Zaragoza consume la misma agua que hace cuatro décadas a pesar de que tiene 200.000 habitantes más. Esta sustancial mejora ha sido posible gracias a la renovación de la red de abastecimiento y saneamiento de la ciudad y a la sensibilización ciudadana, que ha logrado que el año pasado se cerrará con una gasto de 64,1 hectómetros cúbicos, por debajo de los valores previstos en el plan renove
de tuberías para el final del periodo 2002-2009, cuya meta era llegar a los 65 hectómetros.
Estos datos salieron ayer a relucir en las jornadas sobre el ciclo integral del agua organizadas por UGT, en las que se constató el espectacular avance logrado en algo más de una legislatura y que ha permitido que el consumo medio por habitante y día se reduzca ya a 104 litros. La media nacional está en 171 litros, mientras que en las grandes ciudades oscila entre los 167 litros de Valencia y los 125 de Bilbao. El secretario de Medio Ambiente del sindicato, José Manuel Solanas, subrayó que las cifras ponen a Zaragoza a la altura de las ciudades europeas.
AÑO RÉCORD El teniente de alcalde de Conservación de Infraestructuras, Jesús Sarría, destacó en su comparecencia que el ritmo de sustitución de viejas tuberías se ha cuadruplicado desde que se pusiera en marcha el plan municipal en la época del PP "En la década de los 90 se renovaron 52 kilómetros, a un media anual de 5,2 kilómetros, y desde la vigencia del plan, 104 kilómetros, lo que representa 21,4 kilómetros por año desde el 2002. El año pasado se batió el récord con 31 kilómetros cambiados", añadió.
Sarría recordó que en el 2002 se registraron hasta 700 roturas ante la gran cantidad de tuberías de fibrocemento y de fundición gris que aún atravesaban el subsuelo de la ciudad. El año pasado, las incidencias se redujeron a 396, en lo que ha influido el hecho de que las tuberías más antiguas, las de fundición gris, se han reducido a la mitad y las de fibrocemento, las más problemáticas, han pasado de tener 451 a 366 kilómetros.
MÁS TUBERÍAS Y MENOS ROTURAS Los nuevos tramos y las renovaciones se acometen con conducciones de fundición dúctil, que se adaptan al terreno y provocan un reducido índice de incidencias. Esto ha permitido la reducción de roturas pese a que la red del subsuelo ha pasado de los 876 kilómetros de principios de los 90 a los 1.190 kilómetros al cierre del año pasado.
El concejal delegado del Ciclo Integral del Agua adelantó que se ha solicitado un informa a los técnicos del servicio de Infraestructuras para que evalúen las fases de renovación y planteen posibles cronogramas para planificar y coordinar la sustitución de las viejas tuberías pendientes con las obras de renovación de calles y de grandes proyectos como el tranvía. Aunque no quiso aventurar una fecha para concluir la sustitución de las tuberías pendientes, de mantenerse el actual ritmo harían falta todavía once años.
Con el tratamiento de fangos de la depuradora de Casablanca ya se permitió ahorrar cinco hectómetros cúbicos, a los que se sumarán otros dos cuando se hayan cubierto y remodelado los depósitos situados en este barrio.
Por su parte, la concejala de Medio Ambiente, Lola Campos, señaló que Zaragoza ha creado escuela "en el buen uso del agua", una tarea en la que se piensa insistir en los próximos años con la creación de una ordenanza. Campos apuntó que en el concurso para la renovación de la contrata de basura se tendrá muy en cuenta los criterios ambientales, como es el caso del uso eficiente del agua para el baldeo de las calles. La eficiencia será otro de los objetivos, dado que Zaragoza ya es la tercera ciudad con más zona verde del país.