Las lluvias en Argentina palían la sequía que afectó las cosechas
Dom, 15/10/2006
Las lluvias que cayeron en los últimos días en la zona central de Argentina, una de las principales áreas de producción agrícola del país, permitieron paliar la "preocupante" sequía que afectó a la próxima cosecha.
"Es espectacular la lluvia que hemos tenido. Es muy bueno porque permite mejorar las expectativas del sector agrícola y también del ganadero porque rompe el esquema de ausencia de pastos, que había derivado en la muerte de miles de cabezas", señaló a Efe el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi.
Según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de granos gruesos se aceleró esta semana, especialmente la de maíz, y el cultivo de girasol también progresa, aunque algunas zonas del país continúan con escasez de agua.
En algunas regiones de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos cayeron entre 20 y 100 milímetros de agua esta semana, mientras que en otras zonas de estos dos últimos distritos continúa la escasez hídrica, al igual que en algunos sectores de Córdoba.
El sudoeste de la provincia de Buenos Aires, zona que produce el 60 por ciento del trigo de Argentina, fue una de las áreas más afectadas por la sequía.
Como consecuencia de la escasez de lluvias, los productores perdieron más de un millón de toneladas de trigo en el país, uno de los cinco principales exportadores de este cultivo del mundo.
Además, murieron más de 60.000 cabezas de vacuno y debieron ser reemplazados algunas siembras de maíz de Argentina, segundo exportador mundial de este grano.
Para su reemplazo se optó por la soja, cuya campaña 2006-2007 comenzó en forma temprana y promete batir un nuevo récord.
Fuentes de la Secretaría argentina de Agricultura precisaron que la siembra de cereal en el país afronta un retroceso del 17 por ciento, en comparación a la campaña anterior.
De todas formas, Buzzi estimó que las últimas lluvias permiten plantear "una buena situación con altos volúmenes y rendimientos, además de que augura la existencia de humedad necesaria para la cosecha de granos gruesos".
"Igual, la tendencia de los últimos tiempos es seca. Sólo tuvimos una buena lluvia, pero los problemas de fondo siguen estando", consideró el titular de la FAA, que representa a pequeños y medianos productores agropecuarios.
La federación reclama al Gobierno de Néstor Kirchner fondos de asistencia por 100 millones de pesos (32 millones de dólares) para quienes padecen la sequía.
El sector también se muestra preocupado por la escasez de gasóleo que sufren algunas áreas de Argentina, lo que actualmente demora la cosecha de soja y la siembra de trigo en el país.
Sin embargo, Buzzi consideró que la situación "tiende a la normalizarse" a partir de las últimas protestas del sector y las medidas tomadas por el Gobierno.
"Fue un punto de inflexión", dijo el presidente de la FAA, al referirse a la resolución publicada el jueves por la administración de Néstor Kirchner, que abre las puertas a multas y clausuras para las compañías y hasta 90 días de prisión para sus directivos si no cumplen con un "adecuado" suministro del combustible.
Por su parte, la hispano-argentina Repsol YPF anunció que se normaliza el abastecimiento de combustibles en sus estaciones de servicio, después del paro realizado ayer por trabajadores del sector en algunas provincias argentinas.
Petrolera brasileña Petrobrás anticipó anoche que importará gasóleo "para abastecer la demanda" de sus clientes y aseguró que sus refinerías no interrumpirán sus tareas durante este fin de semana para incrementar la oferta de combustible.
"Es espectacular la lluvia que hemos tenido. Es muy bueno porque permite mejorar las expectativas del sector agrícola y también del ganadero porque rompe el esquema de ausencia de pastos, que había derivado en la muerte de miles de cabezas", señaló a Efe el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi.
Según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de granos gruesos se aceleró esta semana, especialmente la de maíz, y el cultivo de girasol también progresa, aunque algunas zonas del país continúan con escasez de agua.
En algunas regiones de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos cayeron entre 20 y 100 milímetros de agua esta semana, mientras que en otras zonas de estos dos últimos distritos continúa la escasez hídrica, al igual que en algunos sectores de Córdoba.
El sudoeste de la provincia de Buenos Aires, zona que produce el 60 por ciento del trigo de Argentina, fue una de las áreas más afectadas por la sequía.
Como consecuencia de la escasez de lluvias, los productores perdieron más de un millón de toneladas de trigo en el país, uno de los cinco principales exportadores de este cultivo del mundo.
Además, murieron más de 60.000 cabezas de vacuno y debieron ser reemplazados algunas siembras de maíz de Argentina, segundo exportador mundial de este grano.
Para su reemplazo se optó por la soja, cuya campaña 2006-2007 comenzó en forma temprana y promete batir un nuevo récord.
Fuentes de la Secretaría argentina de Agricultura precisaron que la siembra de cereal en el país afronta un retroceso del 17 por ciento, en comparación a la campaña anterior.
De todas formas, Buzzi estimó que las últimas lluvias permiten plantear "una buena situación con altos volúmenes y rendimientos, además de que augura la existencia de humedad necesaria para la cosecha de granos gruesos".
"Igual, la tendencia de los últimos tiempos es seca. Sólo tuvimos una buena lluvia, pero los problemas de fondo siguen estando", consideró el titular de la FAA, que representa a pequeños y medianos productores agropecuarios.
La federación reclama al Gobierno de Néstor Kirchner fondos de asistencia por 100 millones de pesos (32 millones de dólares) para quienes padecen la sequía.
El sector también se muestra preocupado por la escasez de gasóleo que sufren algunas áreas de Argentina, lo que actualmente demora la cosecha de soja y la siembra de trigo en el país.
Sin embargo, Buzzi consideró que la situación "tiende a la normalizarse" a partir de las últimas protestas del sector y las medidas tomadas por el Gobierno.
"Fue un punto de inflexión", dijo el presidente de la FAA, al referirse a la resolución publicada el jueves por la administración de Néstor Kirchner, que abre las puertas a multas y clausuras para las compañías y hasta 90 días de prisión para sus directivos si no cumplen con un "adecuado" suministro del combustible.
Por su parte, la hispano-argentina Repsol YPF anunció que se normaliza el abastecimiento de combustibles en sus estaciones de servicio, después del paro realizado ayer por trabajadores del sector en algunas provincias argentinas.
Petrolera brasileña Petrobrás anticipó anoche que importará gasóleo "para abastecer la demanda" de sus clientes y aseguró que sus refinerías no interrumpirán sus tareas durante este fin de semana para incrementar la oferta de combustible.