Las lluvias rozan en Sevilla los valores de un año hidrológico normal.
Sáb, 07/10/2006
el problema de la sequía
a. chamorro
El último año hidrológico que culminó el pasado 30 de septiembre ha sido calificado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) como un año seco , pero lo cierto es que da pie a la esperanza para que se cumplan las primeras previsiones que apuntan a que las lluvias del presente otoño se situarán en la media histórica. Por el momento, las precipitaciones registradas en el último año en la provincia de Sevilla ya se acercan a esa media, dado que alcanzaron los 576 litros por metro cuadrado de media, una cantidad que representa más de un 90 por ciento del valor medio ofrecido ayer por la CHG, que está situado en los 639 litros por metro cuadrado.
No llega a la media por poco, pero supera en mucho –un 75 por ciento más– a las lluvias que se registraron durante el anterior año hidrológico, que se quedaron en unos escasos 327 litros por metro cuadrado, el nivel que muestra la verdadera gravedad del periodo de escasez de precipitaciones que sufre toda la provincia, ya que esa cantidad se convirtió en la tercera más baja de los últimos 35 años. En cualquier caso, las lluvias del último año vuelven a los niveles de normalidad de años anteriores, con el paréntesis de 2004. En los últimos seis años –desde el último periodo de pocas precipitaciones entre 1998 y 2000–, la provincia sólo ha registrado un año especialmente seco, el que realmente ha disparado las alarmas y ha hecho caer los niveles de los embalses.
En el caso de la capital y su área de influencia, los embalses que forman parte del sistema de abastecimiento –Zufre, Aracena, Minilla y Gergal– acumulan en la actualidad 181,3 hectómetros cúbicos de agua, que equivalen al 45,9 por ciento de su capacidad total, un registro muy superior a la media de toda la cuenca del Guadalquivir, que ya está en el 29,7 por ciento, según los datos aportados ayer por la CHG.
Asimismo, las estadísticas hidrológicas del último año muestran otro dato que consolida el optimismo acerca del otoño que acaba de comenzar y sobre la evolución de esta sequía que ya ha cumplido dos años. El descenso del nivel de reservas de los cuatro pantanos que abastecen a los municipios de Emasesa y Aljarafesa –casi la mitad de toda la provincia– ascendió a 60 hectómetros cúbicos, justo la mitad de los 120 hectómetros cúbicos que consumieron los habitantes que pertenecen a estos dos sistemas de abastecimiento. Es decir, que los niveles de los embalses sólo bajaron en doce meses el equivalente a medio año de consumo. Para conseguir este registro ha sido fundamental la gran aportación que han recibido los cuatro embalses durante el último año hidrológico. El informe de situación que Emasesa presentó la pasada semana en el consejo de administración revela que las aportaciones a los pantanos dedicados a la capital y su área de influencia alcanzaron los 50,581 hectómetros cúbicos.
No obstante, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en su balance anual, habla de que en el supuesto de que el presente año hidrológico sea seco, la situación de la cuenca es bastante comprometida en lo que se refiere a las demandas para el regadío , aunque no para el consumo.
Las precipitaciones de los últimos doce meses alcanzaron los 576
litros por metro cuadrado, que representan un 90% del valor medio
y un 75% más que las del año pasado, el tercero más seco en 35 años
a. chamorro
El último año hidrológico que culminó el pasado 30 de septiembre ha sido calificado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) como un año seco , pero lo cierto es que da pie a la esperanza para que se cumplan las primeras previsiones que apuntan a que las lluvias del presente otoño se situarán en la media histórica. Por el momento, las precipitaciones registradas en el último año en la provincia de Sevilla ya se acercan a esa media, dado que alcanzaron los 576 litros por metro cuadrado de media, una cantidad que representa más de un 90 por ciento del valor medio ofrecido ayer por la CHG, que está situado en los 639 litros por metro cuadrado.
No llega a la media por poco, pero supera en mucho –un 75 por ciento más– a las lluvias que se registraron durante el anterior año hidrológico, que se quedaron en unos escasos 327 litros por metro cuadrado, el nivel que muestra la verdadera gravedad del periodo de escasez de precipitaciones que sufre toda la provincia, ya que esa cantidad se convirtió en la tercera más baja de los últimos 35 años. En cualquier caso, las lluvias del último año vuelven a los niveles de normalidad de años anteriores, con el paréntesis de 2004. En los últimos seis años –desde el último periodo de pocas precipitaciones entre 1998 y 2000–, la provincia sólo ha registrado un año especialmente seco, el que realmente ha disparado las alarmas y ha hecho caer los niveles de los embalses.
En el caso de la capital y su área de influencia, los embalses que forman parte del sistema de abastecimiento –Zufre, Aracena, Minilla y Gergal– acumulan en la actualidad 181,3 hectómetros cúbicos de agua, que equivalen al 45,9 por ciento de su capacidad total, un registro muy superior a la media de toda la cuenca del Guadalquivir, que ya está en el 29,7 por ciento, según los datos aportados ayer por la CHG.
Asimismo, las estadísticas hidrológicas del último año muestran otro dato que consolida el optimismo acerca del otoño que acaba de comenzar y sobre la evolución de esta sequía que ya ha cumplido dos años. El descenso del nivel de reservas de los cuatro pantanos que abastecen a los municipios de Emasesa y Aljarafesa –casi la mitad de toda la provincia– ascendió a 60 hectómetros cúbicos, justo la mitad de los 120 hectómetros cúbicos que consumieron los habitantes que pertenecen a estos dos sistemas de abastecimiento. Es decir, que los niveles de los embalses sólo bajaron en doce meses el equivalente a medio año de consumo. Para conseguir este registro ha sido fundamental la gran aportación que han recibido los cuatro embalses durante el último año hidrológico. El informe de situación que Emasesa presentó la pasada semana en el consejo de administración revela que las aportaciones a los pantanos dedicados a la capital y su área de influencia alcanzaron los 50,581 hectómetros cúbicos.
No obstante, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en su balance anual, habla de que en el supuesto de que el presente año hidrológico sea seco, la situación de la cuenca es bastante comprometida en lo que se refiere a las demandas para el regadío , aunque no para el consumo.
Las precipitaciones de los últimos doce meses alcanzaron los 576
litros por metro cuadrado, que representan un 90% del valor medio
y un 75% más que las del año pasado, el tercero más seco en 35 años