Asaja apunta que el déficit de la cuenca del Guadalquivir 'sólo se resolverá con la construcción de embalses pendientes'
Jue, 22/03/2007
(EUROPA PRESS) -
La organización agraria Asaja-Sevilla reclamó la finalización de los embalses pendientes para incrementar la oferta hídrica de la cuenca del Guadalquivir y consideró que "sólo con la construcción de esos embalses pendientes se resolverá el déficit hídrico de la cuenca".
En una nota, la organización agraria indicó que el déficit de la cuenca del Guadalquivir, "se cifra en 500 hectómetros cuando en realidad alcanza los 700 hectómetros". Aseguró que "si todos estos embalses estuvieran construidos, la capacidad de embalse de la cuenca del Guadalquivir aumentaría casi en 2.000 hectómetros, pasando de los 6.921 hectómetros cúbicos actuales a 8.901 hectómetros, con lo que el déficit estructural de la cuenca quedaría resuelto".
Asaja indicó que "pese al otoño tan lluvioso que hemos tenido llegamos de nuevo al 22 de marzo, jornada en la que se conmemora el Día Mundial del Agua, sin ganas de celebraciones, pues siguen siendo noticia el déficit y la escasez de este recurso, puesto que la cuenca del Guadalquivir, que es la que surte al 80 por ciento del regadío andaluz, se encuentra al 30 por ciento de capacidad, y, por tanto, peor que hace un año".
Consideró que el volumen de 500 hectómetros cúbicos que dispondrán los regantes, anunciado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es "una cantidad ridícula que obligará a enormes restricciones y reducirá significativamente la superficie de riego".
Tras reiterar su petición de construcción de más embalses, Asaja lamentó que "políticos y responsables de la Administración siempre miran para otro lado y nos hablan de esa entelequia que se ha dado en llamar la 'Nueva Cultura del Agua'".
"Resulta mucho más fácil, más cómodo y más vistoso financiar organismos de dudosa eficacia, organizar jornadas, editar folletos y publicar anuncios que construir presas y microembalses sostenibles o permitir que otros los construyan, dado que la rentabilidad política de estas construcciones no se cosecha a corto plazo, y con frecuencia las inaugura alguien distinto a quien dirigió su ejecución, por lo que a efectos políticos carecen de interés", agregó Asaja.
Indicó que en los últimos diez años "no se ha ejecutado ni puesto en funcionamiento ni un solo embalse de los siete que estaban previstos en el Plan Hidrológico, y sólo tenemos tres en construcción, cuya finalización se ve cada días más lejana".
Asimismo, esta organización agraria consideró que el recién aprobado Plan Especial de Sequía "tampoco aborda el déficit hídrico de la cuenca, puesto que sólo supone una 'expropiación encubierta' del agua del sistema de regulación general, que se nutre de los pantanos construidos por y para los regantes y pagados en muchos casos por ellos mismos, por lo que se trata de una expropiación en toda regla".
En este contexto, a su juicio, "resulta imposible entender, salvo por razones de interés político o partidista, que continúe permitiéndose el incremento de la superficie de riego, o que se haya puesto en servicio el trasvase Negratín-Almanzora para dar agua a los regantes de Almería, contraviniendo con ello todas las directivas y todas las leyes existentes, pues una cuenca deficitaria no puede ser cuenca cedente mientras no se resuelva su déficit".
Por eso, Asaja-Sevilla, aprovechando el Día Mundial del Agua, exigió "una solución definitiva al déficit hídrico de la cuenca del Guadalquivir, que pasa necesariamente por el incremento de la oferta* a través de una política de ejecución de nuevos embalses que complementen el esfuerzo de modernización y ahorro que ya están practicando los agricultores".
La organización agraria Asaja-Sevilla reclamó la finalización de los embalses pendientes para incrementar la oferta hídrica de la cuenca del Guadalquivir y consideró que "sólo con la construcción de esos embalses pendientes se resolverá el déficit hídrico de la cuenca".
En una nota, la organización agraria indicó que el déficit de la cuenca del Guadalquivir, "se cifra en 500 hectómetros cuando en realidad alcanza los 700 hectómetros". Aseguró que "si todos estos embalses estuvieran construidos, la capacidad de embalse de la cuenca del Guadalquivir aumentaría casi en 2.000 hectómetros, pasando de los 6.921 hectómetros cúbicos actuales a 8.901 hectómetros, con lo que el déficit estructural de la cuenca quedaría resuelto".
Asaja indicó que "pese al otoño tan lluvioso que hemos tenido llegamos de nuevo al 22 de marzo, jornada en la que se conmemora el Día Mundial del Agua, sin ganas de celebraciones, pues siguen siendo noticia el déficit y la escasez de este recurso, puesto que la cuenca del Guadalquivir, que es la que surte al 80 por ciento del regadío andaluz, se encuentra al 30 por ciento de capacidad, y, por tanto, peor que hace un año".
Consideró que el volumen de 500 hectómetros cúbicos que dispondrán los regantes, anunciado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es "una cantidad ridícula que obligará a enormes restricciones y reducirá significativamente la superficie de riego".
Tras reiterar su petición de construcción de más embalses, Asaja lamentó que "políticos y responsables de la Administración siempre miran para otro lado y nos hablan de esa entelequia que se ha dado en llamar la 'Nueva Cultura del Agua'".
"Resulta mucho más fácil, más cómodo y más vistoso financiar organismos de dudosa eficacia, organizar jornadas, editar folletos y publicar anuncios que construir presas y microembalses sostenibles o permitir que otros los construyan, dado que la rentabilidad política de estas construcciones no se cosecha a corto plazo, y con frecuencia las inaugura alguien distinto a quien dirigió su ejecución, por lo que a efectos políticos carecen de interés", agregó Asaja.
Indicó que en los últimos diez años "no se ha ejecutado ni puesto en funcionamiento ni un solo embalse de los siete que estaban previstos en el Plan Hidrológico, y sólo tenemos tres en construcción, cuya finalización se ve cada días más lejana".
Asimismo, esta organización agraria consideró que el recién aprobado Plan Especial de Sequía "tampoco aborda el déficit hídrico de la cuenca, puesto que sólo supone una 'expropiación encubierta' del agua del sistema de regulación general, que se nutre de los pantanos construidos por y para los regantes y pagados en muchos casos por ellos mismos, por lo que se trata de una expropiación en toda regla".
En este contexto, a su juicio, "resulta imposible entender, salvo por razones de interés político o partidista, que continúe permitiéndose el incremento de la superficie de riego, o que se haya puesto en servicio el trasvase Negratín-Almanzora para dar agua a los regantes de Almería, contraviniendo con ello todas las directivas y todas las leyes existentes, pues una cuenca deficitaria no puede ser cuenca cedente mientras no se resuelva su déficit".
Por eso, Asaja-Sevilla, aprovechando el Día Mundial del Agua, exigió "una solución definitiva al déficit hídrico de la cuenca del Guadalquivir, que pasa necesariamente por el incremento de la oferta* a través de una política de ejecución de nuevos embalses que complementen el esfuerzo de modernización y ahorro que ya están practicando los agricultores".