Los pantanos están casi 15 puntos por debajo de la media del último decenio
Jue, 03/08/2006
Los pantanos españoles almacenan 24.901 hectómetros cúbicos de agua, el 46,8% de su capacidad y medio punto por debajo de donde estaban hace 12 meses. El año hidrológico pasado (de octubre de 2004 a septiembre de 2005) fue el más seco desde que se comenzaron a registrar datos en 1947, lo que indica hasta que punto se ha agravado la sequía en lo que va de 2006. En el periodo 2003-2004, uno de los más lluviosos, las presas llegaron a estar a un 66,1% de su capacidad a estas alturas.
La media del último decenio muestra que, a 1 de agosto, los embalses alcanzaron el 60,3% de llenado. Es decir, casi 7.000 hectómetros cúbicos más. Una cantidad enorme de agua si se compara con el consumo anual en una gran ciudad. En 2005, Madrid gastó 180,3 hectómetros cúbicos y Barcelona 109.
Las cuencas hidrográficas más afectadas por la sequía son las del Júcar (cuyos embalses se encuentran al 16%) y el Segura (13,9%). En esta última el agua podría escasear aún más ya que el trasvase desde el Tajo podría cerrarse debido a la falta de agua. Los pantanos de Entrepeñas y Buendía, desde los que se manda el agua que beben dos millones de personas de Murcia y Alicante, se encuentran al límite. Sólo tienen 265 hectómetros cúbicos de agua (el 10,7% de su capacidad) y a partir de los 240 la ley impide enviar más agua. Al ritmo de la última semana, durante la que se perdieron 12 hectómetros cúbicos, bastan 15 días para llegar a ese nivel.
A pesar de la escasez, Medio Ambiente aseguró ayer que hay suficiente agua almacenada para abastecer la cabecera del Tajo durante dos años. Una versión muy distinta ofreció Juan José Alcalá, alcalde de Sacedón (Guadalajara), municipio enclavado entre los embalses de Entrepeñas y Buendía, que afirmó que 'sólo queda barro'. Con el regidor del PP coincidió el vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, que dijo que 'quien piense en trasvasar agua del Tajo al Segura tendrá que hacerlo en camiones porque lo que se pueden llevar es barro'. Y añadió: 'Si el Gobierno hubiera hecho caso a [las peticiones de] Ramón Luis Valcárcel
[presidente de Murcia] en los últimos meses, no habría ni una sola gota de agua en la cabecera'.
Los embalses perdieron 876 hectómetros cúbicos por consumo y evaporación sólo en la última semana. La cuenca del Duero, con una bajada de 224 hectómetros, fue la más afectada. En ese periodo apenas llovió en la Península, donde cayeron 3,8 litros por metro cuadrado, siete décimas menos que la media entre 1930 y 1996. Sólo en San Sebastián, donde llovió 55 litros, Logroño (38), Santander (36) y Oviedo (30), se registraron precipitaciones importantes.
La vertiente mediterránea, al 38% de su capacidad, acapara como siempre menos agua que la atlántica, cuyos embalses están al 49,5%. Además del Júcar y el Segura, el resto de cuencas del mediterráneo se encuentran como sigue: Sur, al 32,8%; Ebro al 51,5% e Interior de Cataluña al 62,7%. En la vertiente atlántica, Norte I (sur de Galicia y norte de León), al 71,9%; Interior del País Vasco al 71,4%, y Norte II (Asturias y Cantabria) al 68,2%, son las que más agua acumulan. La cuenca del Guadalquivir, al 36,8%; la del Tajo, al 46,2% y Guadiana I (Castilla-La Mancha y Extremadura), al 49,8%, son las que más sufren la escasez de precipitaciones.
La media del último decenio muestra que, a 1 de agosto, los embalses alcanzaron el 60,3% de llenado. Es decir, casi 7.000 hectómetros cúbicos más. Una cantidad enorme de agua si se compara con el consumo anual en una gran ciudad. En 2005, Madrid gastó 180,3 hectómetros cúbicos y Barcelona 109.
Las cuencas hidrográficas más afectadas por la sequía son las del Júcar (cuyos embalses se encuentran al 16%) y el Segura (13,9%). En esta última el agua podría escasear aún más ya que el trasvase desde el Tajo podría cerrarse debido a la falta de agua. Los pantanos de Entrepeñas y Buendía, desde los que se manda el agua que beben dos millones de personas de Murcia y Alicante, se encuentran al límite. Sólo tienen 265 hectómetros cúbicos de agua (el 10,7% de su capacidad) y a partir de los 240 la ley impide enviar más agua. Al ritmo de la última semana, durante la que se perdieron 12 hectómetros cúbicos, bastan 15 días para llegar a ese nivel.
A pesar de la escasez, Medio Ambiente aseguró ayer que hay suficiente agua almacenada para abastecer la cabecera del Tajo durante dos años. Una versión muy distinta ofreció Juan José Alcalá, alcalde de Sacedón (Guadalajara), municipio enclavado entre los embalses de Entrepeñas y Buendía, que afirmó que 'sólo queda barro'. Con el regidor del PP coincidió el vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, que dijo que 'quien piense en trasvasar agua del Tajo al Segura tendrá que hacerlo en camiones porque lo que se pueden llevar es barro'. Y añadió: 'Si el Gobierno hubiera hecho caso a [las peticiones de] Ramón Luis Valcárcel
[presidente de Murcia] en los últimos meses, no habría ni una sola gota de agua en la cabecera'.
Los embalses perdieron 876 hectómetros cúbicos por consumo y evaporación sólo en la última semana. La cuenca del Duero, con una bajada de 224 hectómetros, fue la más afectada. En ese periodo apenas llovió en la Península, donde cayeron 3,8 litros por metro cuadrado, siete décimas menos que la media entre 1930 y 1996. Sólo en San Sebastián, donde llovió 55 litros, Logroño (38), Santander (36) y Oviedo (30), se registraron precipitaciones importantes.
La vertiente mediterránea, al 38% de su capacidad, acapara como siempre menos agua que la atlántica, cuyos embalses están al 49,5%. Además del Júcar y el Segura, el resto de cuencas del mediterráneo se encuentran como sigue: Sur, al 32,8%; Ebro al 51,5% e Interior de Cataluña al 62,7%. En la vertiente atlántica, Norte I (sur de Galicia y norte de León), al 71,9%; Interior del País Vasco al 71,4%, y Norte II (Asturias y Cantabria) al 68,2%, son las que más agua acumulan. La cuenca del Guadalquivir, al 36,8%; la del Tajo, al 46,2% y Guadiana I (Castilla-La Mancha y Extremadura), al 49,8%, son las que más sufren la escasez de precipitaciones.