El Consell reutilizará en 2010 tanta agua como la que puede almacenar Tous.

Lun, 20/11/2006

ABC

El órdago en materia hídrica lanzado por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en el sentido de que la Comunidad reutilizará en 2010 tanta agua como el fallido trasvase del Ebro, 350 hectómetros cúbicos al año, ha supuesto una sobredosis de trabajo para los técnicos de la Conselleria de Infraestructuras y Transportes, que se emplean ya en cuerpo y alma en las actuaciones a desarrollar para conseguir dicho objetivo en el plazo marcado.

Aunque la herramienta de trabajo para alcanzar tal volumen de agua en el horizonte de 2010 ya estaba diseñado, el II Plan Director de Saneamiento y Depuración -que cuenta con una dotación de mil millones de euros-, se trata ahora de concretar, priorizar e impulsar las actuaciones que harán realidad la importante apuesta popular.

Partiendo de la base que hoy en día se reutiliza alrededor de 175 hectómetros cúbicos al año -de los 500 hm3 que se depuran-, se trata de duplicar este guarismo en cuatro años. Para ello, se pretende construir hasta 25 nuevos tratamientos terciarios -el más avanzado en la actualidad-, ampliar otros tres ya existentes, construir siete grandes conducciones y un depósito, con el fin de ampliar al máximo la cantidad y calidad del agua depurada, facilitando así su reutilización.

Depuración máxima.

Para hacerse una idea del reto planteado, basta decir que, cuando acaben las actuaciones previstas o en ejecución, estarán disponibles los ansiados 350 hm3 al año de aguas depuradas y de posible reutilización con tratamiento terciario, lo que supondrá un 71 por ciento del total depurado, prácticamente una cantidad equivalente a lo que cabría en un embalse emblemático como el de Tous-La Ribera.

El volumen de reutilización directa de aguas residuales depuradas en la Comunidad -los 175 hm3/año citados- es el mayor de toda España y se destina principalmente a riego agrícola, y también a usos medioambientales (mantenimiento de caudales), urbanos (riego de jardines, usos ornamentales, baldeo de calles, etcétera) y recreativos (campos de golf, etcétera.).

A estas cantidades hay que sumar la reutilización indirecta por vertido de las aguas depuradas a cauces públicos, alimentando caudales y permitiendo su aprovechamiento aguas abajo, que se cifra en otros 150 hectómetros cúbicos. Con estas aportaciones, la Generalitat espera multiplicar por dos el agua tratada mediante tratamiento terciario.

El tratamiento terciario

Huelga decir que la implantación del tratamiento terciario en las estaciones depuradoras de la Comunidad es uno de los ejes principales del II Plan Director de Saneamiento puesto en marcha por la Generalitat, que además de la construcción de nuevas plantas y la ampliación de las existentes, también está dotando a las instalaciones con las tecnologías más eficaces y modernas.

En este sentido, el tratamiento terciario es el más avanzado y riguroso existente en la actualidad en cuanto a la depuración de las aguas residuales. Complementa los tradicionales tratamientos primario y secundario y además incluye sistemas de desinfección mediante rayos ultravioleta. El agua obtenida dispone de una calidad óptima y por tanto puede ser reutilizada para uso agrícola con todas las garantías agronómicas y sin ningún tipo de limitación.

No obstante, hay que matizar que el agua residual es motivo de concesión igual que el resto de las aguas, por tanto es labor de las confederaciones hidrográficas de cuenca articular los mecanismos concesionales oportunos que hagan posible el aprovechamiento máximo de todas esta aguas que la Generalitat pone a disposición.

Extracción de fangos

Una consecuencia directa del tratamiento terciario es el aumento de extracción de fangos resultantes del proceso de depuración, puesto que indican el volumen de materia contaminante existente.

De esta forma, en 1995 se extrajeron 199.000 toneladas que, en 2000, ya eran 388.000. El pasado año el volumen ascendió a 501.000 toneladas, lo que significa 2,5 veces más que hace una década, un índice de crecimiento superior al de el agua tratada, lo que confirma que en el pasado el tratamiento era incompleto o nulo.