La estación depuradora de aguas residuales Arrona Mendi, ubicada en las cercanías de Sakoneta, en Deba, sufrió la pasada semana el ataque de un vertido de origen industrial para cuyo tratamiento no está preparada. A consecuencia de este hecho, la maquinaria de la depuradora quedó inutilizada 'entre dos y tres días', de modo que las aguas contaminadas que durante ese periodo pasaron por las instalaciones acabaron desembocando en el mar, prácticamente, tal y como llegaron. Concretamente, las aguas que no pudieron ser depuradas desembocaron en el centro del tramo de rasa mareal (de ocho kilómetros de extensión) que el Gobierno Vasco tiene intención de declarar como biotopo protegido 'en el plazo de un año', según anunció la consejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga, en una visita realizada a la zona el pasado 19 de febrero en compañía de diversas personalidades. 'Pensábamos que tras el ataque la depuradora se había muerto, pero afortunadamente reaccionó bien y a los pocos días ya estaba funcionando a pleno rendimiento', explicó ayer el responsable de Gipuzkoako Urak en la comarca de Debabarrena, Juan Manuel Arriola. El propio Arriola reconoció que hasta que se solucionó la situación las aguas residuales fueron a parar al mar 'en malas condiciones'. La misión de la depuradora de Arrona Mendi es sanear las aguas residuales de carácter urbano que se generan tanto en el barrio de Itziar como en el núcleo urbano de Deba. Sin embargo, la infraestructura no está preparada para tratar los fluidos de origen industrial. Según explicó el responsable de Gipuzkoako Urak en la comarca, 'el vertido atacó directamente a las bacterias amigas que se encargan de depurar el agua y, por ese motivo, las instalaciones no pudieron realizar la función que les corresponde'. Arriola considera que el citado vertido tiene su origen en el entorno industrial de Itziar, aunque precisó que es 'muy difícil saber su procedencia exacta'. En cualquier caso, Arriola adelantó que Gipuzkoako Urak investigará el origen de los vertidos 'para determinar si se ha tratado de un accidente o si, por el contrario, ha sido una acción premeditada y con el agravante de haberse realizado en días de lluvia'. Los responsables de la estación depuradora desconocen la naturaleza de los vertidos que afectaron a la maquinaria, aunque descartan que hayan sido disolventes o pinturas. 'En esos casos es fácil de detectar su procedencia, pero cuando los ataques se producen con otras sustancias como metales pesados no resulta tan sencillo', aseguran. desconocimiento El alcalde de Deba, Jesús María Agirrezabala, se llevó ayer una sorpresa mayúscula al enterarse, a través de la llamada de este periódico, de la situación originada días atrás en torno a la depuradora de Arrona Mendi. Agirrezabala aseguró 'desconocer completamente' el tema de los vertidos, al tiempo que mostró su preocupación por lo sucedido y su esperanza en que 'los hechos se aclaren y no se vuelvan a repetir'. Quienes sí tuvieron constancia de que 'algo anormal' estaba sucediendo en la planta depuradora son las personas que se encuentran realizando labores de limpieza en los montes colindantes a la estación. 'No podemos decir qué, pero algo no iba bien la semana pasada. Hubo mucho más movimiento de gente y de vehículos del habitual en las instalaciones', puntualizaron.
El agua sin depurar fue a parar a la rasa mareal entre Deba y Zumaia, que será declarada en un año biotopo protegido