Como estaba previsto, una nueva borrasca hizo descender la cota de nieve e impulsó el mercurio de los termómetros hacia niveles aún más bajos. Lo peor de la jornada se vivió en Asturias, que quedó prácticamente aislada de la meseta. Pero en todo el territorio se repitieron las mismas escenas: miles de niños sin colegio, cortes de carreteras, pueblos aislados, vuelos cancelados, cortes de luz. Nueve comunidades continuaban ayer en alerta, seis puertos de la red principal permanecían cerrados o precisaban cadenas.
En Córdoba, la nieve cayó por segundo año consecutivo después de casi seis lustros sin hacerlo; en Areso (Pamplona) los techos de dos naves se vinieron abajo por el peso de la nieve caída; en la autovía de Burgos, 200 camiones se quedaron atrapados; y el presidente del Gobierno se vio obligado a aplazar un viaje previsto a León. Son sólo algunas pinceladas de una jornada en la que casi 9.000 personas permanecieron aisladas en pueblos sólo de Palencia y Asturias. Unos 25.000 escolares no pudieron asistir a clase, principalmente en el Principado, unos 11.000, Castilla y León, unos 9.500, y 762 en Teruel.
También el tráfico ferroviario y aéreo se vio afectado por el temporal: se produjeron numerosos retrasos y la cancelación de algunos vuelos entre el aeropuerto de Barajas y varios destinos nacionales y europeos. Cuatro vuelos que debían despegar de León se quedaron en tierra y la ruta entre Madrid y San Sebastián se desvió hacia Bilbao.
Las previsiones indican que los problemas persistirán dos días más, con temperaturas bajas y precipitaciones en el sureste, que serán de nieve a partir de los 300-400 metros. A partir del domingo, la nieve dará paso a la lluvia, y las temperaturas serán más suaves. Están avisadas ante la intensidad de las nevadas nueve comunidades autónomas: Castilla y León, Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Baleares, Cataluña y el País Vasco. Las temperaturas mínimas se esperan en Navarra (-8 grados), La Rioja (-6) y Aragón (-5). Cantabria y el País Vasco están en alerta por rachas de viento que pueden alcanzar los 100 kilómetros por hora.
Asturias permaneció prácticamente aislada de la meseta por carretera, el tráfico ferroviario se vio también dificultado, aunque no totalmente suspendido, y numerosos pueblos, en torno a un centenar, están aislados por la nieve. Se suspendió la actividad docente en diversos municipios, hubo colapso circulatorio en las calles de Oviedo y muchas dificultades en la autopista que une las tres grandes ciudades de la comunidad, y servicios de autocares y autobuses se vieron interrumpidos.
La autopista del Huerna, de alta montaña, y que une la región con León, tuvo que cerrarse al tráfico a las siete de la mañana y permaneció sin actividad durante la mayor parte de la jornada: nueve horas en total. La ventisca dificultó el trabajo de las máquinas quitanieves y la Guardia Civil tuvo que organizar convoyes para sacar a los vehículos que ya habían quedado atrapados, muchos de los cuales tuvieron graves dificultades para superar los tramos de mayor pendiente. Numerosos camiones quedaron retenidos en la autopista. Por el puerto de Pajares, la otra vía de acceso, sólo se permitió el tránsito de vehículos ligeros y con cadenas. Renfe suspendió los servicios interregionales entre Asturias y León, pero sí circularon, aunque con retrasos, los convoyes de largo recorrido, con mayor potencia, y que unen la comunidad con Madrid, Barcelona y Alicante.
Se estiman en al menos un centenar los núcleos habitados de los que no se puede salir por carretera y en unas 3.000 las personas afectadas. En el interior de Asturias, tuvieron que suspenderse servicios de autobuses y autocar, el tráfico urbano de Oviedo se convirtió en un caos, así como los accesos a la capital asturiana, y se suspendió la actividad escolar en diversas localidades y la de algunas facultades universitarias.
Un total de 12 puertos de montaña siguieron cerrados al tráfico y en otros 18, amén de otras 43 carreteras, era necesario usar cadenas para transitar. La autopista de mayor tránsito, que une Oviedo, Gijón y Avilés, sufrió colapsos por las precipitaciones de nieve.
Cortes de luz
El temporal causó muchos problemas durante la mañana de ayer en las carreteras vascas, sobre todo en la A-15, en los colegios, con 14 centros cerrados, y en el suministro eléctrico -5.000 clientes de Iberdrola se quedaron sin luz, 3.500 de ellos en Vizcaya-, aunque la situación mejoró paulatinamente a lo largo del día. Por su parte, Navarra recobraba ayer lentamente la normalidad después de ser la comunidad más azotada por el temporal el miércoles.
En Galicia, los principales problemas se localizaron en la provincia de Lugo, con algunos cortes de vías, pueblos incomunicados y 2.320 alumnos sin clase.
Por donde casi pasó de puntillas la borrasca fue por Cataluña. La esperada y anunciada nevada sólo enharinó durante unas escasas horas los pueblos de la Terra Alta y algunos de Lleida. Al margen de 1.700 niños, sobre todo del sur de la provincia de Tarragona y algunos de Lleida, que no pudieron asistir a clase más por previsión de los centros escolares que por problemas reales de circulación, no se presentaron otras complicaciones ni corte alguno de carreteras.
Las comunicaciones por carretera sufrieron tremendas dificultades en prácticamente todo el territorio. Los cortes de calzadas llegaron incluso a Cádiz. La CA-9104 en Grazalema estuvo cortada en ambos sentidos entre los kilómetros 19 y 13. También sufrió cortes la A-92 en los kilómetros 241 y 282 en Granada.
Seis puertos de la red principal estaban cerrados o necesitan cadenas en Burgos, León, Asturias y Cantabria a causa de la nieve, que también afectaba de distinto modo a otros 70 aproximadamente, situados en carreteras autonómicas o provinciales, y a una treintena de tramos de vía