Alonso (CHE) alerta de 'la situación muy difícil' de la Cuenca del Ebro y anuncia restricciones para el regadío

Jue, 15/03/2007

Europa Press

(EUROPA PRESS) -

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, avisó esta tarde de que la cuenca está atravesando "una situación muy difícil" debido a las escasez de precipitaciones tanto de nieve como de agua en parte del territorio que engloba la CHE. Alonso presidió hoy la primera reunión del Consejo del Agua del de la Cuenca del Ebro en los últimos seis años.

Alonso anunció que habrá restricciones en el abastecimiento para regadío en Bardenas y riegos del Alto Aragón. El canal de Aragón y Cataluña también está muy afectado, en especial los usuarios que se abastecen del río Noguera-Pallaresa, así como los regantes que se abastecen del Canal de Urgell. En la margen derecha del Ebro, los ríos con menos recursos en 2007 serán el Jalón, por tercer año consecutivo, y el Guadalope, hasta ahora bien nutrido. La situación en el pantano de Mequinenza ha mejorado por las últimas lluvias.

Alonso aclaró que la situación es "un poco mejor" que en años anteriores, pidió "prudencia" para asegurar los riegos y avisó de que "lo que tenemos --ahora-- es lo que tenemos", ya que las aportaciones de agua en las cabeceras de los ríos son escasas y las precipitaciones de nieve son, igualmente, escasas. "Hay muy poca" nieve, subrayó.

Precisamente, Alonso explicó que la CHE va a incorporar un nuevo sistema de medición para calibrar los espesores de las zonas con nieve, lo que ayudará a prever la cantidad de agua que puede llegar a los ríos, de la que dijo que depende de otras circunstancias meteorológicas, como el viento y el calor, que pueden acelerar la sublimación, es decir, la rápida conversión de la nieve y el hielo en vapor de agua.

El último informe sobre previsiones de nieve acumulada que realiza el servicio de Hidrología de la Confederación, a través de los cálculos del sistema ASTER (realizado el pasado 10 de marzo), indica que en las subcuencas pirenaicas se acumulan unos 617 hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve, muy por debajo de la misma semana de 2006 que superaba los 1.500 y del promedio de los últimos cuatro años que se sitúa por encima de los 1.600 hectómetros cúbicos en las cuencas pirenaicas.

En lo que se refiere a reservas de embalses de la Cuenca, se supera ligeramente el agua almacenada en 2005-2006, con un 66,2 por ciento de esta semana, frente al 62,8 por ciento del año pasado. En total, en la Cuenca del Ebro se alcanzan los 4.904 hectómetros cúbicos, por encima del promedio de los últimos años para esta semana, que es de 4.214 hectómetros cúbicos.

El presidente del organismo de cuenca explicó que "en ninguna ciudad" será necesario establecer restricciones del uso de agua de boca. José Luis Alonso prosiguió comentando que los regantes ya están aplicando restricciones y afirmó que se garantizará la continuidad del caudal ecológico mínimo de los ríos, si bien aclaró que "si en la cola de Yesa entran 3,5 metros cúbicos por segundo ese es el caudal" ecológico, ya que la naturaleza da esta cantidad.

PLAN DE LA SEQUÍA

El Consejo del Agua de la Cuenca del Ebro elevó hoy al Ministerio de Medio Ambiente su informe preceptivo para la aprobación definitiva del Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Eventual Sequía, tras el respaldo a este documento durante la reunión de esta mañana en Zaragoza. La aprobación por parte del Gobierno central se anunciará en las próximas semanas y el objetivo final es que se incorpore al nuevo Plan de Demarcación de la Cuenca del Ebro en 2009.

El documento definitivo recoge ya las alegaciones remitidas, un total de 19, tras el periodo de información pública y tras la presentación del borrador a la Junta de Gobierno y a la Comisión Permanente de Seguimiento de la Sequía de la Confederación Hidrográfica del Ebro. También incluye la preceptiva Memoria Ambiental del Plan de Sequía.

Los planes de sequía fueron incluidos en la Ley del Plan Hidrológico Nacional en 2001 como elemento para la prevención y el seguimiento de las sequías, pero se han desarrollado a lo largo de esta legislatura. España es el primer país que cuenta con estos documentos que quieren convertirse en una herramienta que permita que las sequías se empiecen a gestionar en época de lluvias, que es la clave para paliar sus efectos negativos.

El Plan Especial del Ebro tiene como objetivo la detección temprana y el seguimiento de las situaciones de sequía, y para ello cuenta con dos pilares: una batería de indicadores que califican la gravedad de la situación por cada zona, y un conjunto de medidas que se aplicarán según el nivel definido por estos indicadores.

Los índices para establecer los niveles de sequía se diferencian para cada una de las 17 juntas de explotación en las que se divide la Cuenca del Ebro, ya que no se da coincidencia en periodos de sequía en todas las zonas. Además, se tiene en cuenta qué zonas cuentan con infraestructuras de regulación y cuáles no están reguladas, ya que los efectos y las medidas a tomar son distintas.

Los indicadores se basan en registros históricos y utilizan los datos de reservas de embalses, aportaciones y caudales de los ríos, niveles piezométricos de acuíferos, volumen de nieve y precipitaciones. Con ellos se puede definir si una zona se encuentra en situación de normalidad, prealerta, alerta o emergencia.

Además, conforme a las directivas europeas, el Plan de Sequía ha sido sometido a Evaluación Ambiental Estratégica, por lo que ha sido redactado su Informe de Sostenibilidad Ambiental, que identifica los elementos hídricos más vulnerables a las condiciones de sequía.

Este Plan sigue las líneas del Programa A.G.U.A. (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua), del Ministerio de Medio Ambiente que desarrolla todo tipo de acciones para la gestión, reutilización y ahorro del agua.

Por otra parte, José Luis Alonso informó al Consejo del Agua sobre la plaga del mejillón cebra, resumiendo la evolución de la plaga y anunciado, a los miembros del Consejo, la realización de fuertes inversiones en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) para tratar de encontrar un remedio contra esta especie alóctona. El Plan de choque contra la plaga incluirá medidas de información y control de las embarcaciones, explicó Alonso, quien apostó por trazar una estrategia europea contra el mejillón cebra.