La crecida del Nalón por las lluvias desata un reguero de inundaciones

Lun, 19/02/2007

La Voz de Asturias

La brusca llegada de las lluvias y el frío a lo largo del sábado y durante la madrugada del domingo dejó en Asturias un reguero de inundaciones, especialmente en el curso del río Nalón cuyas crecidas complicaron la situación en Langreo y también a la altura de su desembocadura en Pravia y Candamo.
Una de las zonas más afectadas por las riadas fueron las de las comarcas del Nalón y el Caudal. Las lluvias caídas durante la noche; la situación de las presas en el río Nalón y los desbordamientos de los ríos afectaron especialmente al municipio de Langreo, donde hubo que evacuar a unas 60 personas de las localidades de Meriñán, El Sutu y La Baragaña y donde quedó cortado el Corredor del Nalón en varios puntos cercanos a Lada. En Laviana, el punto más afectado fue El Condado, y en la comarca del Caudal hubo alguna pequeña inundación en carreteras y argayos en la carretera de acceso a Carabanzo.

Las fuerzas de seguridad y protección civil de las comarcas mineras colaboraron ayer en la atención a los distintos puntos afectados por las inundaciones. Los casos más graves se produjeron en Meriñán, El Sutu y La Baragaña. En el primer caso afectó sólo a dos viviendas en el pueblo de ese nombre, y a doce familias de la barriada de la térmica. Los vecinos comprobaron sobre las diez de la mañana que el agua había rodeado los edificios y no podían salir.
SE VEIA VENIR Algunos vecinos eran reacios a abandonar sus domicilios, pero el río había llegado ya a la altura de las cajas de los contadores eléctricos, y por seguridad hubo que cortar el suministro eléctrico. Un jeep de Protección Civil se vio obligado a entrar en el río para ir rescatando a los vecinos, familia a familia, y la operación se prolongó durante varias horas, lo que crispó a algunos de los afectados, que criticaron los pocos medios disponibles, ya que se vieron obligados a sacar con
sus propios vehículos particulares a algunos vecinos, una maniobra peligrosa. Solo una familia de cuatro personas no quiso abandonar su domicilio a pesar de las indicaciones.
Entre los rescatados había varios niños y ancianos. Entre ellos, Sara Uribelarrea, una vecina de 85 años, que lleva 42 años en Meriñán y lloraba cuando la sacaron de su casa con unas pocas pertenencias. Todos los vecinos coinciden en afirmar que este suceso "se veía venir". Aseguran que el barrio se inundó porque, con las obras del Corredor del Nalón, se cerró la salida natural del afluente Montés que corre cerca de estas casas.