Palop asegura que 'tenemos la mejor generación' para afrontar la sequía y aboga por subir el precio del agua
Mar, 22/08/2006
El director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, aseguró hoy que "posiblemente tengamos la mejor generación en España para hacer frente a los problemas de sequía", aunque apuntó que "la gran asignatura pendiente de este país, que se tiene que implantar ya, es que el agua no esté gestionada por técnocratas sino por criterios democráticos".
Palop reconoció, en declaraciones a Radio Nacional, recogidas por Europa Press, que España atraviesa "una situación delicada porque es el segundo año de una sequía importantísima, con una dureza similar a la de los años 80 y 90, en la que hubo restricciones al 25% de la población. No obstante, puntualizó que si entonces afectó a una parte muy importante de la Península, en esta ocasión se centra en "unos puntos geográficos muy concretos: las cuencas del Júcar, Segura, cabecera del Tajo, cuenca del Guadalquivir y la margen izquierda de la cuenca hidrográfica del Ebro".
Además, recalcó que en estos dos años "se han hecho muchísimas cosas ya que es la primera vez que hemos intentado gestionar una sequía en clave de adelanto temporal", como la desaladora de San Pedro del Pinatar (Murcia), que se decretó en febrero del año pasado previendo que sería necesaria para este otoño.
Pero, a su juicio, un "aspecto importantísimo es contar con la colaboración del resto de las administraciones y la población y, en este sentido, nuestro país, por haber pasado una serie de sequías encadenadas, tenemos un tesoro que no tienen muchos países en el mundo: una población y una administración adiestrada. Posiblemente tengamos la mejor generación en España para hacer frente a los problemas de sequía, que sabe exactamente cómo afrontarlos.
Por ello, "el gran reto de las administraciones públicas es el transmitir información veraz y objetiva de forma que la ciudadanía se haga una idea clara de la situación y sobre todo no dar mensajes excesivamente alarmistas y que no se correspondan con la realidad ya que al final se acaba desmotivando a la población", advirtió.
En este sentido, puntualizó que el aumento del 2,4% en el consumo de agua en 2004 anunciado la semana pasada por el INE sea generalizado. "Donde hay necesidad se está haciendo esfuerzos y, por eso ,en Cataluña hay un ahorro del 9%, en la Comunidad de Madrid del 14%, en la costa del Sol del 11% y en el Levante el objetivo es alcanzar el ahorro del 5% porque hay un 5% menos de agua", aseguró.
CAMBIO EN LA CULTURA DEL AGUA
En cualquier caso, reconoció que es necesario un cambio en la cultura del agua, que ya se está produciendo. "España es un país que echa mucha agua al mar a través de los ríos, y ésa es la filosofía que envuelve la forma de comportarse durante mas de cien años, según la cual lo único que había que hacer eran presas y trasvases para repartir una agua que estaba mal dispuesta en el territorio".
"Pero estamos asistiendo a un cambio, no que promueva el Ministerio de Medio Ambiente ni un partido político concreto, sino que las comunidades autónomas, los territorios están reivindicando un agua, y están diciendo una cosa muy clara: el agua no sobra en España; no hay unas aguas excedentes que sobren y que se pierdan, y así lo están planteando en sus reivindicaciones estatutarias", precisó.
Por ello, Palop abogó, como un único camino para futuras soluciones de gestión de agua "el consenso, el debate, el dialogo y el acuerdo: lo que se llama en democracia gestionar un recurso escaso, y ése es un aspecto muy importante que tiene que cambiar en España en materia de agua".
El director general del Agua reconoció el reto de que impone la necesidad de tener que combinar distintos tipos de producción de agua: superficiales, subterráneas, de desalación, de presa... de modo que el resultado final es que tengamos garantías". Y, para ello, apuntó que "el agua no tiene que estar gestionada por tecnócratas, sino por criterios democráticos y, en este sentido, la participación social es la gran asignatura pendiente de este país se tienen que implantar ya".
Finalmente, se refirió a la necesidad del incremento del precio del agua. "Tenemos una sociedad madura, ilustrada, la mejor del país en toda sus historia y empieza a demandar cosas que no se pedían antes, como ríos limpios, que no haya pozos ilegales, calidad en el abastecimiento, saneamiento y depuración en condiciones más sanas y saludables, y eso tiene que salir de una gestión eficiente y que tenga compensadas sus cuentas. No se puede seguir pagando peseta y media por cada mil litros --advirtió--. Eso no paga nada y lo tiene que entender cualquiera".
ADENA
Por su parte, el responsable del Programa del Agua de WWF/Adena, Guido Schmidt, señaló que, además del esfuerzo y la concienciación de los ciudadanos, es preciso poner en marcha todas las políticas posibles. En este sentido, instó a que los ayuntamientos "dicten ordenanzas municipales para que cualquier construcción nueva recoja las aguas de lluvia para regar jardines y parques, y evitar que en agricultura gastemos agua para producir excedentes".
A su juicio, "tiene que cambiar el enfoque de seguir construyendo embalses y trasvases para resolver el problema, y hacer una gestión de lo que tenemos ya de forma más adecuada. Que haya medio millón de pozos ilegales en España es un escándalo --denunció--, acumulado durante 20 años sin que ningún gestor los haya catalogado para que se haga un uso legal del agua. Muchos años de dejadez administrativa acumulados y no se resuelve con las recetas de siempre", advirtió
Schmidt reconoció que "hay un cambio en la cultura del agua y ya no es la España de hace diez años. Empezamos a ver que problemas de gestión del agua se están empezando a tratar, pero en política autonómica un aspecto importante a tener en cuenta es que el desarrollo económico no depende de la cantidad de agua que se gaste en el territorio. Es importante la eficiencia y desmantelar algunos mitos, como que el regadío es bueno para todos y aporta economía, cuando no es verdad".
