalidad 1, con un aumento de 0,1 hectómetros cúbicos desde el 2 de mayo.