Narbona presenta el Plan Integral del Delta del Ebro sin fijar el caudal ecológico del río
Jue, 27/07/2006
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se desplazó ayer a Tortosa para presentar justo en la desembocadura del Ebro el Plan Integral de Protección del Delta del Ebro (Pipde). Un documento que era de obligada elaboración según la ley por la que se modificó el Plan Hidrológico Nacional derogando el trasvase del Ebro, en junio del año pasado. Para terminarlo y aprobarlo la ley establecía un plazo máximo de un año -por tanto, ya cumplido-, y debía contener una serie de requisitos mínimos para asegurar el mantenimiento de las condiciones ecológicas especiales del Delta del Ebro.
Entre esos requisitos está el de definir un caudal ecológico para el Ebro. Sin embargo, el documento presentado ayer por Narbona no fija este caudal, que es el mínimo que debe circular por el cauce en el tramo final del río para alcanzar el buen estado de la masa de agua, y que lógicamente afecta a los usos, a la regulación y a las extracciones aguas arriba de la cuenca.
La propia Narbona reconocía ayer que «los datos actuales que tenemos no nos permiten establecer de forma satisfactoria el régimen de caudales que debe llevar el río Ebro para cumplir con los requerimientos de la directiva marco europea y del propio Pipde», según declaraciones recogidas por Ep. Una afirmación que contrasta con las «estimaciones más realistas» que se hicieron desde el Ministerio de Medio Ambiente para justificar la derogación del trasvase del Ebro y que cifraban ese caudal en 135 metros cúbicos por segundo. En la actualidad, el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro establece, de forma orientativa, un caudal ambiental en la zona de la desembocadura de 100 metros cúbicos por segundo.
Un caudal ambiental variable
Lo único que queda definido en el nuevo plan es que este caudal no será fijo, sino variable, esto es, un régimen de caudales ambientales, en función del régimen natural del río y de los requerimientos ambientales en cada periodo. Una cuestión que, por cierto, ya había quedado definida en el borrador del anterior Plan Integral de Protección del Delta del Ebro, elaborado por el Gobierno del PP, y en el que los técnicos del Consorcio que debía supervisar y aprobar este plan proponían como garantía de caudal para el río una horquilla de entre 86 y 143 hectómetros cúbicos.
Sin embargo, aunque en el documento presentado ayer por la ministra de Medio Ambiente se reconoce que «existen ya varios estudios que aportan información valiosa para calcular los caudales ambientales», también se añade que «se requiere de estudios adicionales». Unos estudios que deben estar a punto de finalizar, puesto que el documento recoge también el establecimiento de un grupo de trabajo que defina, antes de que termine el presente año, una propuesta de régimen de caudales para 2007. Por tanto, parece que la ausencia de un caudal ecológico en el Pipde responde más a una cuestión de cumplir los plazos para su presentación.
Descontaminación de Flix
Así las cosas, este retraso no afecta al resto de actuaciones recogidas en el Plan Integral, con una inversión que supera los 425 millones de euros. En este sentido, Cristina Narbona destacó entre los proyectos previstos y ya muy avanzados, la descontaminación del pantano de Flix, para lo que se prevé una inversión de 155 millones de euros. El resto de proyectos previstos buscan mejorar la calidad del agua, realizar paseos fluviales en toda la ribera y otras actuaciones en la costa. La ministra también subrayó que se añadirán 14 millones de euros para comprar hasta cuatro fincas en el Delta del Ebro y ampliar así el dominio público marítimo-terrestre.
En este sentido, la titular de Medio Ambiente destacó el valor de defensa medioambiental del Plan Integral, pero también «el valor social», ya que apuesta por un modelo territorial que implica el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y el desarrollo socioeconómico de la zona.
Entre esos requisitos está el de definir un caudal ecológico para el Ebro. Sin embargo, el documento presentado ayer por Narbona no fija este caudal, que es el mínimo que debe circular por el cauce en el tramo final del río para alcanzar el buen estado de la masa de agua, y que lógicamente afecta a los usos, a la regulación y a las extracciones aguas arriba de la cuenca.
La propia Narbona reconocía ayer que «los datos actuales que tenemos no nos permiten establecer de forma satisfactoria el régimen de caudales que debe llevar el río Ebro para cumplir con los requerimientos de la directiva marco europea y del propio Pipde», según declaraciones recogidas por Ep. Una afirmación que contrasta con las «estimaciones más realistas» que se hicieron desde el Ministerio de Medio Ambiente para justificar la derogación del trasvase del Ebro y que cifraban ese caudal en 135 metros cúbicos por segundo. En la actualidad, el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro establece, de forma orientativa, un caudal ambiental en la zona de la desembocadura de 100 metros cúbicos por segundo.
Un caudal ambiental variable
Lo único que queda definido en el nuevo plan es que este caudal no será fijo, sino variable, esto es, un régimen de caudales ambientales, en función del régimen natural del río y de los requerimientos ambientales en cada periodo. Una cuestión que, por cierto, ya había quedado definida en el borrador del anterior Plan Integral de Protección del Delta del Ebro, elaborado por el Gobierno del PP, y en el que los técnicos del Consorcio que debía supervisar y aprobar este plan proponían como garantía de caudal para el río una horquilla de entre 86 y 143 hectómetros cúbicos.
Sin embargo, aunque en el documento presentado ayer por la ministra de Medio Ambiente se reconoce que «existen ya varios estudios que aportan información valiosa para calcular los caudales ambientales», también se añade que «se requiere de estudios adicionales». Unos estudios que deben estar a punto de finalizar, puesto que el documento recoge también el establecimiento de un grupo de trabajo que defina, antes de que termine el presente año, una propuesta de régimen de caudales para 2007. Por tanto, parece que la ausencia de un caudal ecológico en el Pipde responde más a una cuestión de cumplir los plazos para su presentación.
Descontaminación de Flix
Así las cosas, este retraso no afecta al resto de actuaciones recogidas en el Plan Integral, con una inversión que supera los 425 millones de euros. En este sentido, Cristina Narbona destacó entre los proyectos previstos y ya muy avanzados, la descontaminación del pantano de Flix, para lo que se prevé una inversión de 155 millones de euros. El resto de proyectos previstos buscan mejorar la calidad del agua, realizar paseos fluviales en toda la ribera y otras actuaciones en la costa. La ministra también subrayó que se añadirán 14 millones de euros para comprar hasta cuatro fincas en el Delta del Ebro y ampliar así el dominio público marítimo-terrestre.
En este sentido, la titular de Medio Ambiente destacó el valor de defensa medioambiental del Plan Integral, pero también «el valor social», ya que apuesta por un modelo territorial que implica el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y el desarrollo socioeconómico de la zona.