Expertos defienden la desalación y el trasvase como técnicas complementarias y no excluyentes
Sáb, 30/09/2006
El Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunidad inauguró ayer el II Foro de Debate en el que participaron el director del Instituto Mediterráneo del Agua, Francisco Cabezas, y José Luis Loidi, técnico en desalación. Ambos defendieron la postura conjunta de la tercera vía, el trasvase y las desalinizadoras como técnicas complementarias.
Antonio Cabezas sostiene que «el problema de las desalinizadoras a nivel tecnológico ha desaparecido, ahora el problema que se plantea es el económico». Las ciudades pueden «soportar los costes» de las desaladoras. Sin embargo, «en términos de sostenibilidad, el regadío sólo lo pueden pagar determinados tipos de cultivo», añadió Francisco Cabezas. En este sentido, José Luis Loidi aseguró que el precio del metro cúbico de agua procedente de las desalinizadoras es de 0,60 céntimos, coste que según Cabezas es demasiado costoso para los agricultores.
En cuanto al trasvase del Ebro, Cabezas comentó que no se trata de un problema de urbanizaciones, ya que él mismo aseguró que «hacer una desaladora tiene un coste muy pequeño» para los constructores que pueden incluir en el precio de las viviendas. Además, señaló que el 80 por ciento del consumo del agua se dedica a la agricultura.
Actualmente, en el arco mediterráneo existen 50.000 hectáreas de regadío y que según Cabezas «están abocadas a la desaparición» a medio o largo plazo. Él mismo insistió en que «hay que buscar el equilibrio hídrico», si se aumenta la oferta el agua tendrá que venir, o bien de las desaladoras -recurso externo- o bien del trasvase. Por ello, concluyó que «si no hay un recurso externo es insostenible».
Durante el foro Cabezas dijo que «se ha desarrollado una territorialización del agua», lo que ha llevado a una conciencia del agua que se confronta a la idea del derecho del agua. Asimismo, él aseguró que «más que el problema de la derogación del PHN, se trata de una creación de una conciencia social retrógrada sobre el agua».
El Ministerio
Desde el Gobierno se advierte de que se podría aguantar sin un trasvase de agua en tres meses, dada la actual situación de la cuenca del Tajo -por debajo del límite que el PHN prohíbe trasvasar agua a la cuenca del Segura- garantizando el abastecimiento para el consumo humano, gracias a la desalación.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno señaló ayer después del consejo de Ministros que si durante el mes de octubre llueve lo esperado se podrá retomar dicho trasvase.
Antonio Cabezas sostiene que «el problema de las desalinizadoras a nivel tecnológico ha desaparecido, ahora el problema que se plantea es el económico». Las ciudades pueden «soportar los costes» de las desaladoras. Sin embargo, «en términos de sostenibilidad, el regadío sólo lo pueden pagar determinados tipos de cultivo», añadió Francisco Cabezas. En este sentido, José Luis Loidi aseguró que el precio del metro cúbico de agua procedente de las desalinizadoras es de 0,60 céntimos, coste que según Cabezas es demasiado costoso para los agricultores.
En cuanto al trasvase del Ebro, Cabezas comentó que no se trata de un problema de urbanizaciones, ya que él mismo aseguró que «hacer una desaladora tiene un coste muy pequeño» para los constructores que pueden incluir en el precio de las viviendas. Además, señaló que el 80 por ciento del consumo del agua se dedica a la agricultura.
Actualmente, en el arco mediterráneo existen 50.000 hectáreas de regadío y que según Cabezas «están abocadas a la desaparición» a medio o largo plazo. Él mismo insistió en que «hay que buscar el equilibrio hídrico», si se aumenta la oferta el agua tendrá que venir, o bien de las desaladoras -recurso externo- o bien del trasvase. Por ello, concluyó que «si no hay un recurso externo es insostenible».
Durante el foro Cabezas dijo que «se ha desarrollado una territorialización del agua», lo que ha llevado a una conciencia del agua que se confronta a la idea del derecho del agua. Asimismo, él aseguró que «más que el problema de la derogación del PHN, se trata de una creación de una conciencia social retrógrada sobre el agua».
El Ministerio
Desde el Gobierno se advierte de que se podría aguantar sin un trasvase de agua en tres meses, dada la actual situación de la cuenca del Tajo -por debajo del límite que el PHN prohíbe trasvasar agua a la cuenca del Segura- garantizando el abastecimiento para el consumo humano, gracias a la desalación.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno señaló ayer después del consejo de Ministros que si durante el mes de octubre llueve lo esperado se podrá retomar dicho trasvase.