La Confederación Hidrográfica del Segura confirmó ayer que recurrirá a los recursos de los acuíferos reservados para 2007 para que a partir de octubre no haya restricciones de agua en Murcia y Alicante. Con esta reserva, Medio Ambiente pretende suplir al agua del Tajo, que ya no puede llegar a los 79 municipios de Murcia y Alicante que beben agua del trasvase porque los embalses de cabecera han llegado al límite legal que impide trasvasar agua. En el último año el Tajo ha aportado el 55% del agua que beben estos más de dos millones de personas.
La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente dirigido por Cristina Narbona, utilizará antes de que finalice el presente año 11,9 hectómetros cúbicos más del acuífero denominado Sinclinal de Calasparra, del que se habrán bombeado en total 102,3 hectómetros desde que se abrió, en 2004.
En esta tesitura, el presidente de la CHS, José Salvador Fuentes Zorita, lanzó ayer un mensaje de serenidad a los habitantes de los municipios de la cuenca del Segura, recordando que no se está pendiente en estos momentos de nuevos envíos de agua desde la cabecera del Tajo, puesto que todo el caudal asignado para abastecimiento humano del presente año hidrológico, que finaliza el 30 de septiembre, ya fue trasvasado a través del Acueducto Tajo-Segura. El Gobierno debe autorizar un nuevo trasvase si hay excedentes a finales de septiembre.
Asimismo, el comisario de Aguas, Manuel Aldeguer, aseguró que en los meses de verano se han abierto unos cinco pozos de sequía, cuyas aguas se destinan al abastecimiento humano. La CHS ha realizado los sondeos en el municipio albaceteño de Hellín, en Moratalla y Blanca (Murcia). En los próximos días está prevista la apertura de nuevos pozos, que podrían suministrar unos diez hectómetros cúbicos anuales de agua, que no podrán sustituir a los recursos procedentes del Tajo-Segura. En los últimos 12 meses, un año muy seco y de trasvases por debajo de lo normal, el Gobierno ha enviado 200 hectómetros del Tajo al Segura para abastecimiento y riego.
Para completar las necesidades la cuenca, la Confederación del Segura comunicó el pasado abril a la Confederación Hidrográfica del Júcar la necesidad de que aportara en junio 3,7 hectómetros, 'para atender las necesidades de los municipios de su ámbito territorial'. Estos son municipios que, aunque pertenecen a la cuenca del Júcar, se abastecen para beber de la del Segura.
También, el Ministerio de Medio Ambiente ha adelantado la puesta en marcha de la segunda planta desalinizadora de San Pedro del Pinatar, que estará en funcionamiento a lo largo del primer trimestre de 2007, fecha en la que podrá aportar todos los meses un hectómetro cúbico, que tendrá como destino las zonas turísticas del Mar Menor.
El 55% del consumo
En conjunto -si se cumplen las previsiones del Gobierno- no habrá restricciones en Alicante y en la Región de Murcia, pese a que no contará con el agua del Tajo, que es el que hasta ahora venía suministrando el 55% del agua que consumían los murcianos y los alicantinos.
En cuanto al riego del campo las noticias son peores, ya que en los próximos meses no recibirá agua del Tajo, después de un año en el que en la cuenca del Segura los agricultores sólo han podido acceder al 50% de los recursos a los que tienen derecho.
Por su parte, el consejero de Presidencia de la Región de Murcia, Fernando de la Cierva, afirmó ayer que 'las desalinizadoras podrán resolver una situación de suministro a la población, pero no solucionarán en ningún caso la situación del campo, no sólo de Murcia, sino de todo el Levante español'.
A su juicio, señaló en un comunicado, 'ahora más que nunca hay que retomar el diálogo, el sentido común y la sensatez, y volver hablar de lo que aprobaron la mayoría de las comunidades españolas', en referencia al Plan Hidrológico Nacional (PHN) del PP. De la Cierva declaró que 'la derogación del trasvase del Ebro abrió la puerta de la insolidaridad en España', y 'ahora vemos cómo el Gobierno de Castilla-La Mancha quiere cerrar el grifo del Tajo'.