Varias zonas de la cuenca del Ebro, en situación de emergencia
Jue, 29/06/2006
Varias zonas de la Cuenca del Ebro están ya en situación de emergencia por la escasez de agua, especialmente el Canal de Aragón y Cataluña y algunos ríos del Pirineo, cuyos niveles se encuentran por debajo de los niveles del año pasado y de la media de los últimos cinco años.
Así lo explicó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, a los medios de comunicación en Zaragoza, donde hoy se reunió la Comisión Permanente de Seguimiento de la Sequía, de la que forman parte representantes de los usuarios y de las distintas Comunidades Autónomas.
Alonso fue contundente ante la situación que se está viviendo este año y subrayó que se debe lanzar un mensaje desde todas las administraciones para fomentar entre los ciudadanos el ahorro de agua, además de incrementar los controles sobre su uso y sobre la calidad de la misma, porque se podrían tener problemas "más graves" en años sucesivos.
Los indicadores muestran que en varias zonas ya se ha entrado en "situación de emergencia", especialmente en la zona del Canal de Aragón y Cataluña y en la mayor parte de los ríos del Pirineo, donde están por debajo de los caudales mínimos habituales en esta época.
El aumento de las temperaturas, la ausencia de precipitaciones o por debajo de la media desde el pasado mes de abril y el adelanto del deshielo han llevado a la disminución de los caudales circulantes en los afluentes, sobre todo en la margen izquierda del Ebro.
Ante esta situación, y como medida complementaria, esta campaña de verano el embalse de Itoiz volverá a aportar caudales con fines medioambientales a los ríos Iratí, Aragón y Ebro, dijo Alonso, quien recordó que esta medida ya se adoptó el año pasado, a través de los desembalses previstos en su programa de puesta en carga vigente.
La Cuenca del Ebro se encuentra al 61,9 por ciento de la capacidad total de embalse con 4.023 hm3, una situación que se aleja de las reservas existentes en la misma semana de 2005, cuando se decretó la sequía, que alcanzaba los 4.428 hm3, el 68,1% del total.
El presidente de la CHE insistió en que, a pesar de estos datos, no se prevén problemas de abastecimiento en los grandes núcleos urbanos, aunque sí en los pequeños, sobre todo de zonas de montaña que recogen el agua de fuentes, en caso de que no llueva, algo poco probable, teniendo en cuenta que comienza el verano, indicó.
Así lo explicó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, a los medios de comunicación en Zaragoza, donde hoy se reunió la Comisión Permanente de Seguimiento de la Sequía, de la que forman parte representantes de los usuarios y de las distintas Comunidades Autónomas.
Alonso fue contundente ante la situación que se está viviendo este año y subrayó que se debe lanzar un mensaje desde todas las administraciones para fomentar entre los ciudadanos el ahorro de agua, además de incrementar los controles sobre su uso y sobre la calidad de la misma, porque se podrían tener problemas "más graves" en años sucesivos.
Los indicadores muestran que en varias zonas ya se ha entrado en "situación de emergencia", especialmente en la zona del Canal de Aragón y Cataluña y en la mayor parte de los ríos del Pirineo, donde están por debajo de los caudales mínimos habituales en esta época.
El aumento de las temperaturas, la ausencia de precipitaciones o por debajo de la media desde el pasado mes de abril y el adelanto del deshielo han llevado a la disminución de los caudales circulantes en los afluentes, sobre todo en la margen izquierda del Ebro.
Ante esta situación, y como medida complementaria, esta campaña de verano el embalse de Itoiz volverá a aportar caudales con fines medioambientales a los ríos Iratí, Aragón y Ebro, dijo Alonso, quien recordó que esta medida ya se adoptó el año pasado, a través de los desembalses previstos en su programa de puesta en carga vigente.
La Cuenca del Ebro se encuentra al 61,9 por ciento de la capacidad total de embalse con 4.023 hm3, una situación que se aleja de las reservas existentes en la misma semana de 2005, cuando se decretó la sequía, que alcanzaba los 4.428 hm3, el 68,1% del total.
El presidente de la CHE insistió en que, a pesar de estos datos, no se prevén problemas de abastecimiento en los grandes núcleos urbanos, aunque sí en los pequeños, sobre todo de zonas de montaña que recogen el agua de fuentes, en caso de que no llueva, algo poco probable, teniendo en cuenta que comienza el verano, indicó.