Los expertos consideran que el cambio climático reducirá la superficie agrícola valenciana

Mié, 16/05/2007

Levante

Los efectos del cambio climático en la agricultura valenciana se dejarán notar, en primera instancia, en las zonas de cultivos tradicionales de secano, en las comarcas del interior, y provocarán una reducción de la superficie dedicada a producción agrícola, según afirmó ayer en Valencia el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Premio Jaime I de Medio Ambiente de 1996, José Luís Rubio Delgado. Según el científico, « el desafío para la agricultura valenciana consistirá en tender hacia un nuevo modelo de explotación más ambiental n menos espacio ».

Así, afirmó que « la agricultura tradicional mediterránea se encuentra en una situación preocupante a causa del cambio climático y de los cambios económicos y sociales ». Para Rubio, el futuro de cultivos típicos de la cuenca mediterránea -y en concreto de la Comunitat Valenciana-, como la viña, pasaría por apostar por la especifidad y la calidad. En este sentido, Rubio sostuvo que « estos dos factores aportan valor añadido al producto». «De lo que hay que ser consciente -explicó-, es que, en el caso concreto de la viña, las zonas de cultivo cuyo suelo tienda a hacerse más hostil con el cambio climático desaparecerán, y sólo prevalecerán las zonas de mayor calidad ». Por ello el premio Jaime I de 1996 opinó que « nos encontramos en un período de grandes cambios y grandes desafíos -y añadió que- a la agricultura valenciana se le avecina una readaptación profunda ». Para superar los efectos perniciosos del cambio climático -que, según dijo el investigador « ha sido inducido, en cierta manera, por la acción humana »-, como la progresiva aridificación del territorio, los cambios en el ciclo biológico de las plantas o la aparición de plagas, « la explotacion agrícola y el propio agricultor deberán desempeñar una función de gestión ambiental, de salvaguarda de la calidad paisajística, de la biodiversidad y de los recursos naturales ». Rubio explicó que España « tiene una amenaza directa de desertificación en dos tercios de su territorio y, aún así se ha convertido en el quinto consumidor de agua dulce del mundo », aunque denunció que « la percepción social del problema es muy baja ».

El científico realizó estas declaraciones en las jornadas bajo el título "El futuro de la agricultura", organizada por la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la UPV.