La mayor cloaca de China

Mar, 17/04/2007

La Vanguardia

Corresponsal
pekín. - La contaminación, las presas construidas a lo largo de su recorrido y el intenso tráfico fluvial han convertido al mayor río de China en un enfermo. Así lo afirma el primer estudio sobre el estado de las aguas del Yangtsé, el tercer río más largo y más caudaloso del mundo, que los chinos llaman Changjiang, 'río largo'. El estudio ha sido divulgado este pasado fin de semana en la capital de la provincia de Hunan, Changsha.
El estado de sus aguas en el 10% de su recorrido de 6.240 kilómetros, desde la meseta tibetana hasta el mar de China, es declarado 'crítico', por el citado informe, un trabajo conjunto de la Academia de Ciencias china, el Ministerio de Recursos Hídricos y la organización conservacionista Worlwide Found for Nature (WWF). Casi el 30% de sus principales afluentes presentan niveles muy altos de contaminación. Según el investigador y geógrafo de Nanjing Yang Guisan, el impacto humano sobre la ecología del agua del río es 'mayormente irreversible'.
En cuarenta años la pesca ha descendido de 420.000 toneladas anuales a 100.000, señala la agencia Xinhua, que cita como últimas cifras las de 1990. El año pasado una expedición internacional declaró extinguido al baiji, el delfín blanco del Yangtsé, una especie con 25 millones de años de presencia en el lugar, que ha sido el mayor mamífero acuático desaparecido en medio siglo en el planeta.
'Los pescadores de la cuenca dicen que incluso si pescan algo del contaminado río, no se atreven a comerlo', dice Li Lifeng, director del programa de aguas de la sección china de WWF, en declaraciones reproducidas ayer por el diario China Daily.
El estudio considera que la faraónica y polémica presa de las Tres Gargantas, recién construida, ha empeorado la situación. En la zona de la presa el agua tiene el aspecto de la salsa de soja, explica un investigador citado por el diario. Los principales problemas se derivan del exceso de nitrógeno y fósforo, procedente de residuos domésticos y fertilizantes. A diferencia de las descargas de las grandes industrias, relativamente controlables, esa contaminación es más complicada de atajar porque su fuente son millones de personas. Al detener la corriente del río, la presa, dice el investigador, 'ha disminuido la velocidad de las aguas, reduciéndola a uno o dos centímetros por segundo, lo que ha debilitado la capacidad de regeneración del río'.
Entre 300 y 350 millones de chinos viven asomados a la cuenca del Yangtsé. Las ciudades de su curso, entre ellas Chongqing, Whuhan y Nanjing, arrojan al año 14.200 millones de agua contaminada, el 42% del total del agua residual de China. El Yangtsé representa el 35% de los recursos hídricos de China.

Una expedición internacional ha declarado extinguido el delfín blanco del Yangtsé