Desde la Cumbre para la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro, Brasil, las conferencias relacionadas con el agua y el medio ambiente a menudo destacan el rol de las poblaciones indígenas en sus propuestas de actuación. Estas poblaciones detentan un conocimiento sofisticado relacionado con el agua, su uso y su gestión. Sus singulares sistemas de valores, conocimientos y prácticas a menudo no son tomados en consideración por los actuales sistemas políticos, legales, científicos. Hoy en día las poblaciones indígenas se ven obligadas a seguir luchando por sus derechos sobre los recursos hídricos que han utilizado y protegido durante generaciones.