Ecologistas en Acción reclamó ayer a la Comisión Nacional de la Protección de la Naturaleza, reunida ayer en Madrid, que adopte un «Plan de Acción y Coordinación entre Administraciones» que incluya medidas «drásticas» a nivel estatal para frenar la colonización del mejillón cebra en las cuencas peninsulares.

Los ecologistas piden que se prohíba la navegación, la pesca y actividades acuático-deportivas en todas las zonas colonizadas por el mejillón cebra, o en fase de colonización, extender las medidas establecidas ya en las zonas afectadas a la totalidad de las cuencas del Ebro y del Júcar e intensificar las labores de vigilancia y control de todas las cuencas con presencia de mejillón cebra.
Mientras tanto, la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, en la que están representados el Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas, acordó ayer el diseño de un plan estratégico conjunto contra el mejillón cebra que no estará listo hasta final de año, según informó ayer el departamento de Cristina Narbona.
El documento incluirá medidas para paliar los daños en las zonas afectadas, impulsar las acciones de I+D+I y detallar iniciativas destinadas a evitar la expansión a otras áreas. Además, se llevará a cabo un muestreo sistemático en toda España para conocer el verdadero alcance de la zona colonizada por el mejillón cebra.
Esta acción se realizará de forma coordinada entre el Ministerio, a través de las Confederaciones Hidrográficas, y las Comunidades Autónomas. Asimismo, considera conveniente la realización de campañas de sensibilización e información y la adopción de medidas dirigidas a prevenir la expansión a través de los diferentes usos del agua.
Igualmente, prevé la elaboración de un protocolo que contemple acciones sobre los diferentes vectores de transmisión, la puesta en marcha de métodos de erradicación en aguas confinadas y la investigación de medios de lucha biológicos contra el mejillón.

Crece la preocupación

Preguntado por la plaga de mejillón cebra en los embalses de la Comunitat, Moragues aseguró que «evoluciona igual que en todos lados, lamentablemente».
Moragues insistió en las dificultades que entraña en control tanto de las actividades de pesca como de las embarcaciones de competición y recreo que se desplazan de unas a otras aguas, pues estas son, según confirmó, las dos principales causas de la expansión de las larvas de esta especie.

Pérdidas en la agricultura

En los últimos días se habla mucho de las negativas consecuencias económicas que puede tener para la Comunitat Valenciana la expansión del mejillón cebra y con frecuencia se recurre a la experiencia acumulada en Estados Unidos y Canadá para hablar de «pérdidas millonarias» que no se especifican. Entre los responsables de controlar la presencia del mejillón en territorio valenciano se afirma que el molusco no es «una plaga bíblica», aunque temen que si finalmente se extiende por toda la cuenca afecte a las instalaciones de riego por goteo.
El mejillón recubre el exterior de las instalaciones sumergidas, incluyendo captaciones de agua, cañerías, plantas industriales, barcos, etc., pero también el interior de cañerías abastecidas con agua en zonas infestadas y las paredes de balsas de riego, canales de transporte de agua, etc.
Fuentes de la CHJ sostienen que en el caso de que no se pudiera controlar la plaga quizá sería necesario proteger las grandes tomas de regadío, tanto por el método tradicional-acequias al aire libre, como para las balsas de las que parte el riego por goteo-con filtros de arena.
Los expertos confían en que las dificultades que tiene el mejillón adulto para permanecer sujeto cuando la velocidad del agua supera los dos metros por segundo frene su adherencia a las infraestructuras de regadío.