Asaja de Murcia, Albacete, Alicante y Almería suscriben una alianza en materia hídrica relativa a trasvases
Mié, 04/04/2007
(EUROPA PRESS) -
Las organizaciones provinciales de Asaja Almería, Albacete, Alicante y Murcia suscribieron hoy, en la capital murciana, un documento relativo a los problemas de escasez de agua en el sureste español y a la planificación hidrológica en España, y convinieron concretar una alianza en materia hídrica entre dichas organizaciones que incluye los trasvases.
El secretario general de Asaja Murcia, Alfonso Gálvez Caravaca, firmó este acuerdo junto con los presidentes de Asaja de Alicante, Eladio Aniorte, el de Almería, Francisco Vargas, y el de Albacete, José Pérez.
Entre los objetivos marcados destaca el rechazo del anteproyecto de Ley de Aguas en su redacción actual, en especial en lo referente al incremento del coste del agua para la agricultura, la falta de representación de los regantes y otros usuarios del agua en los organismos de cuenca.
Asimismo, acordaron el mantenimiento del acueducto Tajo-Segura con su actual régimen de explotación, con garantías de recursos hídricos suficientes para los regadíos de la cuenca cedente y el estudio de alternativas para mejorar las aportaciones de agua a la cabecera del Tajo, garantizando en envío de aguas excedentarias a las cuencas mediterráneas.
Igualmente, reclamaron la interconexión entre cuencas hidrográficas que permita repartir el "agua sobrante" entre comunidades autónomas, provincias y municipios; así como la mejora permanente en las infraestructuras hídricas que permitan hacer frente a la sequía actual y a otras sucesivas, garantizando el agua para los regadíos más eficientes, económicas y medioambientales.
A su juicio, la solución al déficit estructural de las cuencas mediterráneas pasa necesariamente por la ejecución del trasvase del Ebro, tal y como estaba contemplado en el anterior Plan Hidrológico Nacional (PHN), cuyo trazado se iniciaba en la desembocadura del río Ebro finalizando en la provincia de Almería.
De igual modo, defendieron que las Administraciones públicas deben continuar apoyando la modernización de los regadíos, facilitando lo amortización de las inversiones de los regantes para ello, especialmente con la actual sequía que motiva una mayor falta de rentabilidad.
SITUACIÓN "CRÍTICA"
Gálvez Caravaca explicó que la agricultura se encuentra en un momento "verdaderamente crítico" para el sector, ya que hay una política hidráulica por parte del Gobierno central que "no convence a nadie" y le exigió "una solución definitiva al problema del agua", que a su juicio, pasa "necesariamente por la realización de trasvases y por la interconexión de cuencas".
En este sentido, consideró el anteproyecto de la Ley de Aguas "no sólo no soluciona esos problemas de déficit hídrico, sino que lo empeora, ya que se le quita protagonismo a la hora de participar a los regantes y se pretende realizar un aumento encubierto del precio del agua, cosa que no podemos aceptar".
Al tiempo que argumentó que "el agua desalada no soluciona el problema y es muy cara, y con esta Ley de Aguas, el agua trasvasada también puede ser objeto de un aumento de precio que no puede asumir a día de hoy el agricultor, y menos aún con la permanente crisis de precios".
Por su parte, el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, manifestó que "después de la derogación del trasvase del Ebro no hemos conseguido mejorar la situación hídrica en nada, porque las desaladoras que habían proyectadas están sacando agua y solucionan el tema del abastecimiento, pero en el tema de regadío no se ha arreglado nada".
De hecho, añadió, "se ha perdido el tiempo" y apostó por "buscar un consenso hídrico de los partidos mayoritarios", al tiempo que apuntó que "todo esto ocurre porque tenemos unos políticos sin categoría para estar donde están y lo único que hacen es conservar un sillón que le hemos dado con los votos, sin desarrollar su trabajo".
"Para arruinarnos no nos hacen falta los políticos", espetó, "los políticos se echan la culpa de unos a otros intentando sumar votos con la derogación o no de los trasvases".
