Varias organizaciones se concentran ante la CHE para mostrar su preocupación por el futuro de la cuenca del Ebro.
Lun, 20/11/2006
Varias organizaciones se concentraron hoy ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en Zaragoza para mostrar su preocupación por el futuro de la cuenca del Ebro y "por el estado actual de nuestros ríos". Previamente, participaron en una asamblea tras la que se emitió un comunicado en el que manifiestan su aspiración a participar en los planes de demarcación y en el que solicitan una moratoria en los embalses y en los nuevos regadíos.
Hasta Zaragoza se desplazaron miembros de la Plataforma en Defensa del Ebro de tierras del delta y representantes de los ríos Jalón, Huerva, Queiles, Aragón, Gállego, Ésera y Segre, donde fueron recibidos por componentes de diversas asociaciones de Coagret, Ansar y Ecologistas en Acción, entre otros grupos convocantes.
Según se recoge en un comunicado emitido por estos colectivos, en el antiguo Plan de Cuenca se proponían 435.872 nuevas hectáreas de regadío, "a las que hay que añadir las hectáreas que las distintas comunidades autónomas han ido sumando y las nuevas ampliaciones propuestas sin control ni moderación".
Esto supone, a su entender, "la extracción de unos volúmenes de agua que los ríos de la cuenca no pueden soportar". Además, "se sigue construyendo, aprobando y proyectando nuevos embalses en la cuenca apostando por unos supuestos beneficios con muy serios problemas de rentabilidad económica", argumentan.
También critican que siga vigente la política de trasvases entre cuencas o entre subcuencas "a pesar de los conocidos perjuicios ambientales, sociales y ecológicos, como por ejemplo la difusión de especies invasoras como el mejillón cebra y el aumento de los desequilibrios territoriales".
Tampoco comparte la decisión de algunas comunidades autónomas que "se empecinan en reservar agua de los ríos, blindando tramos y caudales como si estos fueran mercancía fragmentable en vez de ecosistemas naturales e indivisibles".
Todos estos problemas que detectan estas organizaciones plantean una gestión "muy diferente del agua" a la recogida en la Directiva Marco del Agua, según la cual es "prioridad absoluta la consecución del buen estado ecológico de las masas de agua y los ecosistemas asociados".
Según señalan, la Directiva Marco del Agua implica la elaboración de un nuevo Plan de Demarcación de la cuenca del Ebro y por eso piden a los poderes públicos y a la Confederación Hidrográfica del Ebro una moratoria en la construcción de pantanos y en la puesta en marcha de nuevos regadíos, mientras se elabora ese Plan de Demarcación.
"Queremos que se definan y se aseguren los regímenes de los caudales ambientales de todos los ríos de la cuenca, incluido el delta y exigimos que se aplique la Directiva Marco del Agua en su letra y espíritu", explican.
Además, piden poder participar activamente en el proceso de elaboración del nuevo Plan de Demarcación, puesto ya en marcha por la Confederación Hidrográfica del Ebro, "incluyendo nuestra presencia en la decisión de los objetivos ambientales, productivos y de extracción", subrayan.
Las organizaciones que apoyan la asamblea de la cuenca son la Plataforma en Defensa de L'Ebre, la Coordinadora de Afectados por Grandes Embalses y Trasvases (COAGRET), Ecologistas en Acción, WWF/Adena, AEMS Ríos con vida, Asociación Naturalista de Aragón (ANSAR), Asociación Río Aragón, Asociación Jalón Vivo, y Asociación de Afectados por el Embalse del Val.
También la apoyan la Coordinadora Biscarrués-Mayos de Riglos, Ebro Vivo, Plataforma en defensa del Río Queiles, promotores de la Fundación Nueva Cultura del Agua de Navarra, Red aragonesa de la Tierra, Asociación Huerva Vivo, ARCA (Santander), Asociación río Susía, Equipo Triacanthos, Asociación Cultural en Defensa del Ésera (ACUDE), Amigos de Lechago, Pentadius-Ecologistes en Acció y SEO/Bird Life.
Hasta Zaragoza se desplazaron miembros de la Plataforma en Defensa del Ebro de tierras del delta y representantes de los ríos Jalón, Huerva, Queiles, Aragón, Gállego, Ésera y Segre, donde fueron recibidos por componentes de diversas asociaciones de Coagret, Ansar y Ecologistas en Acción, entre otros grupos convocantes.
Según se recoge en un comunicado emitido por estos colectivos, en el antiguo Plan de Cuenca se proponían 435.872 nuevas hectáreas de regadío, "a las que hay que añadir las hectáreas que las distintas comunidades autónomas han ido sumando y las nuevas ampliaciones propuestas sin control ni moderación".
Esto supone, a su entender, "la extracción de unos volúmenes de agua que los ríos de la cuenca no pueden soportar". Además, "se sigue construyendo, aprobando y proyectando nuevos embalses en la cuenca apostando por unos supuestos beneficios con muy serios problemas de rentabilidad económica", argumentan.
También critican que siga vigente la política de trasvases entre cuencas o entre subcuencas "a pesar de los conocidos perjuicios ambientales, sociales y ecológicos, como por ejemplo la difusión de especies invasoras como el mejillón cebra y el aumento de los desequilibrios territoriales".
Tampoco comparte la decisión de algunas comunidades autónomas que "se empecinan en reservar agua de los ríos, blindando tramos y caudales como si estos fueran mercancía fragmentable en vez de ecosistemas naturales e indivisibles".
Todos estos problemas que detectan estas organizaciones plantean una gestión "muy diferente del agua" a la recogida en la Directiva Marco del Agua, según la cual es "prioridad absoluta la consecución del buen estado ecológico de las masas de agua y los ecosistemas asociados".
Según señalan, la Directiva Marco del Agua implica la elaboración de un nuevo Plan de Demarcación de la cuenca del Ebro y por eso piden a los poderes públicos y a la Confederación Hidrográfica del Ebro una moratoria en la construcción de pantanos y en la puesta en marcha de nuevos regadíos, mientras se elabora ese Plan de Demarcación.
"Queremos que se definan y se aseguren los regímenes de los caudales ambientales de todos los ríos de la cuenca, incluido el delta y exigimos que se aplique la Directiva Marco del Agua en su letra y espíritu", explican.
Además, piden poder participar activamente en el proceso de elaboración del nuevo Plan de Demarcación, puesto ya en marcha por la Confederación Hidrográfica del Ebro, "incluyendo nuestra presencia en la decisión de los objetivos ambientales, productivos y de extracción", subrayan.
Las organizaciones que apoyan la asamblea de la cuenca son la Plataforma en Defensa de L'Ebre, la Coordinadora de Afectados por Grandes Embalses y Trasvases (COAGRET), Ecologistas en Acción, WWF/Adena, AEMS Ríos con vida, Asociación Naturalista de Aragón (ANSAR), Asociación Río Aragón, Asociación Jalón Vivo, y Asociación de Afectados por el Embalse del Val.
También la apoyan la Coordinadora Biscarrués-Mayos de Riglos, Ebro Vivo, Plataforma en defensa del Río Queiles, promotores de la Fundación Nueva Cultura del Agua de Navarra, Red aragonesa de la Tierra, Asociación Huerva Vivo, ARCA (Santander), Asociación río Susía, Equipo Triacanthos, Asociación Cultural en Defensa del Ésera (ACUDE), Amigos de Lechago, Pentadius-Ecologistes en Acció y SEO/Bird Life.