Las lluvias obligan a realizar un desembalse de emergencia en el Ebro para que no se desborde

Mié, 14/02/2007

La Verdad

La CHE envía hasta 200 m3 por segundo al mar para mantener un nivel de seguridad en los pantanos de cabecera P. R./ALICANTE AGUA. El embalse de Mequinenza, en fotografía de archivo. / L. V.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) comenzó el lunes un desembalse de caudales controlado desde el embalse de Yesa, en la cuenca del río Aragón. Esta maniobra tiene como objetivo mantener un nivel de seguridad del embalse tras las últimas precipitaciones recogidas en la cabecera del río Aragón. La suelta de caudales comenzó con una de 25 metros cúbicos por segundo por hasta superar, a primera hora de la tarde de ayer, los 200 metros cúbicos por segundo.

Esta suelta controlada permitirá al embalse mantener un nivel de seguridad, teniendo en cuenta que Yesa se sitúa a esta fecha al 90,36% de su capacidad, con 403 hectómetros cúbicos. Las precipitaciones registradas desde el lunes por la tarde han beneficiado en la cuenca del Ebro, sobre todo, a la cabecera del Aragón, con lo que las aportaciones del río al embalse de Yesa han aumentado hasta acercarse a los 450 metros cúbicos por segundo.

El secretario general de la Presidencia de la Región de Murcia, José Antonio Ruiz Vivo, denunció ayer que, «mientras la Comunidad Valenciana y Murcia se secan», la Confederación Hidrográfica del Ebro desembalsa agua. Ruiz Vivo reiteró el «enorme error» que supuso la derogación del trasvase del Ebro del anterior Plan Hidrológico Nacional, «sin ningún razonamiento técnico ni económico», y agregó que, «una vez más, la naturaleza demuestra la viabilidad de aquel trasvase, cuyas obras estaban en marcha y que, una vez paradas, abrieron el debate de la insolidaridad en España».

Por su parte, el director general del Agua, Jaime Palop, afirmó ayer que, a pesar de las lluvias de la semana pasada, persiste una situación «delicada» en algunas cuencas hidrográficas, especialmente en la margen izquierda del Ebro, afirmó ayer el director general del Agua, Jaime Palop.

Palop detalló que hay una situación «no resuelta» aún para el regadío en toda la margen izquierda del Ebro, y de «cierta dificultad» en las cuencas del Júcar, Segura, cabecera del Tajo y Guadalquivir. En esas cuencas, dijo, «hay que seguir esperando, aunque la tendencia es buena y se están produciendo precipitaciones».

«Vamos a tener que estar mirando al cielo para ver si se incrementan los recursos y sobre todo hay una cosa que tiene que formar parte ya de nuestros hábitos y costumbres: necesitamos que la ciudadanía responda utilizando el agua con criterios de eficacia y racionalidad porque en España no sobra agua», apostilló.