Además, agregó, "nos quieres subir el recibo del agua, eso no puede ser, ya que hay suficiente para todos en España, y la prueba la tenemos en el Ebro hoy va a tirar al mar más de 100 trasvases en estas riadas".
En este sentido, consideró que "no es de sentido común que se diga que los trasvases hay que olvidarlos, porque se trasvasa la que sobra; y no es de sentido común que se tire agua dulce al mar y luego la tengamos que desalar con los gastos que conlleva".
Para Aniorte, la Ley de Aguas es un "desastre total", porque "todo el mundo va a querer un canon que le corresponda y el agua no se puede negociar porque es un bien que se necesita para vivir" y abogó por "luchar conjuntamente o el agua para regar y para beber va a ser más cara que la embotellada".
AGRICULTORES NO RIÑEN
El presidente de Asaja Albacete, José Pérez, coindió con su homólogo en que el problema lo "monta la clase política" y aseguró que los agricultores "jamás hemos reñido ni lo vamos a hacer por el agua, lo único que queremos es que nos den herramientas para poder desarrollarnos, para crear riqueza". Al tiempo que advirtió que "lo peligroso sería que la sociedad cayera en esas trifulcas".
Pérez recordó que se consiguió consenso con el trasvase del Ebro, "todos creíamos que era bueno para el desarrollo de las provincias, y para que las generaciones futuras tuvieran seguridad en su forma de viada", pero "luego llegaron las tensiones de aquellas comunidades que quieren estar por encima de las otras".
En esta línea, lamentó que haya "regiones que no pueden ver que otra progrese, eso es muy malo, inhumano y no de cristianos" y defendió que "hay agua para todos, lo que hay que hacer es administrarla bien".
En relación al trasvase Tajo-Segura aseguró que "tiene que seguir y puede seguir, pero si todos podemos utilizarla". "Lo que no pueda ser es que en Guadalajara pasen sed y por otros sitios corra el agua" y reconoció que en Castilla-La Mancha "hacen falta infraestructuras".
Las organizaciones provinciales de Asaja Almería, Albacete, Alicante y Murcia suscribieron hoy, en la capital murciana, un documento relativo a los problemas de escasez de agua en el sureste español y a la planificación hidrológica en España, y convinieron concretar una alianza en materia hídrica entre dichas organizaciones que incluye los trasvases.
El secretario general de Asaja Murcia, Alfonso Gálvez Caravaca, firmó este acuerdo junto con los presidentes de Asaja de Alicante, Eladio Aniorte, el de Almería, Francisco Vargas, y el de Albacete, José Pérez.
Entre los objetivos marcados destaca el rechazo del anteproyecto de Ley de Aguas en su redacción actual, en especial en lo referente al incremento del coste del agua para la agricultura, la falta de representación de los regantes y otros usuarios del agua en los organismos de cuenca.
Asimismo, acordaron el mantenimiento del acueducto Tajo-Segura con su actual régimen de explotación, con garantías de recursos hídricos suficientes para los regadíos de la cuenca cedente y el estudio de alternativas para mejorar las aportaciones de agua a la cabecera del Tajo, garantizando en envío de aguas excedentarias a las cuencas mediterráneas.
Igualmente, reclamaron la interconexión entre cuencas hidrográficas que permita repartir el "agua sobrante" entre comunidades autónomas, provincias y municipios; así como la mejora permanente en las infraestructuras hídricas que permitan hacer frente a la sequía actual y a otras sucesivas, garantizando el agua para los regadíos más eficientes, económicas y medioambientales.
A su juicio, la solución al déficit estructural de las cuencas mediterráneas pasa necesariamente por la ejecución del trasvase del Ebro, tal y como estaba contemplado en el anterior Plan Hidrológico Nacional (PHN), cuyo trazado se iniciaba en la desembocadura del río Ebro finalizando en la provincia de Almería.
