Los arroceros ven peligrar la cosecha del año que viene si continúa la sequía
Dom, 03/09/2006
La siega del arroz empezó ayer en el Marjal Pego-Oliva. Este año se ha adelantado unos días por el avance de la maduración y porque se ha secado antes para dejar que el agua de los arrozales volviese a engrosar el cauce del río Bullent y de ahí al resto del paraje, según informó el director de este parque natural, Vicente Uríos.
Pese a que el Marjal es uno de los humedales que mejor mantiene los niveles de agua de la Comunitat, este año la falta de lluvias y el aumento del consumo también le han hecho mella. Así, Uríos coincidió con Vicente Dominguis, el presidente del grupo arrocero Les Tanques, en que si los niveles de agua de la marjal siguen bajando al mismo ritmo «será imposible» mantener el cultivo.
El edil de Medio Ambiente, Pau Folqués, avisó a este diario que el pozo de aguas potables de la población, de donde se extrae el agua para consumo humano, había bajado medio metro más respecto a la medición anterior, cuándo se reveló que estaba 4 metros por debajo de su nivel habitual.
El conseller de Agricultura, Juan Cotino, que se desplazó hasta el parque para inaugurar la siega del arroz de cultivo ecológico, aprovechó su visita para encauzar su discurso sobre la necesidad hídrica de la Comunitat. Cuando se le preguntó sobre la opinión que le merecía la ampliación del campo de golf de la Sella de Dénia, que según un estudio mengua el agua destinados a la agricultura comarcal, el conseller no quiso contestar. Cotino, en cambio, quiso expresar el compromiso de la Generalitat con el cultivo ecológico, que ahorra en agua y en pesticidas. Su visita culminó con un paseo en la máquina mientras se segaba la cosecha del arroz bomba. Una partida de esta variedad, característica de este municipio, se ha cultivado sin química este año por primera vez. Aunque ya llevan siete años cultivando arroz ecológico, los arroceros de Pego sólo destinan 40 hanegadas al cultivo biológico, pues según afirman, es mucho más costoso y aún no tiente tanta demanda aquí como en otros paises de Europa.
Entre el cultivo ecológico y el tradicional, éste ha sido un buen año para los arroceros pegolinos, que calculan obtener una de las mejores cosechas desde que se retomó la labranza del arroz. Ahora, falta concretar el precio, lo que determinará la rentabilidad para los agricultores. Aún así, el cultivo de arroz en el marjal no sería posible sin las subvenciones de diferentes administraciones, tal como señaló el concejal de Agricultura, Andreu Dominguis.
Para paliarlo, se está estudiando habilitar más zonas del Marjal para la siembra. Así se habla de aprovechar las zonas de cultivos de verano, como las hortalizas, para plantar algo que rinda más parte del año. El problema es que el terreno del marjal, de cariz fangoso, no resulta apto para muchos cultivos. Dominguis apuntó hacia la floricultura, como plantación más adecuada.
En la visita de Cotino, junto al alcalde de Pego el también popular Carmelo Ortolà, asistió la plana mayor del equipo de gobierno, aunque se echaron en falta algunas caras, como la del edil de Urbanismo, Eduardo Síscar, también del PP, pero de la corriente zaplanista. Tampoco asistió el edil de Medio Ambiente, el nacionalista Pau Folqués, que según comunicó a este diario, estaba en otro sitio trabajando.
Pese a que el Marjal es uno de los humedales que mejor mantiene los niveles de agua de la Comunitat, este año la falta de lluvias y el aumento del consumo también le han hecho mella. Así, Uríos coincidió con Vicente Dominguis, el presidente del grupo arrocero Les Tanques, en que si los niveles de agua de la marjal siguen bajando al mismo ritmo «será imposible» mantener el cultivo.
El edil de Medio Ambiente, Pau Folqués, avisó a este diario que el pozo de aguas potables de la población, de donde se extrae el agua para consumo humano, había bajado medio metro más respecto a la medición anterior, cuándo se reveló que estaba 4 metros por debajo de su nivel habitual.
El conseller de Agricultura, Juan Cotino, que se desplazó hasta el parque para inaugurar la siega del arroz de cultivo ecológico, aprovechó su visita para encauzar su discurso sobre la necesidad hídrica de la Comunitat. Cuando se le preguntó sobre la opinión que le merecía la ampliación del campo de golf de la Sella de Dénia, que según un estudio mengua el agua destinados a la agricultura comarcal, el conseller no quiso contestar. Cotino, en cambio, quiso expresar el compromiso de la Generalitat con el cultivo ecológico, que ahorra en agua y en pesticidas. Su visita culminó con un paseo en la máquina mientras se segaba la cosecha del arroz bomba. Una partida de esta variedad, característica de este municipio, se ha cultivado sin química este año por primera vez. Aunque ya llevan siete años cultivando arroz ecológico, los arroceros de Pego sólo destinan 40 hanegadas al cultivo biológico, pues según afirman, es mucho más costoso y aún no tiente tanta demanda aquí como en otros paises de Europa.
Entre el cultivo ecológico y el tradicional, éste ha sido un buen año para los arroceros pegolinos, que calculan obtener una de las mejores cosechas desde que se retomó la labranza del arroz. Ahora, falta concretar el precio, lo que determinará la rentabilidad para los agricultores. Aún así, el cultivo de arroz en el marjal no sería posible sin las subvenciones de diferentes administraciones, tal como señaló el concejal de Agricultura, Andreu Dominguis.
Para paliarlo, se está estudiando habilitar más zonas del Marjal para la siembra. Así se habla de aprovechar las zonas de cultivos de verano, como las hortalizas, para plantar algo que rinda más parte del año. El problema es que el terreno del marjal, de cariz fangoso, no resulta apto para muchos cultivos. Dominguis apuntó hacia la floricultura, como plantación más adecuada.
En la visita de Cotino, junto al alcalde de Pego el también popular Carmelo Ortolà, asistió la plana mayor del equipo de gobierno, aunque se echaron en falta algunas caras, como la del edil de Urbanismo, Eduardo Síscar, también del PP, pero de la corriente zaplanista. Tampoco asistió el edil de Medio Ambiente, el nacionalista Pau Folqués, que según comunicó a este diario, estaba en otro sitio trabajando.