Palop reconoció, en declaraciones a Radio Nacional, recogidas por Europa Press, que España atraviesa "una situación delicada porque es el segundo año de una sequía importantísima, con una dureza similar a la de los años 80 y 90, en la que hubo restricciones al 25% de la población. No obstante, puntualizó que si entonces afectó a una parte muy importante de la Península, en esta ocasión se centra en "unos puntos geográficos muy concretos: las cuencas del Júcar, Segura, cabecera del Tajo, cuenca del Guadalquivir y la margen izquierda de la cuenca hidrográfica del Ebro".
Además, recalcó que en estos dos años "se han hecho muchísimas cosas ya que es la primera vez que hemos intentado gestionar una sequía en clave de adelanto temporal", como la desaladora de San Pedro del Pinatar (Murcia), que se decretó en febrero del año pasado previendo que sería necesaria para este otoño.
Pero, a su juicio, un "aspecto importantísimo es contar con la colaboración del resto de las administraciones y la población y, en este sentido, nuestro país, por haber pasado una serie de sequías encadenadas, tenemos un tesoro que no tienen muchos países en el mundo: una población y una administración adiestrada. Posiblemente tengamos la mejor generación en España para hacer frente a los problemas de sequía, que sabe exactamente cómo afrontarlos.
Por ello, "el gran reto de las administraciones públicas es el transmitir información veraz y objetiva de forma que la ciudadanía se haga una idea clara de la situación y sobre todo no dar mensajes excesivamente alarmistas y que no se correspondan con la realidad ya que al final se acaba desmotivando a la población", advirtió.
En este sentido, puntualizó que el aumento del 2,4% en el consumo de agua en 2004 anunciado la semana pasada por el INE sea generalizado. "Donde hay necesidad se está haciendo esfuerzos y, por eso ,en Cataluña hay un ahorro del 9%, en la Comunidad de Madrid del 14%, en la costa del Sol del 11% y en el Levante el objetivo es alcanzar el ahorro del 5% porque hay un 5% menos de agua", aseguró.
CAMBIO EN LA CULTURA DEL AGUA
En cualquier caso, reconoció que es necesario un cambio en la cultura del agua, que ya se está produciendo. "España es un país que echa mucha agua al mar a través de los ríos, y ésa es la filosofía que envuelve la forma de comportarse durante mas de cien años, según la cual lo único que había que hacer eran presas y trasvases para repartir una agua que estaba mal dispuesta en el territorio".
"Pero estamos asistiendo a un cambio, no que promueva el Ministerio de Medio Ambiente ni un partido político concreto, sino que las comunidades autónomas, los territorios están reivindicando un agua, y están diciendo una cosa muy clara: el agua no sobra en España; no hay unas aguas excedentes que sobren y que se pierdan, y así lo están planteando en sus reivindicaciones estatutarias", precisó.
Por ello, Palop abogó, como un único camino para futuras soluciones de gestión de agua "el consenso, el debate, el dialogo y el acuerdo: lo que se llama en democracia gestionar un recurso escaso, y ése es un aspecto muy importante que tiene que cambiar en España en materia de agua".
El director general del Agua reconoció el reto de que impone la necesidad de tener que combinar distintos tipos de producción de agua: superficiales, subterráneas, de desalación, de presa... de modo que el resultado final es que tengamos garantías". Y, para ello, apuntó que "el agua no tiene que estar gestionada por tecnócratas, sino por criterios democráticos y, en este sentido, la participación social es la gran asignatura pendiente de este país se tienen que implantar ya".
Finalmente, se refirió a la necesidad del incremento del precio del agua. "Tenemos una sociedad madura, ilustrada, la mejor del país en toda sus historia y empieza a demandar cosas que no se pedían antes, como ríos limpios, que no haya pozos ilegales, calidad en el abastecimiento, saneamiento y depuración en condiciones más sanas y saludables, y eso tiene que salir de una gestión eficiente y que tenga compensadas sus cuentas. No se puede seguir pagando peseta y media por cada mil litros --advirtió--. Eso no paga nada y lo tiene que entender cualquiera".
ADENA
Por su parte, el responsable del Programa del Agua de WWF/Adena, Guido Schmidt, señaló que, además del esfuerzo y la concienciación de los ciudadanos, es preciso poner en marcha todas las políticas posibles. En este sentido, instó a que los ayuntamientos "dicten ordenanzas municipales para que cualquier construcción nueva recoja las aguas de lluvia para regar jardines y parques, y evitar que en agricultura gastemos agua para producir excedentes".
A su juicio, "tiene que cambiar el enfoque de seguir construyendo embalses y trasvases para resolver el problema, y hacer una gestión de lo que tenemos ya de forma más adecuada. Que haya medio millón de pozos ilegales en España es un escándalo --denunció--, acumulado durante 20 años sin que ningún gestor los haya catalogado para que se haga un uso legal del agua. Muchos años de dejadez administrativa acumulados y no se resuelve con las recetas de siempre", advirtió
Schmidt reconoció que "hay un cambio en la cultura del agua y ya no es la España de hace diez años. Empezamos a ver que problemas de gestión del agua se están empezando a tratar, pero en política autonómica un aspecto importante a tener en cuenta es que el desarrollo económico no depende de la cantidad de agua que se gaste en el territorio. Es importante la eficiencia y desmantelar algunos mitos, como que el regadío es bueno para todos y aporta economía, cuando no es verdad".