De igual modo, defendieron que las Administraciones públicas deben continuar apoyando la modernización de los regadíos, facilitando lo amortización de las inversiones de los regantes para ello, especialmente con la actual sequía que motiva una mayor falta de rentabilidad.
SITUACIÓN "CRÍTICA"
Gálvez Caravaca explicó que la agricultura se encuentra en un momento "verdaderamente crítico" para el sector, ya que hay una política hidráulica por parte del Gobierno central que "no convence a nadie" y le exigió "una solución definitiva al problema del agua", que a su juicio, pasa "necesariamente por la realización de trasvases y por la interconexión de cuencas".
En este sentido, consideró el anteproyecto de la Ley de Aguas "no sólo no soluciona esos problemas de déficit hídrico, sino que lo empeora, ya que se le quita protagonismo a la hora de participar a los regantes y se pretende realizar un aumento encubierto del precio del agua, cosa que no podemos aceptar".
Al tiempo que argumentó que "el agua desalada no soluciona el problema y es muy cara, y con esta Ley de Aguas, el agua trasvasada también puede ser objeto de un aumento de precio que no puede asumir a día de hoy el agricultor, y menos aún con la permanente crisis de precios".
Por su parte, el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, manifestó que "después de la derogación del trasvase del Ebro no hemos conseguido mejorar la situación hídrica en nada, porque las desaladoras que habían proyectadas están sacando agua y solucionan el tema del abastecimiento, pero en el tema de regadío no se ha arreglado nada".
De hecho, añadió, "se ha perdido el tiempo" y apostó por "buscar un consenso hídrico de los partidos mayoritarios", al tiempo que apuntó que "todo esto ocurre porque tenemos unos políticos sin categoría para estar donde están y lo único que hacen es conservar un sillón que le hemos dado con los votos, sin desarrollar su trabajo".
"Para arruinarnos no nos hacen falta los políticos", espetó, "los políticos se echan la culpa de unos a otros intentando sumar votos con la derogación o no de los trasvases".
Además, agregó, "nos quieres subir el recibo del agua, eso no puede ser, ya que hay suficiente para todos en España, y la prueba la tenemos en el Ebro hoy va a tirar al mar más de 100 trasvases en estas riadas".
En este sentido, consideró que "no es de sentido común que se diga que los trasvases hay que olvidarlos, porque se trasvasa la que sobra; y no es de sentido común que se tire agua dulce al mar y luego la tengamos que desalar con los gastos que conlleva".
Para Aniorte, la Ley de Aguas es un "desastre total", porque "todo el mundo va a querer un canon que le corresponda y el agua no se puede negociar porque es un bien que se necesita para vivir" y abogó por "luchar conjuntamente o el agua para regar y para beber va a ser más cara que la embotellada".
AGRICULTORES NO RIÑEN
El presidente de Asaja Albacete, José Pérez, coindió con su homólogo en que el problema lo "monta la clase política" y aseguró que los agricultores "jamás hemos reñido ni lo vamos a hacer por el agua, lo único que queremos es que nos den herramientas para poder desarrollarnos, para crear riqueza". Al tiempo que advirtió que "lo peligroso sería que la sociedad cayera en esas trifulcas".
Pérez recordó que se consiguió consenso con el trasvase del Ebro, "todos creíamos que era bueno para el desarrollo de las provincias, y para que las generaciones futuras tuvieran seguridad en su forma de viada", pero "luego llegaron las tensiones de aquellas comunidades que quieren estar por encima de las otras".
En esta línea, lamentó que haya "regiones que no pueden ver que otra progrese, eso es muy malo, inhumano y no de cristianos" y defendió que "hay agua para todos, lo que hay que hacer es administrarla bien".
En relación al trasvase Tajo-Segura aseguró que "tiene que seguir y puede seguir, pero si todos podemos utilizarla". "Lo que no pueda ser es que en Guadalajara pasen sed y por otros sitios corra el agua" y reconoció que en Castilla-La Mancha "hacen falta infraestructuras".