Málaga dispone de agua para nueve meses y niega superar el consumo legal en sequía

Lun, 11/09/2006

El País

El Ayuntamiento de Málaga afronta el inicio del otoño mirando al cielo. Con las reservas de agua de que dispone en la actualidad, el abastecimiento en la ciudad está garantizado únicamente hasta el mes de mayo. Si no llueve en octubre, noviembre y diciembre, época de mayores precipitaciones en la Costa del Sol, los gestores municipales del agua se plantean reabrir pozos de emergencia de la gran sequía de 1995 y, como último recurso, traer barcos cuba. El municipio niega haber superado los límites de consumo fijados en el decreto de sequía vigente desde noviembre.
Durante el verano la Consejería de Medio Ambiente, dirigida por Fuensanta Coves, acusó repetidamente al Ayuntamiento de rebasar los 230 litros por habitante y día que prevé el decreto 240/2005. El Ayuntamiento dice que su consumo medio es de 210 litros y que el baile de cifras tiene que ver con distintos métodos de contabilidad.
El Consistorio contraatacó afirmando que la Cuenca Mediterránea Andaluza tarda mucho en dar el visto bueno al Plan municipal de Actuación en Época de Sequía. El Ayuntamiento de Málaga tiene redactado desde el 16 de diciembre de 2005 dicho documento, cuya aprobación por el organismo de cuenca autonómico es vinculante para poder iniciar las obras de emergencia.
El plan de sequía establece cuatro niveles de actuación en función de las reservas útiles de los pantanos de Guadalteba, Conde del Guadalhorce y del Limonero. El primer nivel y segundo nivel, denominados Alerta y Sequía, se activan cuando las reservas útiles permiten el abastecimiento durante 24 y 15 meses respectivamente.
El tercer escalón, Emergencia, es el que sufre Málaga en la actualidad, y se activa cuando los pantanos no garantizan agua para los siguientes diez meses. En esta fase se busca reducir la demanda de agua un 10% respecto al ejercicio anterior. Para ello se intensifican las campañas de ahorro, se establece un plan de gestión para explotar recursos hídricos extraordinarios y se buscan infraestructuras que aumenten las reservas a corto y medio plazo. Además, se cortará el suministro en centros y edificios públicos, colegios e instalaciones deportivas de 20.00 a 8.00. Estas medidas se combinan con sistemas de bonificación a los grandes consumidores que reduzcan su consumo.
Recursos extraordinarios
A la cuarta y definitiva fase, llamada 'Extraordinaria', se encamina la capital malagueña si las lluvias no llegan este otoño. Se implantará cuando los recursos ordinarios disponibles bajen de 27 hectómetros cúbicos, esto es, para menos de seis meses de suministro. En esta etapa se promoverá el uso extensivo de recursos extraordinarios, como los pozos de Perales, Puente Rey e Intelhorce, con agua de ínfima calidad, y la posibilidad de transportar agua en barcos de 50.000 metros cúbicos.
En esta fase profunda de sequía, se reducirá la presión en el suministro y los cortes de agua en edificios públicos, centros educativos y deportivos se ampliará de 16.00 a 8.00. Además se reducirá el volumen utilizable en aljibes comunitarios hasta el equivalente a 100 litros por vivienda. El corte del suministro a los hogares se implantará sólo si las reservas se agotan. 'Quitar el agua de la red es una medida horrible que sólo lleva a un mayor consumo, ya que la gente llena aljibes y bañeras y luego tira el agua, cuando vuelve el suministro. Además, cortar el agua produce problemas en las conducciones por el aire que entra en ellas'.
Para 2016, Málaga ha solicitado la concesión de todos sus caudales ordinarios actuales más la ampliación de aguas superficiales del río Grande y de la presa de Casasola, que debería estar almacenando agua desde hace cinco años. Con ello pretende pasar de sus 78,6 hectómetros cúbicos anuales a 101,75, un aumento del 29%, suficiente para una población estimada de 725.000 habitantes. El plan de emergencia describe los recursos hídricos con que cuenta la capital malagueña. De los recursos ordinarios, Málaga sólo dispone de concesión a perpetuidad de 1,5 metros cúbicos por segundo de los embalses de Conde del Guadalhorce y Guadalteba, lo que suponen 47,3 de los 78,6 hectómetros cúbicos anuales usados por la ciudad.