La USC alerta sobre la contaminación de purín en el Miño y sus afluentes

Mar, 08/05/2007

La Voz de Galicia

La cooperativa Gancobre desarrolla un plan informático para racionalizar los abonos El estudio de la posible presencia de contaminación producida por purín en cauces de agua y en terrenos de pastos de una zona situada dentro de la cuenca alta del Miño ocupa desde hace más de un año a profesores del campus de Lugo de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), que con las pruebas realizadas hasta ahora disponen ya de algunos elementos que les permiten establecer pautas para un futuro. Durante un año, en el tiempo comprendido entre abril del 2006 y abril del 2007, se tomaron muestras de agua en el río Magdalena, que discurre por cerca de Bretoña. Las tomas se realizaron una vez al mes, en partes del cauce siempre alejadas de la orilla, y se analizaron luego en laboratorios de la USC. María Luisa Fernández Pacios, profesora de Edafología del campus, manifestó ayer que los primeros resultados no eran alarmantes: «Por ahora -dijo- no se han visto graves problemas». La investigación realizada por la USC -que cuenta con la colaboración de la cooperativa Gancobre, con sede en Bretoña- incluye también la inspección de pozos, de pastos y de leche. Fernández Pacios afirmó que en el agua de los pozos se habían percibido algunas veces altas concentraciones de nitrato. El nivel máximo que tolera la Unión Europea para aguas potables está en 50 miligramos por litro, si bien la mencionada docente de la USC manifestó que esa agua no se empleaba para consumo humano: su principal destino es el riego de tierras de labor, y alguna vez, de manera esporádica, se emplea para dar de beber al ganado. El empleo del purín como abono de tierras de labor puede generar presencia de metales pesados como zinc o manganeso pero también de nitrógeno. Ninguna de las pruebas efectuadas hasta ahora ha revelado un alto porcentaje de los primeros, en tanto que la presencia del segundo puede responder a dos causas: tanto aparece en el purín como en los nitratos, usados también como abono de las fincas. Empleo racional Así las cosas, Fernández Pacios destacó que el problema no estaba tanto en el uso del purín y en el empleo de una cantidad que el suelo no pudiese absorber como en el modo, la cantidad y el momento en que se emplea. Sobre la primera circunstancia destacó que sería conveniente generalizar el empleo de máquinas que inyectan el purín en el suelo en lugar de esparcirlo por el aire: el sistema funciona ya en algunos lugares, aunque lejos de estar generalizado. En cuanto a lo segundo, lo conveniente es dar al suelo una cantidad de nitrógeno que con el aporte del purín puede resultar suficiente: en ese sentido recordó el trabajo de control promovido por Gancobre entre sus ganaderos asociados. Por último, la época del año en que se use el purín adquiere importancia: no es lo mismo, explicó la profesora Fernández Pacios, esparcirlo en épocas de lluvia o en otoño -período de poca actividad de muchas plantas- que en primavera -momento de crecimiento de las plantas-. Una de las innovaciones cuya importancia subrayó la profesora de Edafología es el empleo de un programa informático de recomendación de fertilizantes, que ha puesto en marcha Gancobre.