No obstante, el agua almacenada sigue siendo menos que la habitual para estas fechas, cuando queda poco más de mes y medio para que comience el verano.
Según el balance difundido ayer por el Ministerio de Medio Ambiente, la reserva hidráulica está al 63,3 por ciento de su capacidad total. Actualmente hay 34.298 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que representa un aumento de 362 hectómetros cúbicos (el 0,7 por ciento) con respecto a los niveles de la semana anterior. Aunque la reserva es claramente superior al 59,5 por ciento registrada el año pasado por estas fechas, sigue claramente por debajo del promedio de los últimos cinco años para finales de abril (67,2 por ciento) y también del último decenio, según datos oficiales.
Por cuencas, las reservas suben en todas con la excepción de los pantanos mediterráneos andaluces, que de media se mantienen en el 35,9 por ciento, y los de la cuenca atlántica andaluza, que bajan del 53,4 al 53,2 por ciento. Destacan, por su nivel, los embalses del Duero, que suben del 86,6 al 88,5 por ciento; y los del Ebro, que crecen del 73,3 al 75,1. En el Tajo, suben en conjunto del 62,6 al 62,9 pero sus embalses de cabecera están por debajo del 20 por ciento, mientras los de destino del trasvase que parte de estos pantanos -la cuenca del Segura- siguen mejorando y están de media al 22,5 por ciento, 9 décimas más que hace una semana. En el Júcar, las reservas crecieron del 21,7 al 22,6 por ciento.
Los pantanos del Guadiana crecen del 65,6 al 65,8 por ciento; y los del Guadalquivir suben del 46 al 46,2 por ciento. Las cuencas internas catalanas siguen en franca recuperación y suben del 47,3 al 48,5 por ciento. Las precipitaciones fueron abundantes, con una máxima de 78 litros por metro cuadrado y un promedio de 19,3 litros en la Península.
Las lluvias de las últimas semanas han permitido una recuperación de los embalses, pero siguen siendo inferiores a los últimos cinco años