Un Satélite vigila el llenado de piscinas y el riego de zonas verdes de la Costa del Sol
Mié, 02/08/2006
El satélite Ikonos vigilará el cumplimiento del decreto de sequía que afecta a varias municipios de la provincia de Málaga mediante un sistema sensor que identifica y controla el llenado de piscinas en toda la costa y la humedad de las zonas verdes y campos de golf que deben regarse con agua depurada.
Se trata de un sistema pionero para regular las medidas excepcionales ante la situación de sequía, que emplea la imagen por satélite para determinar la superficie ocupada por piscinas y espacios verdes y la calidad del agua empleada para su llenado o riego, según explicó hoy la directora general de Participación e Información Ambiental de la Junta de Andalucía, Cecilia Gañán.
El decreto de sequía prohíbe la utilización de los recursos hídricos aptos para el consumo humano para el baldeo de calles, riego de parques y jardines, piscinas y campos de golf, entre otros.
El comité permanente de sequía empleará esta herramienta no sólo como medida disuasoria, sino que facilitará estos datos al Seprona y a los ayuntamientos para que impongan medidas de carácter sancionador si se incumple lo estipulado en el decreto, explicó el director de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal.
El satélite, que llevará a cabo un seguimiento periódico, ha dado los primeros resultados después de captar varias imágenes la pasada primavera e identificar 33.000 piscinas, que ocupan una superficie superior a los dos millones de metros cuadrados, en el área de los dieciocho municipios afectados por el decreto, de las que el 95 por ciento estaban llenas.
Según reiteró Rodríguez Leal, este hecho es muy significativo, ya que "si se vaciaran ocho o diez veces sería inasumible" y conllevaría un uso excesivo del agua en estas instalaciones, cuyo volumen suma los tres hectómetros cúbicos.
Durante la fecha del estudio, el riego en la mayoría de los campos de golf había sido respetuoso con el decreto y el suelo presentaba humedad por las precipitaciones que se habían producido.
La Junta de Andalucía seleccionó el satélite Ikonos para el estudio por su alta resolución y la posibilidad de adquirir las imágenes de forma periódica.
La compra de estas imágenes al satélite privado, su análisis e interpretación supone un coste de entorno a los 60.000 euros, según precisó Gañán.
Se trata de un sistema pionero para regular las medidas excepcionales ante la situación de sequía, que emplea la imagen por satélite para determinar la superficie ocupada por piscinas y espacios verdes y la calidad del agua empleada para su llenado o riego, según explicó hoy la directora general de Participación e Información Ambiental de la Junta de Andalucía, Cecilia Gañán.
El decreto de sequía prohíbe la utilización de los recursos hídricos aptos para el consumo humano para el baldeo de calles, riego de parques y jardines, piscinas y campos de golf, entre otros.
El comité permanente de sequía empleará esta herramienta no sólo como medida disuasoria, sino que facilitará estos datos al Seprona y a los ayuntamientos para que impongan medidas de carácter sancionador si se incumple lo estipulado en el decreto, explicó el director de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal.
El satélite, que llevará a cabo un seguimiento periódico, ha dado los primeros resultados después de captar varias imágenes la pasada primavera e identificar 33.000 piscinas, que ocupan una superficie superior a los dos millones de metros cuadrados, en el área de los dieciocho municipios afectados por el decreto, de las que el 95 por ciento estaban llenas.
Según reiteró Rodríguez Leal, este hecho es muy significativo, ya que "si se vaciaran ocho o diez veces sería inasumible" y conllevaría un uso excesivo del agua en estas instalaciones, cuyo volumen suma los tres hectómetros cúbicos.
Durante la fecha del estudio, el riego en la mayoría de los campos de golf había sido respetuoso con el decreto y el suelo presentaba humedad por las precipitaciones que se habían producido.
La Junta de Andalucía seleccionó el satélite Ikonos para el estudio por su alta resolución y la posibilidad de adquirir las imágenes de forma periódica.
La compra de estas imágenes al satélite privado, su análisis e interpretación supone un coste de entorno a los 60.000 euros, según precisó Gañán.