El Ministerio de Medio Ambiente, a través del director general del Agua, Jaime Palop, señaló ayer que su ministerio tiene previsto que existan restricciones de agua para agricultura en la cuenca del Júcar -así como en otras cuencas- a consecuencia del descenso registrado en las reservas de los embalses, que ya se encuentran por debajo de la mitad. No obstante, entiende que el descenso registrado se encuentra «dentro de los parámetros de normalidad» y que la situación «es delicada», aunque «no desesperada». En este sentido reclamó la implicación de la sociedad y del conjunto de las administraciones hasta el próximo mes de octubre, cuando previsiblemente empezarán las primeras lluvias del otoño.
Así, Medio Ambiente señaló que las restricciones previstas en el Júcar llegan al 60%, mientras que en el Segura, sólo habrá agua para mantener vivos los árboles, con una dotación en la cuenca del 50%. En lo que se refiere a la situación de la sequía, Palop valoró que se ha reducido en líneas generales, si bien, dada la escasez de lluvias propia de los meses de verano, «se ha intensificado en determinados ámbitos geográficos, como en la citada cuencas del Júcar», pero también en la del Segura, Guadalquivir y cabecera del Tajo. Así, la cuenca del Júcar se encuentra bastante afectada (17,5%), frente al 25,7% de la reserva del año anterior; al igual que la del Segura, con un 14,7%.
Ante las previsiones de Medio Ambiente, el conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, manifestó que tras las «continuas amenazas del ministerio de restricciones de agua en las ciudades de la Comunitat se esconde la mala gestión del Gobierno central».
Antón realizó estas consideraciones en una carta remitida al director general del Agua, Jaime Palop, quien había asegurado que habría restricciones en plena campaña turística si comunidades como la valenciana o la de Murcia no tomaban medidas «de manera inmediata» para limitar el gasto de agua.
Además, García Antón recordó a los responsables de Medio Ambiente que la Comunitat «lleva muchos años poniendo en práctica medidas reductoras del consumo» y añadió que las principales ciudades de la autonomía «disponen de un red de agua no potable para servicio de jardines, baldeo de calles y fuentes ornamentales». El conseller afirmó que durante 2005 y 2006 «se ha estado actuando con éxito desde los municipios para reducir la dotación por abonados».