El adelanto de los riegos acentúa el descenso de la reserva en los pantanos La escasez de lluvias ya tiene un a consecuencia directa en el resultado de la campaña de cereal en la provincia de León: el 40% de la cosecha se perderá por efecto directo de la sequía, que acentuó en las últimas semanas una temperatura desmesurada para estas fechas. El secretario de Ugal, Matías Llorente, efectuó ayer este estimación con miedo, incluso, a quedarse corto en la apreciación. «Los trigos se secan sin espigar donde las tierras son ligeras; las cebadas presentan ya un efecto claro del calor que ha habido en los últimos días, que han parado el desarrollo del cultivo que perderá en algunas zonas la mitad del grano», alertó el sindicalista leonés, que refrendó así los temores hechos públicos el pasado domingo por el consejero José Valín. La segunda consecuencia del déficit de precipitaciones se va a definir por la merma de reservas de agua en los pantanos leoneses, Riaño incluido. «En estas fechas ya hemos tenido que dar dos riegos a los trigos y al cereal de regadío; con esta situación habrá que recurrir a otros dos riegos para llegar a una cosecha óptima», explica Llorente, que cree que de esta forma las previsiones de sueltas de agua para el riego que se hicieron hace mes y medio ya no valen. «Es posible que tengamos que adelantar la campaña de riego de maíz entre diez y quince días; así que el final de la campaña se va a adelantar. Lo que estaba previsto para septiembre, se acabará en agosto», advirtió. La caída acelerada de agua en los pantanos no espera a junio.