La tormenta que azotó durante la mañana de ayer la provincia de Huelva volvió a dejar cuantiosos daños a lo largo de la geografía onubense. En esta ocasión, a diferencia del temporal sufrido hace dos semanas, no hubo que lamentar víctimas. En una finca de Cartaya, cinco personas tuvieron que refugiarse en la azotea tras desbordarse un arroyo que llegó a anegar la planta baja del inmueble. El agua llegó a superar el metro de altura. El único problema que hallaron los bomberos del Consorcio Provincial fue la negativa de una anciana a abandonar la casa.
En Ayamonte, una mujer resultó herida leve tras recibir una descarga eléctrica después de que el edificio en el que reside repeliese un rayo. El marido, Manuel Fondón, aseguró tras producirse el incidente que «el estrudendo fue tremendo. Mi mujer estaba en la ducha cuando recibió la descarga. Afortunadamente ella está bien pero el almacén de la planta superior ha salido ardiendo».
Otros municipios de la costa, como Lepe, Punta Umbría e Isla Cristina, sufrieron la acumulación de agua en algunas calles, sótanos y garajes aunque sin causar mayores consecuencias. Quienes sí notaron en sus viviendas la fuerte tormenta eléctrica fueron los más de 20.000 vecinos de la capital que se quedaron sin luz durante 40 minutos tras la acción de un rayo que inutilizó una línea de alta tensión. Centros comerciales y supermercados a oscuras, instituciones como el Ayuntamiento, además de decenas de negocios como bares y cafeterías tuvieron que interrumpir su actividad normal hasta que los técnicos de Sevillana Endesa pudieron reparar la avería.
A causa del temporal dos carreteras tuvieron que ser cortadas parcialmente: un tramo de la N 431 entre Gibraleón y Ayamonte y los accesos por la A 5054 hacia Isla Cristina. También tuvo que ser interrumpida por el temporal la línea férrea que une Huelva y Zafra.
Se trata del segundo temporal que azota la provincia en las últimas semanas. El anterior se cebó principalmente con la Sierra, una comarca en la que falleció una mujer tras ser víctima de una riada que dejó desaparecida a una segunda persona que aún no ha sido localizada. Los servicios de emergencias esperan a que remitan las lluvias y se endurezca el terreno para utilizar maquinaria pesada y lograr localizar el cuerpo de la segunda mujer.
De otro lado, la fuerte lluvia caída a primeras horas de esta tarde en distintos puntos de la provincia de Granada provocaron la salida de los bomberos para atender varias incidencias relacionadas con la inundación de sótanos y la caída de árboles, localizadas la mayoría en municipios del área metropolitana.
Los parques Norte y Sur de la capital prestaron al menos una quincena de servicios para el achique de aguas y la retirada de árboles y un techo de uralita caídos por el viento.