La mitad de las fuentes del Maestrazgo se han secado o han perdido caudal en diez años
Lun, 14/05/2007
Más de la mitad de las fuentes del Maestrazgo -el 56%- ha perdido caudal o se ha secado por completo en la última década. Según un estudio sobre los manantiales, balsas y pozos de la comarca realizado por la empresa Sodemasa, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, el 44% de las 668 fuentes existentes en la Comarca vierte menos agua que hace diez años y el 12% se ha secado por completo -de ellas, la mitad se dan por perdidas para siempre-.
El inventario de manantiales, balsas y pozos, encargado por la Comarca, ha sido elaborado a partir de un extenso trabajo de campo con visitas a todos los puntos de agua que indicaban los vecinos entre agosto de 2006 y febrero de 2007. El director del estudio, Arturo Daudén, explicó que, para determinar la pérdida de caudal, se ha tenido en cuenta la información aportada por la población. Daudén añadió que la regresión demográfica de la Comarca y la sequía han provocado el abandono y la falta de mantenimiento de las fuentes, hasta el punto de que el 45% se consideran por "abandonadas".
Arturo Daudén señala que la situación "general" es de descuido y falta de mantenimiento de las fuentes. A su juicio, la mejor forma de conservarlas es "recuperando sus usos tradicionales", que incluyen el consumo doméstico y para el ganado de masías, abrevaderos, recreativo o para regar pequeños huertos. El aprovechamiento mayoritario de los puntos de agua inventariados es el de abrevaderos para el ganado -el 37%- seguido del riego de huertos, con el 16%, y el abastecimiento de masías, con el 10%. Sólo el 4% se emplea para el suministro de poblaciones.
La calidad de los caudales aportados es "muy buena", según Daudén, aunque los análisis indican que todas las aguas son "de mucha dureza", una característica asociada al carácter calizo de la zona. A pesar del buen estado general del agua, el 3% de las fuentes no son potables. En ellas, se detectó una concentración de nitratos superior a la permitida para el agua de boca. La presencia de este contaminante obedece a la actividad humana y puede corresponder a arrastres de abono químico o a vertidos de purines.
Arturo Daudén señala que, al realizar el catálogo, ha sido "imprescindible" la colaboración ciudadana, que ha aportado información sobre la ubicación de las fuentes, su caudal habitual y las tradiciones o historias asociadas. Toda esta información se ha recogido en una ficha para cada manantial, pozo o balsa. El inventario sitúa la fuente en un mapa, recoge su altitud, titularidad, usos y posibilidades de aprovechamiento, entre otras informaciones.
El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, resaltó, en la reciente presentación del trabajo en Fortanete, el "riguroso trabajo de campo" realizado por Sodemasa y la "colaboración activa" de la población para realizar el inventario, que es un documento abierto a incorporaciones. Los encargados del estudio contaron con la colaboración de cincuenta informadores de las 15 localidades de la Comarca.
Las visitas de los técnicos a las fuentes incluyeron la realización de análisis para conocer las principales características químicas del agua -alcalinidad, oxígeno disuelto, nitratos y dureza-. También se realizaron 13.200 fotos, una pequeña muestra de las cuales -en torno a 70- se expone desde el 7 de mayo en Fortanete. Arturo Daudén considera que este trabajo supone "un primer paso" para conservar y aprovechar este patrimonio.
El inventario de manantiales, balsas y pozos, encargado por la Comarca, ha sido elaborado a partir de un extenso trabajo de campo con visitas a todos los puntos de agua que indicaban los vecinos entre agosto de 2006 y febrero de 2007. El director del estudio, Arturo Daudén, explicó que, para determinar la pérdida de caudal, se ha tenido en cuenta la información aportada por la población. Daudén añadió que la regresión demográfica de la Comarca y la sequía han provocado el abandono y la falta de mantenimiento de las fuentes, hasta el punto de que el 45% se consideran por "abandonadas".
Arturo Daudén señala que la situación "general" es de descuido y falta de mantenimiento de las fuentes. A su juicio, la mejor forma de conservarlas es "recuperando sus usos tradicionales", que incluyen el consumo doméstico y para el ganado de masías, abrevaderos, recreativo o para regar pequeños huertos. El aprovechamiento mayoritario de los puntos de agua inventariados es el de abrevaderos para el ganado -el 37%- seguido del riego de huertos, con el 16%, y el abastecimiento de masías, con el 10%. Sólo el 4% se emplea para el suministro de poblaciones.
La calidad de los caudales aportados es "muy buena", según Daudén, aunque los análisis indican que todas las aguas son "de mucha dureza", una característica asociada al carácter calizo de la zona. A pesar del buen estado general del agua, el 3% de las fuentes no son potables. En ellas, se detectó una concentración de nitratos superior a la permitida para el agua de boca. La presencia de este contaminante obedece a la actividad humana y puede corresponder a arrastres de abono químico o a vertidos de purines.
Arturo Daudén señala que, al realizar el catálogo, ha sido "imprescindible" la colaboración ciudadana, que ha aportado información sobre la ubicación de las fuentes, su caudal habitual y las tradiciones o historias asociadas. Toda esta información se ha recogido en una ficha para cada manantial, pozo o balsa. El inventario sitúa la fuente en un mapa, recoge su altitud, titularidad, usos y posibilidades de aprovechamiento, entre otras informaciones.
El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, resaltó, en la reciente presentación del trabajo en Fortanete, el "riguroso trabajo de campo" realizado por Sodemasa y la "colaboración activa" de la población para realizar el inventario, que es un documento abierto a incorporaciones. Los encargados del estudio contaron con la colaboración de cincuenta informadores de las 15 localidades de la Comarca.
Las visitas de los técnicos a las fuentes incluyeron la realización de análisis para conocer las principales características químicas del agua -alcalinidad, oxígeno disuelto, nitratos y dureza-. También se realizaron 13.200 fotos, una pequeña muestra de las cuales -en torno a 70- se expone desde el 7 de mayo en Fortanete. Arturo Daudén considera que este trabajo supone "un primer paso" para conservar y aprovechar este patrimonio.