Mueren 700 peces en el río Aragón por la falta de caudal ecológico
Jue, 07/09/2006
Alrdedor de 700 peces han muerto y otros 450 fueron rescatados moribundos el pasado martes por la tarde en el río Aragón como consecuencia de la falta del caudal ecológico desde el pasado domingo en un tramo de un kilómetro y medio aguas abajo de la presa de Castiello de Jaca.
Al parecer, por causas que se desconocen, el sobradero que regula el canal de abastecimiento de Jaca --que depende del ayuntamiento-- no dejó en el río el caudal necesario para mantener con vida su fauna piscícola. Esto, unido al estiaje y a la subida de temperatura de la escasa agua restante dejó sin oxígeno a la fauna, provocando la muerte de al menos 250 truchas, 420 piscardos y 7 peces lobo, según cifras oficiales.
Los peces muertos fueron retirados por los técnicos de Medio Ambiente de la DGA mientras que el medio millar que se encontraba agonizando fue trasladado a otro punto del río aguas abajo con suficiente caudal. Aunque no ha sido necesario realizar una necropsia, ya que es evidente que la causa de las muertes fue la falta de agua, sí se ha presentado una denuncia ante el servicio provincial de Medio Ambiente.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha abierto una investigación por su parte con el fin de conocer si hubo o no un uso irregular de caudales aguas arriba de la zona donde se produjo la mortandad.
Según relató un pescador que estuvo en la zona el pasado 29 de agosto, ya por entonces --una semana antes del suceso-- bajaba muy poca agua, aunque suficiente para evitar su muerte. La mortandad de los peces ha provocado gran malestar entre los pescadores de la zona, ya que se trata de un río truchero por excelencia en la comunidad autónoma.
MALESTAR DE LOS PESCADORES Desde la Federación de Pesca se hablaba ayer de más de mil truchas muertas, aunque la cifra que maneja el Departamento de Medio Ambiente es de 250 ejemplares.
No obstante, a esta cifra hay que sumar los 420 piscardos perdidos --una especie típica de la zona-- y parte de las 450 truchas que se hallaron agonizando, ya que algunas de ellas pudieron morir posteriormente. Asimismo, las aves pudieron comerse parte de los peces muertos entre el domingo y el martes, cuando los forestales y los técnicos de la CHE acudieran a la zona.
Este problema viene a sumarse a la difícil situación que están atravesando todos los ríos de la provincia con el verano tan seco que se está viviendo. Uno de los casos más preocupantes es el del río Noguera Ribagorzana, que se encuentra con muy poca agua. Los pescadores esperan que el mes de septiembre sea lluvioso para que se recuperen los caudales.
Al parecer, por causas que se desconocen, el sobradero que regula el canal de abastecimiento de Jaca --que depende del ayuntamiento-- no dejó en el río el caudal necesario para mantener con vida su fauna piscícola. Esto, unido al estiaje y a la subida de temperatura de la escasa agua restante dejó sin oxígeno a la fauna, provocando la muerte de al menos 250 truchas, 420 piscardos y 7 peces lobo, según cifras oficiales.
Los peces muertos fueron retirados por los técnicos de Medio Ambiente de la DGA mientras que el medio millar que se encontraba agonizando fue trasladado a otro punto del río aguas abajo con suficiente caudal. Aunque no ha sido necesario realizar una necropsia, ya que es evidente que la causa de las muertes fue la falta de agua, sí se ha presentado una denuncia ante el servicio provincial de Medio Ambiente.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha abierto una investigación por su parte con el fin de conocer si hubo o no un uso irregular de caudales aguas arriba de la zona donde se produjo la mortandad.
Según relató un pescador que estuvo en la zona el pasado 29 de agosto, ya por entonces --una semana antes del suceso-- bajaba muy poca agua, aunque suficiente para evitar su muerte. La mortandad de los peces ha provocado gran malestar entre los pescadores de la zona, ya que se trata de un río truchero por excelencia en la comunidad autónoma.
MALESTAR DE LOS PESCADORES Desde la Federación de Pesca se hablaba ayer de más de mil truchas muertas, aunque la cifra que maneja el Departamento de Medio Ambiente es de 250 ejemplares.
No obstante, a esta cifra hay que sumar los 420 piscardos perdidos --una especie típica de la zona-- y parte de las 450 truchas que se hallaron agonizando, ya que algunas de ellas pudieron morir posteriormente. Asimismo, las aves pudieron comerse parte de los peces muertos entre el domingo y el martes, cuando los forestales y los técnicos de la CHE acudieran a la zona.
Este problema viene a sumarse a la difícil situación que están atravesando todos los ríos de la provincia con el verano tan seco que se está viviendo. Uno de los casos más preocupantes es el del río Noguera Ribagorzana, que se encuentra con muy poca agua. Los pescadores esperan que el mes de septiembre sea lluvioso para que se recuperen los caudales.