La mancha fue vista entre el muelle de As Corbaceiras y el puente de A Barca apenas dos meses después de que un vertido de gasóleo se extendiese por el Lérez desde el puente de los Tirantes hasta el de O Burgo, otra mancha volvió ayer a teñir el río que atraviesa la ciudad pontevedresa con una sustancia contaminante, en este caso próxima al puente de A Barca.
La mancha, que podría ser un tipo de combustible -aunque al cierre de esta edición todavía no había sido identificado por el Ayuntamiento- fue localizada en primer término entre el citado puente y el muelle de As Corbaceiras. Hasta el lugar se desplazaron por la mañana agentes de la Policía Local y de la empresa concesionaria del servicio de agua, Aquagest, para tomar muestras que, según el concejal de Medio Ambiente de Pontevedra, el nacionalista Demetrio Gómez Junquera, también se enviarán a la Consellería de Medio Ambiente. El concejal del BNG indicó que, aunque la mancha aparecida era de menor tamaño que la hallada en octubre, «ten un olor parecido ao da gasolina, moi forte», circunstancia que provocó la alarma entre algunos viandantes que observaron el vertido. Gómez Junquera indicó que se ha abierto una investigación para esclarecer el origen de este vertido urbano, «aunque tardaranse varios días en poder averigualo». «É moi difícil saber onde se orixinou, aínda que aparecese nesa zona -indicó-. A recollida de pluviais desemboca no Lérez e pode ser, que non digo que o sexa, que alguén vertese o líquido a través desta rede». En todo caso, el Concello, como ya apuntó en el anterior suceso, anunció que será riguroso y estricto con los responsables de este vertido urbano. En el caso de la mancha de octubre, un informe de Augas de Galicia situó en las inmediaciones del mercado de abastos el origen, aunque desde el Ayuntamiento se insistió en que el vertido provenía de la zona del puente de los Tirantes, la última zona por sanear del tramo urbano del Lérez. En este punto, la falta de separación de pluviales y fecales en la red provoca constantes inundaciones en los días de lluvia, especialmente en la calle Fernando Olmedo