El calentamiento global será «catastrófico» para Africa
Dom, 29/10/2006
Africa se enfrenta a una «gran catástrofe» si los países ricos no actúan cuanto antes para reducir los efectos del calentamiento global del planeta, según un estudio de organizaciones ecologistas y humanitarias británicas. El informe alerta de que el continente ya sufre las consecuencias del efecto invernadero, «pero éstas pueden ser aún mucho peores».
El informe de estas organizaciones, difundido en vísperas de la Conferencia de la ONU sobre cambio climático, constata que la temperatura en Africa es actualmente medio grado centígrado superior a la que había hace cien años, lo que conlleva una mayor presión sobre los recursos hidráulicos.
Según los pronósticos de los científicos, en muchas partes del territorio africano los incrementos de temperatura serán el doble que la media global, lo que dará lugar a sequías catastróficas.
La coalición de organizaciones no gubernamentales pide a los países ricos que cumplan las promesas adquiridas con el Tratado de Kioto de reducción de gases de efecto invernadero, e incluso vayan más allá y las mejoren.
En concreto, piden que se revise el concepto de ayuda humanitaria para abordar la cuestión del calentamiento, de modo que los donantes subvencionen proyectos para ayudar a las comunidades africanas a adaptarse al nuevo clima, mucho más errático, e inviertan en el desarrollo de su agricultura.
Africa es el continente más vulnerable al cambio climático, apuntan las ONG en este estudio, que incluye testimonios de africanos y casos concretos de zonas en las que se han registrado aumentos de temperatura, sequías o lluvias torrenciales a consecuencia del cambio climático.
El clima errático e impredecible tendrá efectos negativos para la vida de los africanos, sobre todo para las mujeres en las zonas rurales, que ya viven en la pobreza, porque constreñirá aún más los recursos, indican los autores del estudio.
«Hay una gran separación entre la conciencia que tenemos sobre el calentamiento global y las medidas que tomamos para hacerle frente», declaró Andrew Simms, directivo de la Fundación New Economics.
A su juicio, en los países ricos del planeta «nos comportamos como un grupo de gente que coincide en que el edificio de enfrente está en llamas, pero nadie se decide a alcanzar la alarma o el extintor».
Para Simms, la precaria posición de Africa frente al cambio climático pone en evidencia «la complacencia de los países ricos, cuyas emisiones de gases de efecto invernadero van en aumento y que ni siquiera han cumplido sus pequeñas promesas de ayuda financiera».
El informe de estas organizaciones, difundido en vísperas de la Conferencia de la ONU sobre cambio climático, constata que la temperatura en Africa es actualmente medio grado centígrado superior a la que había hace cien años, lo que conlleva una mayor presión sobre los recursos hidráulicos.
Según los pronósticos de los científicos, en muchas partes del territorio africano los incrementos de temperatura serán el doble que la media global, lo que dará lugar a sequías catastróficas.
La coalición de organizaciones no gubernamentales pide a los países ricos que cumplan las promesas adquiridas con el Tratado de Kioto de reducción de gases de efecto invernadero, e incluso vayan más allá y las mejoren.
En concreto, piden que se revise el concepto de ayuda humanitaria para abordar la cuestión del calentamiento, de modo que los donantes subvencionen proyectos para ayudar a las comunidades africanas a adaptarse al nuevo clima, mucho más errático, e inviertan en el desarrollo de su agricultura.
Africa es el continente más vulnerable al cambio climático, apuntan las ONG en este estudio, que incluye testimonios de africanos y casos concretos de zonas en las que se han registrado aumentos de temperatura, sequías o lluvias torrenciales a consecuencia del cambio climático.
El clima errático e impredecible tendrá efectos negativos para la vida de los africanos, sobre todo para las mujeres en las zonas rurales, que ya viven en la pobreza, porque constreñirá aún más los recursos, indican los autores del estudio.
«Hay una gran separación entre la conciencia que tenemos sobre el calentamiento global y las medidas que tomamos para hacerle frente», declaró Andrew Simms, directivo de la Fundación New Economics.
A su juicio, en los países ricos del planeta «nos comportamos como un grupo de gente que coincide en que el edificio de enfrente está en llamas, pero nadie se decide a alcanzar la alarma o el extintor».
Para Simms, la precaria posición de Africa frente al cambio climático pone en evidencia «la complacencia de los países ricos, cuyas emisiones de gases de efecto invernadero van en aumento y que ni siquiera han cumplido sus pequeñas promesas de ayuda financiera».