Murcia necesita un trasvase para beber, pero ya no quedan reservas en el Tajo
Mar, 05/09/2006
El temor ya es una realidad: no hay suficiente agua para trasvasar desde el Tajo al Segura entre los meses de octubre y diciembre. Por descontado que los regadíos no recibirían una gota de agua, y es muy probable que los abastecimientos para 2,5 millones de personas de Murcia y Alicante tampoco puedan completar sus dotaciones. Con este escenario trabaja Medio Ambiente, que se ha marcado como objetivo evitar a toda costa que haya restricciones de agua.
Esta ecuación tiene un resultado casi imposible a la vista de la extrema sequía, pero el Ministerio confía en llegar hasta enero abriendo pozos de emergencia, comprando derechos de agua y, sobre todo, agilizando la puesta en marcha de las plantas desalinizadoras. Con los pantanos de la cabecera del Tajo en la línea roja -en cuestión de horas cruzará la barrera de los 240 hectómetros cúbicos a la baja- el departamento de Cristina Narbona ha decidido adelantar la puesta en marcha de la segunda desalinizadora de San Pedro del Pinatar y espera que entre en fase de pruebas este mismo mes, concretamente a partir del día 20, según informó ayer el delegado del gobierno en la Mancomunidad de Canales del Taibilla, Isidoro Carrillo.
Las previsiones del Ministerio han fallado y el Tajo se ha quedado sin agua para trasvasar un mes antes de lo previsto, ya que según las previsiones técnicas de principios del verano se debía llegar a la línea roja a principios de octubre. Los abastecimientos de los 79 municipios de Murcia y parte de Alicante necesitarán entre octubre y diciembre 52 hectómetros cúbicos. En la situación de alarma no se incluye el mes de septiembre, ya que el suministro se garantizará con el último envío del Tajo que se aprobó en julio (las aguas ya llegaron a la cuenca del Segura semanas atrás), además de con los pozos del acuífero de Calasparra.
El organismo abastecedor le ha comunicado oficialmente al Ministerio sus necesidades de agua del Tajo para el próximo trimestre, que suman 26 hectómetros cúbicos (a razón de diez, ocho y siete hectómetros cúbicos para octubre, noviembre y diciembre, respectivamente). El resto hasta completar los 52 hectómetros necesarios se cubre con desalinizadoras y con aguas del río Taibilla. Si no se pudieran desembalsar del Tajo esos 26 hectómetros, entonces habría que recurrir a medidas extraordinarias en las cuencas del Segura y del Júcar, poniendo en explotación pozos de emergencia y comprando derechos de agua. Las desalinizadoras podrán aportar en este trimetre tan sólo 15 hectómetros cúbicos, contando con la nueva de San Pedro del Pinatar.
Esta ecuación tiene un resultado casi imposible a la vista de la extrema sequía, pero el Ministerio confía en llegar hasta enero abriendo pozos de emergencia, comprando derechos de agua y, sobre todo, agilizando la puesta en marcha de las plantas desalinizadoras. Con los pantanos de la cabecera del Tajo en la línea roja -en cuestión de horas cruzará la barrera de los 240 hectómetros cúbicos a la baja- el departamento de Cristina Narbona ha decidido adelantar la puesta en marcha de la segunda desalinizadora de San Pedro del Pinatar y espera que entre en fase de pruebas este mismo mes, concretamente a partir del día 20, según informó ayer el delegado del gobierno en la Mancomunidad de Canales del Taibilla, Isidoro Carrillo.
Las previsiones del Ministerio han fallado y el Tajo se ha quedado sin agua para trasvasar un mes antes de lo previsto, ya que según las previsiones técnicas de principios del verano se debía llegar a la línea roja a principios de octubre. Los abastecimientos de los 79 municipios de Murcia y parte de Alicante necesitarán entre octubre y diciembre 52 hectómetros cúbicos. En la situación de alarma no se incluye el mes de septiembre, ya que el suministro se garantizará con el último envío del Tajo que se aprobó en julio (las aguas ya llegaron a la cuenca del Segura semanas atrás), además de con los pozos del acuífero de Calasparra.
El organismo abastecedor le ha comunicado oficialmente al Ministerio sus necesidades de agua del Tajo para el próximo trimestre, que suman 26 hectómetros cúbicos (a razón de diez, ocho y siete hectómetros cúbicos para octubre, noviembre y diciembre, respectivamente). El resto hasta completar los 52 hectómetros necesarios se cubre con desalinizadoras y con aguas del río Taibilla. Si no se pudieran desembalsar del Tajo esos 26 hectómetros, entonces habría que recurrir a medidas extraordinarias en las cuencas del Segura y del Júcar, poniendo en explotación pozos de emergencia y comprando derechos de agua. Las desalinizadoras podrán aportar en este trimetre tan sólo 15 hectómetros cúbicos, contando con la nueva de San Pedro del Pinatar.