Medio Ambiente prevé restricciones de agua para agricultura en el Júcar, Segura, Guadalquivir, Ebro y cabecera del Tajo
Mié, 19/07/2006
El Ministerio de Medio Ambiente prevé que se produzcan restricciones de agua destinada a la agricultura en las cuencas del Júcar, Segura, margen izquierda del Ebro y cabecera del Tajo, a consecuencia del descenso registrado en las reservas de los embalses, que ya se encuentran por debajo de la mitad, según informó hoy a Europa Press el director general del Agua del Ministerio del Medio Ambiente, Jaime Palop.
No obstante, Palop entiende que el descenso registrado se encuentra "dentro de los parámetros de normalidad" y que la situación "es delicada", aunque "no desesperada". En este sentido reclamó la implicación de la sociedad y del conjunto de las administraciones hasta el próximo mes de octubre, cuando previsiblemente empezarán las primeras lluvias del otoño.
Mientras tanto, para las próximas semanas, este responsable de Medio Ambiente advierte de que en las zonas de peor situación, "se consumirá agua hasta donde se pueda para la agricultura". Así, prevé restricciones del 60 por ciento en el Júcar; mientras que en el Segura, sólo habrá agua para mantener vivos los árboles, con una dotación en la cuenca del 50 por ciento.
Asimismo, según Palop, en la cuenca del Guadalquivir se producirá reducción del 50 por ciento, mientras que en la margen izquierda del Ebro puede haber problemas de desabastecimiento en los regadíos.
LA SEQUÍA SE INTENSIFICA EN DETERMINADOS ÁMBITOS GEOGRÁFICOS.
En lo que se refiere a la situación de la sequía, este responsable de Medio Ambiente considera que se ha reducido en líneas generales, si bien, dada la escasez de lluvias propia de los meses de verano, se ha intensificado en determinados ámbitos geográficos, como en las citadas cuencas del Júcar, Segura, Guadalquivir y cabecera del Tajo.
Palop apunta que este descenso en la reserva de los embalses se sitúa en el contexto del verano y teniendo en cuenta que el 2005 fue un año "terrorífico" y de "sequía extrema", concretamente, el más seco de los últimos 125 años, según datos oficiales.
Así, aunque este año también está siendo seco, es "parecido a un año normal", lo que ha permitido que se recuperen cuencas como la del Duero, el Tajo, el Guadiana y el Ebro. "Sin embargo, las lluvias no han caído en todos los lados de igual manera", subrayó.
Por ello, la cuenca del Júcar se encuentra bastante afectada (17,5 por ciento, frente al 25,7 de la reserva del año anterior); al igual que la del Segura (14,7 por ciento) o la del Guadalquivir (38,9 por ciento, frente al 51,3 del año anterior". "La cuenca del Guadalquivir vive en gran medida de rentas; no se ha recuperado y está todavía gastando agua procedente de la época húmeda", indicó.
Por su parte, la cuenca mediterráneo-andaluza se encuentra en el 32,9 por ciento y aunque la Costa del Sol está abastecida, la ciudad de Málaga tiene algunos problemas de agua. También es de reseñar la cuenca del Tajo que está al 49,3 por ciento, aunque su cabecera (sistema de embalses de Entrepeñas y Buendía) está solamente al 12, un registro que solo se puede comparar a determinados años de la sequía de los 90.
No obstante, Palop entiende que el descenso registrado se encuentra "dentro de los parámetros de normalidad" y que la situación "es delicada", aunque "no desesperada". En este sentido reclamó la implicación de la sociedad y del conjunto de las administraciones hasta el próximo mes de octubre, cuando previsiblemente empezarán las primeras lluvias del otoño.
Mientras tanto, para las próximas semanas, este responsable de Medio Ambiente advierte de que en las zonas de peor situación, "se consumirá agua hasta donde se pueda para la agricultura". Así, prevé restricciones del 60 por ciento en el Júcar; mientras que en el Segura, sólo habrá agua para mantener vivos los árboles, con una dotación en la cuenca del 50 por ciento.
Asimismo, según Palop, en la cuenca del Guadalquivir se producirá reducción del 50 por ciento, mientras que en la margen izquierda del Ebro puede haber problemas de desabastecimiento en los regadíos.
LA SEQUÍA SE INTENSIFICA EN DETERMINADOS ÁMBITOS GEOGRÁFICOS.
En lo que se refiere a la situación de la sequía, este responsable de Medio Ambiente considera que se ha reducido en líneas generales, si bien, dada la escasez de lluvias propia de los meses de verano, se ha intensificado en determinados ámbitos geográficos, como en las citadas cuencas del Júcar, Segura, Guadalquivir y cabecera del Tajo.
Palop apunta que este descenso en la reserva de los embalses se sitúa en el contexto del verano y teniendo en cuenta que el 2005 fue un año "terrorífico" y de "sequía extrema", concretamente, el más seco de los últimos 125 años, según datos oficiales.
Así, aunque este año también está siendo seco, es "parecido a un año normal", lo que ha permitido que se recuperen cuencas como la del Duero, el Tajo, el Guadiana y el Ebro. "Sin embargo, las lluvias no han caído en todos los lados de igual manera", subrayó.
Por ello, la cuenca del Júcar se encuentra bastante afectada (17,5 por ciento, frente al 25,7 de la reserva del año anterior); al igual que la del Segura (14,7 por ciento) o la del Guadalquivir (38,9 por ciento, frente al 51,3 del año anterior". "La cuenca del Guadalquivir vive en gran medida de rentas; no se ha recuperado y está todavía gastando agua procedente de la época húmeda", indicó.
Por su parte, la cuenca mediterráneo-andaluza se encuentra en el 32,9 por ciento y aunque la Costa del Sol está abastecida, la ciudad de Málaga tiene algunos problemas de agua. También es de reseñar la cuenca del Tajo que está al 49,3 por ciento, aunque su cabecera (sistema de embalses de Entrepeñas y Buendía) está solamente al 12, un registro que solo se puede comparar a determinados años de la sequía de los 90.