José Luis Rodríguez Zapatero tendra mañana un sonoro comité de bienvenida durante su primera visita a la Región de Murcia como presidente del Gobierno. Los regantes y las asociaciones y colectivos que integran el Comité de Crisis de la sequía piensan manifestarse a las puertas de la planta desalinizadora de San Pedro del Pinatar que inaugurará Rodríguez Zapatero, a quien reclamarán soluciones ante la falta de agua.
Así lo decidieron ayer los miembros de la junta de gobierno del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura y posteriormente, en una segunda reunión, los colectivos del Comité de Crisis, que agrupa a los empresarios, exportadores, sindicatos y asociaciones agrarias. La gota que ha colmado el vaso ha sido la negativa del último Consejo de Ministros para autorizar un riego de socorro de once hectómetros cúbicos desde la cabecera del Tajo a la cuenca del Segura, según declaró ayer el presidente del Sindicato, Francisco del Amor.
Éste envió ayer mismo una carta a la Delegación del Gobierno para pedir una reunión con Rodríguez Zapatero durante su visita a la planta desalinizadora. La instalación, destinada a los abastecimientos, llevará por nombre Antonio León, en recuerdo al fallecido delegado del Gobierno en la Mancomunidad de los Canales del Taibilla.
El Sindicato no piensa convocar oficialmente al acto de protesta a los miembros de las 80 comunidades de regantes que lo integran, aunque espera contar con una asistencia voluntaria de manifestantes que expresarán su rechazo a la política hidráulica del Gobierno central, ya que están hartos de que el PSOE no haya ofrecido todavía una alternativa viable para los regadíos del Sureste después de casi tres años en el gobierno.

«Una muerte lenta»

En la concentración prevista para mañana se mostrarán pancartas a favor de la continuidad del Trasvase Tajo-Segura y en contra de la intención del Gobierno de Castilla-La Mancha y del PP de aquella comunidad de pretender liquidar el acueducto en el año 2015. Los regantes censuran asimismo la tibieza de la ministra Cristina Narbona y de Rodríguez Zapatero.
«El trasvase Tajo-Segura no está muerto. Aunque el Gobierbno central dice que no se toca, no da muestras de defenderlo, sino que nos está ofreciendo una muerte lenta. La negativa al riego de socorro ha acabado con nuestra paciencia», añadió Del Amor. «Con esta concentración queremos darle un toque de atención al Gobierno», afirmó.
La pregunta que muchos se hacen es cómo está sobreviviendo la mayor parte de las 150.000 hectáreas de regadíos que dependen del acueducto Tajo-Segura, habida cuenta de que no reciben aportaciones externes desde el pasado mes de mayo. Es más, en los últimos quince meses sólo han llegado al Segura dos riegos de socorro que suman 40 hectómetros, junto con la compra de otros 30 a Estremeras (Madrid) pagados al doble de la tarifa del trasvase.

Aumenta la salinidad

La respuesta la ofreció ayer el presidente del Sindicato: la salinidad del suelo se ha multiplicado por seis debido a la sobre explotación de pozos y acuíferos de la cuenca del Segura. Esto significa que, si no se lava con urgencia el terreno, la alta concentración de sal puede acabar con miles de hectáreas con la misma eficacia con que lo hace la sequía.
Como dato, el agua procedente de la cabecera del Tajo contiene una media de 0,4 gramos de sal por litro, mientras que la que se está sacando de los pozos alcanza ya los 3 gramos por litros en la mayoría de zonas. En algunas alcanza incluso los 5 gramos por litros, lo cual es intolerable para la mayoría de cultivos