Más del 40% del agua que utilizan los campos de golf, especialmente de la Costa del Sol Occidental, es reciclada
Lun, 07/05/2007
(EUROPA PRESS) -
Los campos de golf del litoral malagueño, en torno a medio centenar, concentrados sobre todo en la Costa del Sol Occidental, necesitan entre 15 y 18 hectómetros cúbicos de agua para su riego, de los que en torno a una media que supera el 40% proceden de un tratamiento terciario --unos siete hectómetros--. Precisamente, el objetivo de este año es llegar a los nueve.
El uso de agua reciclada se da sobre todo en los campos de golf de la Costa del Sol Occidental, en los que hay 45, como reconoció el director general de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal, quien apuntó, no obstante, que "la parte oriental y la capital están en el camino".
Asimismo, Rodríguez Leal destacó que "en los últimos cinco años se ha conseguido duplicar el uso de agua reciclada". De hecho, afirmó a Europa Press que la Costa del Sol Occidental es "pionera" en este aspecto, al menos en lo que se refiere a la Península.
Aparte del agua reciclada, los campos de golf utilizan otra que procede de las balsas de las propias instalaciones, en las que se recoge el agua de lluvia, y también de pozos, que, según matizó el representante de la Cuenca Mediterránea Andaluza, es "prepotable, no es útil para el abastecimiento humano, sino que para ello necesitaría una potabilización anterior".
En este sentido, explicó que de los 0,6 ó 0,7 hectómetros cúbicos que, como media, utiliza un campo de golf, en torno a 0,3 serían agua de lluvia. Esta última cifra ha ido disminuyendo desde hace unos siete años, ya que antes se situaba en los 450.000 metros cúbicos. Ese descenso se debe, según dijo, a que "ahora se emplea un tipo de hierba que necesita menos agua y se están mejorando los sistemas de riego; en definitiva, el sector está siendo más eficiente".
CONDUCCIÓN Y REGULACIÓN
Rodríguez Leal señaló que para el uso de agua reciclada por parte de un campo de golf, al igual que en el caso de otras instalaciones, no sólo hay que llevar a cabo el tratamiento en una planta adaptada para ello, sino, además, es necesario contar con una red de conducción y regular su utilización e, incluso, si es necesario, volver a tratarla, en tanto que "cuando la guardas dos o tres meses, puede perder su calidad".
En la actualidad, agregó, "tenemos capacidad de producción y hay que mejorar los sistemas de distribución y la regulación, es decir, poder tener los depósitos para guardar el agua en cada una de las instalaciones". "Estamos convencidos de que el futuro es el agua reciclada y en ese sentido vamos a seguir trabajando", concluyó.
Los campos de golf del litoral malagueño, en torno a medio centenar, concentrados sobre todo en la Costa del Sol Occidental, necesitan entre 15 y 18 hectómetros cúbicos de agua para su riego, de los que en torno a una media que supera el 40% proceden de un tratamiento terciario --unos siete hectómetros--. Precisamente, el objetivo de este año es llegar a los nueve.
El uso de agua reciclada se da sobre todo en los campos de golf de la Costa del Sol Occidental, en los que hay 45, como reconoció el director general de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal, quien apuntó, no obstante, que "la parte oriental y la capital están en el camino".
Asimismo, Rodríguez Leal destacó que "en los últimos cinco años se ha conseguido duplicar el uso de agua reciclada". De hecho, afirmó a Europa Press que la Costa del Sol Occidental es "pionera" en este aspecto, al menos en lo que se refiere a la Península.
Aparte del agua reciclada, los campos de golf utilizan otra que procede de las balsas de las propias instalaciones, en las que se recoge el agua de lluvia, y también de pozos, que, según matizó el representante de la Cuenca Mediterránea Andaluza, es "prepotable, no es útil para el abastecimiento humano, sino que para ello necesitaría una potabilización anterior".
En este sentido, explicó que de los 0,6 ó 0,7 hectómetros cúbicos que, como media, utiliza un campo de golf, en torno a 0,3 serían agua de lluvia. Esta última cifra ha ido disminuyendo desde hace unos siete años, ya que antes se situaba en los 450.000 metros cúbicos. Ese descenso se debe, según dijo, a que "ahora se emplea un tipo de hierba que necesita menos agua y se están mejorando los sistemas de riego; en definitiva, el sector está siendo más eficiente".
CONDUCCIÓN Y REGULACIÓN
Rodríguez Leal señaló que para el uso de agua reciclada por parte de un campo de golf, al igual que en el caso de otras instalaciones, no sólo hay que llevar a cabo el tratamiento en una planta adaptada para ello, sino, además, es necesario contar con una red de conducción y regular su utilización e, incluso, si es necesario, volver a tratarla, en tanto que "cuando la guardas dos o tres meses, puede perder su calidad".
En la actualidad, agregó, "tenemos capacidad de producción y hay que mejorar los sistemas de distribución y la regulación, es decir, poder tener los depósitos para guardar el agua en cada una de las instalaciones". "Estamos convencidos de que el futuro es el agua reciclada y en ese sentido vamos a seguir trabajando", concluyó.