Madrid- 60 minutos bastaron para poner la capital patas arriba. Los distritos de Villaverde, Vallecas y Aluche fueron los más afectados, aunque pocos madrileños fueron ajenos al espectáculo -a veces incluso dantesco- que se adivinaba a través de las ventanas. De hecho, los bomberos, todavía renqueantes de la cantidad de escalones que subieron el pasado lunes para sofocar las llamas de Torre Espacio, tuvieron que multiplicarse para acudir a los avisos que «colapsaron» las centralitas de los servicios de emergencias. El motivo, la «penúltima» tormenta de un verano que apura sus últimos días y que, acompañada de fuertes rachas de viento, sembró el caos en Madrid desde las ocho hasta las nueve de la noche.
En total, fueron más de 60 las intervenciones de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. El saneamiento de cornisas, la retirada de árboles y ramas y alguna que otra inundación de sótanos y garajes ocuparon buena parte de su tiempo. Según un portavoz de Emergencias Madrid, numerosos vehículos resultaron dañados -algunos severamente- por el desprendimiento de ramas provocado por el aire.
Dos metros de ladrillo y chapa Pero, por desgracia, no sólo los bomberos se echaron a la calle en una tarde noche tan desapacible. Y es que, los sanitarios del Samur atendieron a una mujer de 40 años de edad que resultó herida de gravedad al caerle encima un muro de dos metros, compuesto de ladrillo y chapa, del cerramiento exterior de un aparcamiento. El suceso tuvo lugar pasadas las ocho de la tarde en el número 32 de la avenida de América, y se debió al fuerte temporal que en ese momento azotaba la zona. La herida fue trasladada al Hospital de la Princesa, donde quedó ingresada con un traumatismo craneoencefálico, una fractura de pelvis y un traumatismo abdominal.
Otro de los sucesos relacionados con la tormenta quedó finalmente en una mera anécdota, aunque su protagonista, cuando piense friamente en lo ocurrido, a buen seguro que no podrá evitar sobrecogerse. Se trataba de una mujer que, acompañada de su familia, se encontraba en la madrileña Plaza de Oriente. Uno de los muchos rayos que desgarraron el cielo de la capital durante la tarde noche de ayer impactó cerca de ellos, excesivamente cerca. Tanto, que una chispa alcanzó a la mujer provocándole quemaduras de carácter leve.
Hasta el lugar de los hechos se desplazó una unidad del Samur, cuyos facultativos atendieron sobre el terreno a la víctima. Sin embargo, tras recibir unas curas fue dada de alta sin tener que ser trasladada hasta un centro hospitalario. Además, y como ya viene siendo habitual, el asfalto mojado se convirtió de nuevo en una ratonera para los conductores que circulaban por las principales arterias de Madrid.