Bruselas señala a la agricultura y el turismo como principales agravantes de la sequía en el sur de Europa
Mar, 27/06/2006
La Comisión Europea cree que el uso sin restricciones del agua en la agricultura y en el turismo (por ejemplo en piscinas o campos de golf) agrava la sequía en España y el resto de países del sur de Europa, según se recoge en un informe que discutirán mañana los ministros de Medio Ambiente de los Veinticinco. El Ejecutivo comunitario estudiará posibles "acciones" a nivel europeo para luchar contra los problemas de escasez de agua.
El estudio del Ejecutivo comunitario, cuya elaboración fue solicitada por España y Portugal en el Consejo de Medio Ambiente de marzo, subraya que Europa tiene recursos suficientes para cubrir su demanda global de agua, aunque en algunas regiones y periodos del año existen desequilibrios entre oferta y demanda. Francia, Alemania, Suecia, Italia y Reino Unido poseen los mayores recursos hídricos de la UE (más de 150 km. cúbicos al año), mientras que Malta, Chipre, Luxemburgo y Dinamarca son los que tienen un nivel inferior (menos de 10 km. cúbicos al año).
No obstante, si se tiene en cuenta el nivel de recursos explotables per cápita, los países 'pobres en agua' son Malta y Chipre (menos de 100 metros cúbicos por habitante y año), seguidos de España, Francia e Italia (menos de 2.000 metros cúbicos). El 46% de la población de Europa vive en países que usan más del 20% de sus recursos hídricos (España, Bélgica, Malta, Italia, Reino Unido y Alemania). Algunos países combinan un bajo nivel de recursos y un alto nivel de extracción (Malta, Chipre, España e Italia).
El estudio señala como principal causa de estos desequilibrios a la agricultura, que absorbe el 60% del volumen de agua. Cuando se usa un metro cúbico para irrigación, 0,8 metros son absorbidos por las plantas o se evaporan, y sólo 0,2 metros vuelven al lugar de partida. En la industria y el sector doméstico, 0,8 metros vuelven al medio ambiente local.
La demanda estacional del turismo es también una "presión importante", particularmente en el sur de Europa. El uso del agua por parte de los turistas es aproximadamente dos veces más alto que el de los consumidores locales, y además requieren un volumen de agua más alto para el ocio, como en piscinas o en campos de golf, según explicaron fuentes comunitarias.
"La presión de la irrigación y del turismo a menudo ocurren en el periodo de menor renovación de los recursos hídricos, y en consecuencia el impacto sobre el medio ambiente es todavía más alto", señala el informe. Se trata de un problema "difícil", reconoce el Ejecutivo comunitario, porque muchas de las regiones más afectadas por la sequía "dependen" al mismo tiempo de la agricultura y del turismo, con lo que resulta controvertido reducir el consumo.
El último episodio de sequía afectó el año pasado especialmente a España y Portugal, y con el cambio climático se producirá un aumento de este tipo de fenómenos. "El sur de Europa sufrirá sequías más frecuentes y más severas (en espacio y tiempo) por culpa de una disminución de las lluvias y de un incremento en la evaporación", reza el estudio.
El estudio del Ejecutivo comunitario, cuya elaboración fue solicitada por España y Portugal en el Consejo de Medio Ambiente de marzo, subraya que Europa tiene recursos suficientes para cubrir su demanda global de agua, aunque en algunas regiones y periodos del año existen desequilibrios entre oferta y demanda. Francia, Alemania, Suecia, Italia y Reino Unido poseen los mayores recursos hídricos de la UE (más de 150 km. cúbicos al año), mientras que Malta, Chipre, Luxemburgo y Dinamarca son los que tienen un nivel inferior (menos de 10 km. cúbicos al año).
No obstante, si se tiene en cuenta el nivel de recursos explotables per cápita, los países 'pobres en agua' son Malta y Chipre (menos de 100 metros cúbicos por habitante y año), seguidos de España, Francia e Italia (menos de 2.000 metros cúbicos). El 46% de la población de Europa vive en países que usan más del 20% de sus recursos hídricos (España, Bélgica, Malta, Italia, Reino Unido y Alemania). Algunos países combinan un bajo nivel de recursos y un alto nivel de extracción (Malta, Chipre, España e Italia).
El estudio señala como principal causa de estos desequilibrios a la agricultura, que absorbe el 60% del volumen de agua. Cuando se usa un metro cúbico para irrigación, 0,8 metros son absorbidos por las plantas o se evaporan, y sólo 0,2 metros vuelven al lugar de partida. En la industria y el sector doméstico, 0,8 metros vuelven al medio ambiente local.
La demanda estacional del turismo es también una "presión importante", particularmente en el sur de Europa. El uso del agua por parte de los turistas es aproximadamente dos veces más alto que el de los consumidores locales, y además requieren un volumen de agua más alto para el ocio, como en piscinas o en campos de golf, según explicaron fuentes comunitarias.
"La presión de la irrigación y del turismo a menudo ocurren en el periodo de menor renovación de los recursos hídricos, y en consecuencia el impacto sobre el medio ambiente es todavía más alto", señala el informe. Se trata de un problema "difícil", reconoce el Ejecutivo comunitario, porque muchas de las regiones más afectadas por la sequía "dependen" al mismo tiempo de la agricultura y del turismo, con lo que resulta controvertido reducir el consumo.
El último episodio de sequía afectó el año pasado especialmente a España y Portugal, y con el cambio climático se producirá un aumento de este tipo de fenómenos. "El sur de Europa sufrirá sequías más frecuentes y más severas (en espacio y tiempo) por culpa de una disminución de las lluvias y de un incremento en la evaporación", reza el estudio.