El Centro de Estudios Ambientales prevé que la sequía continúe durante el próximo otoño
Dom, 27/08/2006
El director del instituto cree que el cambio climático ha convertido la escasez de lluvias en un fenómeno habitual
Las precipitaciones no llegarán en septiembre ni siquiera en octubre, el mes más lluvioso del año. La predicción del Centro de Estudios Ambientales es un otoño seco debido a que la sequía se alargará por el cambio climático. El director del CEAM, Millán Millán, explicó que la ausencia de tormentas de verano ha empeorado la situación.
“Las previsiones no son nada halagüeñas”. El director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), Millán Millán, se mostró pesimista sobre las expectativas de que se registren precipitaciones los próximos dos meses que puedan aliviar la situación de sequía que padece la Comunitat Valenciana y las cabeceras de los ríos Júcar y Turia.
Millán explicó a LAS PROVINCIAS que el cambio climático ha provocado que la sequía se alargue en el tiempo y no deje precipitaciones durante los meses más lluviosos del año. Según el Centro Meteorológico de Valencia, el año 2005 fue muy seco porque solamente se registraron 330 litros por metro cuadrado en Valencia a pesar de que la media anual de los últimos quince años es de 450.
La Comunitat Valenciana sufre un déficit hídrico debido a que las precipitaciones no consiguen cubrir la demanda de agua del territorio. Esta situación se ve agravada en años especialmente secos, como lo fue 2005 y, de momento, 2006.
Ausencia de lluvias en verano
Fuentes del Centro Meteorológico de Valencia explicaron que durante los meses de verano no se han producido precipitaciones, lo que agrava, según Millán Millán, la escasez de agua que padecen los embalses que abastecen a Valencia y su área metropolitana. “Son las tormentas de verano un tipo de precipitación habitual del este peninsular que permite recargar los acuíferos”, comentó el director del centro.
Junto a las tormentas de verano, la Comunitat Valenciana registra precipitaciones importantes durante los meses de septiembre, octubre y noviembre. “El problema es que la llamada gota fría es un fenómeno cada vez más errático y torrencial, lo que no permite aliviar una sequía”.
Episodios torrenciales
Según Millán, el otoño se prevé seco porque la sequía se ha convertido en un ciclo instalado en la Comunitat de forma permanente debido al cambio climático. “Se pueden producir lluvias torrenciales mucho más intensas, pero en zonas puntuales sin posibilidad de llenar los embalses”.
El Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo va a exponer esta tesis el próximo 27 de septiembre en un congreso organizado por la Unión Europea. Millán informará de cómo está afectando el cambio climático a la Comunitat. “Es la peor sequía desde que se tienen registros y no es una situación pasajera”, lamentó.
El director del CEAM especificó que los acuíferos y embalses valencianos se recargan gracias a una combinación de tormentas de verano, lluvias torrenciales de otoño y los frentes fríos que llegan desde el Atlántico, con escasas precipitaciones en la Comunitat. “La tendencia demuestra que se están reduciendo todas las situaciones que pueden producir lluvias”, dijo Millán.
Las precipitaciones no llegarán en septiembre ni siquiera en octubre, el mes más lluvioso del año. La predicción del Centro de Estudios Ambientales es un otoño seco debido a que la sequía se alargará por el cambio climático. El director del CEAM, Millán Millán, explicó que la ausencia de tormentas de verano ha empeorado la situación.
“Las previsiones no son nada halagüeñas”. El director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), Millán Millán, se mostró pesimista sobre las expectativas de que se registren precipitaciones los próximos dos meses que puedan aliviar la situación de sequía que padece la Comunitat Valenciana y las cabeceras de los ríos Júcar y Turia.
Millán explicó a LAS PROVINCIAS que el cambio climático ha provocado que la sequía se alargue en el tiempo y no deje precipitaciones durante los meses más lluviosos del año. Según el Centro Meteorológico de Valencia, el año 2005 fue muy seco porque solamente se registraron 330 litros por metro cuadrado en Valencia a pesar de que la media anual de los últimos quince años es de 450.
La Comunitat Valenciana sufre un déficit hídrico debido a que las precipitaciones no consiguen cubrir la demanda de agua del territorio. Esta situación se ve agravada en años especialmente secos, como lo fue 2005 y, de momento, 2006.
Ausencia de lluvias en verano
Fuentes del Centro Meteorológico de Valencia explicaron que durante los meses de verano no se han producido precipitaciones, lo que agrava, según Millán Millán, la escasez de agua que padecen los embalses que abastecen a Valencia y su área metropolitana. “Son las tormentas de verano un tipo de precipitación habitual del este peninsular que permite recargar los acuíferos”, comentó el director del centro.
Junto a las tormentas de verano, la Comunitat Valenciana registra precipitaciones importantes durante los meses de septiembre, octubre y noviembre. “El problema es que la llamada gota fría es un fenómeno cada vez más errático y torrencial, lo que no permite aliviar una sequía”.
Episodios torrenciales
Según Millán, el otoño se prevé seco porque la sequía se ha convertido en un ciclo instalado en la Comunitat de forma permanente debido al cambio climático. “Se pueden producir lluvias torrenciales mucho más intensas, pero en zonas puntuales sin posibilidad de llenar los embalses”.
El Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo va a exponer esta tesis el próximo 27 de septiembre en un congreso organizado por la Unión Europea. Millán informará de cómo está afectando el cambio climático a la Comunitat. “Es la peor sequía desde que se tienen registros y no es una situación pasajera”, lamentó.
El director del CEAM especificó que los acuíferos y embalses valencianos se recargan gracias a una combinación de tormentas de verano, lluvias torrenciales de otoño y los frentes fríos que llegan desde el Atlántico, con escasas precipitaciones en la Comunitat. “La tendencia demuestra que se están reduciendo todas las situaciones que pueden producir lluvias”, dijo Millán.