La mitad del agua embalsada en España se encuentra degradada

Vie, 26/05/2006

EFE

Casi el cincuenta por ciento del agua embalsada en España se encuentra degradada debido a procesos de eutrofización que provocan la proliferación de algas y otros organismos y una disminución del contenido de oxígeno.
El dato lo pone de relieve el "Perfil Ambiental de España 2005" que ha elaborado por segundo año consecutivo el Ministerio de Medio Ambiente, que señala además que los mayores volúmenes de agua embalsada en mal estado se encuentran en las cuencas del Norte, el Tajo, el Guadiana y el Guadalquivir.
En general los embalses más deteriorados con los que se encuentran en los ramos bajos de los ríos principales, tras pasar por las grandes áreas urbanas.
Según el "perfil ambiental" la eutrofización es el principal problema de la calidad de las aguas superficiales, ya que el excesivo aporte de nutrientes al agua embalsada provoca un crecimiento desmesurado del fitoplancton y sobre todo de determinados tipos de algas.
Ese aumento de algas enturbia el agua e impide el paso de la luz, señala el estudio, que precisa que el crecimiento acelerado de algunas algas que crean toxinas y otros compuestos produce un olor y un sabor desagradables del agua y las hace inservibles para el consumo.
Además, los niveles de oxígeno disminuyen durante la noche, debido a la alta actividad de algunos microorganismos, lo que origina la muerte de peces y otros seres vivos.
Los nutrientes que provocan la eutrofización del agua son sobre todo el fósforo y el nitrógeno, que llegan al agua por la fertilización agraria y la ganadería, y en el caso del fósforo también con las aguas residuales urbanas.
El informe analiza también la contaminación por nitratos de las aguas subterráneas, como consecuencia de la infiltración de fertilizantes procedentes de la actividad agraria.
Un agua con elevados nitratos constituye "una seria amenaza para la salud humana", según el mismo estudio, que advierte de la dificultad de detectar este tipo de contaminación de las aguas subterráneas o identificar su origen, ya que el foco de la contaminación "no suele ser puntual y controlable". EFE rc/br