La Instalación de Tratamiento de Aguas Marinas (ITAM) de Blanes, que suministra a 14 municipios del Maresme y la Selva, retomará hoy su actividad habitual tras permanecer parada durante casi un mes debido al temporal que afectó sus instalaciones, ha informado el departamento de Medio Ambiente.
El temporal del pasado día 21 de abril afectó la desembocadura del río Tordera y al transformador existente en el delta del río, así como a las conexiones entre los pozos de extracción de agua marina y la desalinizadora, lo que obligó parar su actividad para poder llevar a cabo las reparaciones.
La desaladora reanudará hoy su actividad después de que anteayer finalizaran las obras de conexión provisional de cinco de los pozos de extracción de agua marina.
Las pruebas de funcionamiento que se han llevado a cabo hasta anteayer han sido satisfactorias y se prevé que el volumen de agua suministrada será el 50 por ciento de la capacidad nominal.
La conexión realizada tiene como objetivo restablecer con la mayor brevedad posible el suministro de agua de la desalinizadora, teniendo en cuenta que las actuaciones realizadas son de carácter temporal para poder retomar el funcionamiento de la planta ante la situación de sequía y evitar el uso de las reservas estratégicas del acuífero de la Tordera.
Este acuífero, en los últimos años ha experimentado una importante recuperación gracias a la desalinizadora.
Próximamente está previsto que se inicien las actuaciones previstas para trasladar el actual trazado de las tuberías hacia el interior de la playa para así asegurar una mayor protección en caso de un nuevo temporal como el que dañó esta instalación.
Esta es la segunda avería que sufre el transformador de la desalinizadora en pocos meses ya que el mes de octubre pasado la instalación dejó de funcionar durante un mes después de que un temporal dañase también un transformador muy próximo al mar.
La ubicación de este transformador tan cercano a la playa ha sido motivo de controversia desde su puesta en funcionamiento, en 2003.
La Agencia Catalana del Agua (ACA), que siempre ha culpado de los desperfectos de la planta al avance del mar a causa de la degradación de las playas, ha licitado las obras para instalar un sistema de captación más avanzado, lo que evitará, junto con el traslado del transformador, que se vuelvan a repetir este tipo de averías.